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Madrid se rinde ante Barenboim y su orquesta árabe-israelí
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Madrid se rinde ante Barenboim y su orquesta árabe-israelí

Tras una tormentosa tarde de domingo, que obligó a limpiar las más de 3.500 sillas instaladas por el Ayuntamiento en la histórica Plaza Mayor de Madrid,

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Madrid se rinde ante Barenboim y su orquesta árabe-israelí

Tras una tormentosa tarde de domingo, que obligó a limpiar las más de 3.500 sillas instaladas por el Ayuntamiento en la histórica Plaza Mayor de Madrid, el cielo pareció dar una tregua y sobre las nueve de la noche el numeroso público escuchaba respetuoso los últimos ensayos del maestro Daniel Barenboim al frente de la Orquesta West-Eastern Divan.

Este concierto, incluido en los Veranos de la Villa, era el tercero de la gira de la joven orquesta formada por músicos árabes, israelíes y españoles, que fundaron en 1999 el director de orquesta argentino-israelí y el intelectual palestino Edward Said como símbolo de concordia y entendimiento, y que actualmente tiene su sede en Sevilla con el apoyo de la Junta de Andalucía.

Pasadas las diez de la noche, comenzaba la velada con la Obertura Leonore de Beetohoven, e, inmediatamente después, Barenboim, en una inusual intervención, se dirigió al público para explicar un cambio en el programa de última hora, surgido a raíz de una conversación con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y que supuso la incorporación de las Variaciones de Schonberg, antes de finalizar con la Sinfonía Número 6 de Tchaikovski, La Patética.

Desafiando la dificultad

La pieza de Schonberg, una de las más difíciles porque obliga a cada músico a conocer la partitura de todos los demás componentes de la orquesta, fue escrita entre 1926 y 1928 por el compositor austríaco, una de las personalidades más innovadoras y definitivas en la música del siglo XX. Más que variaciones del tema principal, Schonberg hizo "transformaciones, físicas y metafísicas", según detalló el maestro desde el escenario, instalado en la fachada de la Casa de la Panadería.

Barenboim había incluido esta pieza en los otros conciertos de la gira, pero no en el de Madrid. "Después de la relación, de lo más íntima que se puede establecer entre el público y el escenario, me parecía una falta de respeto hacia vosotros no tocarla por muy difícil que fuera".

El director recordó que para la Orquesta West-Easter Divan y para él, "se ha vuelto una tradición" tocar en esta "maravillosa plaza", al tiempo que alabó la figura de Ruiz Gallardón, de quien dijo -con el aplauso del público-: "Nuestro alcalde es uno de los pocos en el mundo que se ocupa de la música". El regidor se encontraba ya en la primera fila, acompañado por la concejala de las Artes del Ayuntamiento, Alicia Moreno.

Después de esta pieza, y cuando comenzaron a escucharse los primeros acordes de la Sinfonía Número 6 del compositor ruso, centellearon los primeros relámpagos de lo que fue un insistente chaparrón de verano, que prácticamente no cesó hasta que finalizó el concierto.

Surgieron entonces paraguas y capas de plástico de los más previsores, mientras que otros utilizaron los programas de mano para resguardarse y los más intrépidos aguantaron la lluvia, que acabó por disuadir a algunos.

Esta es la cuarta vez que Barenboim, que compartió con Said el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2002 y que tiene la nacionalidad española, dirige en la Plaza Mayor, aunque los dos primeros años lo hizo con la Staaskapelle de Berlín, en sendos conciertos dedicados a las víctimas de los atentados de Madrid y Londres.

El año pasado, ya con la West-Eastern Divan y el Orfeón Donostiarra, el director volvió a la céntrica plaza con la Novena Sinfonía de Beethoven, y con el conflicto en el Líbano como telón de fondo.

Tras una tormentosa tarde de domingo, que obligó a limpiar las más de 3.500 sillas instaladas por el Ayuntamiento en la histórica Plaza Mayor de Madrid, el cielo pareció dar una tregua y sobre las nueve de la noche el numeroso público escuchaba respetuoso los últimos ensayos del maestro Daniel Barenboim al frente de la Orquesta West-Eastern Divan.