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La Fundación Juan March de Madrid sigue en su línea de ofrecer exposiciones de carácter internacional y con una vocación muy pedagógica, a la que ayudan

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La Fundación Juan March de Madrid sigue en su línea de ofrecer exposiciones de carácter internacional y con una vocación muy pedagógica, a la que ayudan la amplia información suministrada a través de fabulosos folletos y catálogos. Con MAXImin se sumerge en esta ocasión en el mundo del arte minimalista, no solo una corriente artística sino una método común a muchas tendencias artísticas: expresar el máximo con lo mínimo.

A través de 116 obras de 82 artistas pertenecientes a la Colección de arte de Daimler AG (Stuttgart), una de las más antiguas de Alemania, se recorre un siglo de esta tendencia, desde sus antecedentes en la abstracción hasta sus reelaboraciones contemporáneas. De esta forma se comienza con una obra de 1909 de Adolf Hölzel, figura tutelar de la 'pequeña Bauhaus' de Stuttgart, y se llega hasta obras más recientes -la última de 2005- de dos artistas nacidos recientes: el norteamericano Vincent Szarek y la japonesa Are You Meaning Company.

La muestra está principalmente organizada en torno al núcleo de obras pertenecientes a las tendencias minimalistas de las décadas de los 60 y 70, algo en lo que se demuestra la perspectiva metódica adoptada más que la pura selección de obras representativas. La primera parte recoge una parada inicial con un conjunto de obras bajo el título Adolf Hölzel y sus alumnos. De Stuttgart (1909) a la Bauhaus (1919). En ella se muestra cómo Hölzel se adelantó a figuras como la de Kandinsky, quién realizó en 1910 una acuarela que hace que en esa fecha se considere el momento en el que nace el arte no figurativo.

Arte concreto y tendencias abstractas constructivistas

Después de recoger una serie de ejemplos del arte concreto desarrollado en Zúrich en 1937, en la que destacan los trabajos de Max Bill, y de las tendencias abstractas constructivistas, con figuras como Hermann Glöckner, la muestra entra de lleno en materia con una serie de trabajos que ejemplifican las características esenciales de las tendencias minimalistas. En este punto las obras orgánicos de Jean Arp se dan la mano con las del representante de la tendencia en Londres, Robyn Denny, el neoyorquino Vincent Szarek, o el japonés Tadaaki Kuwayama.

A continuación se sumerge de lleno y sorprende en la Neo Geo, la Nueva Geometría, en la que un grupo de artistas de mediados de los años 80 -Sol LeWitt, Heimo Zobernig y Ugo Rondinone entre ellos- pretende establecer una relación entre el Arte concreto y la abstracción geométrica. Igualmente se recoge un apartado dedicado una serie de obras fuertemente objetuales que establecen una relación directa con el espacio arquitectónico y que están representadas en la grandiosidad de las obras de Julian Opie o Michael Heizer.

Para acabar, MAXImin establece un diálogo entre el espacio, la superficie y la línea con obras principalmente de Georges Vantongerloo y un completo acercamiento al Movimiento Zero en Europa, una corriente que nació a finales de los 50 y perduró hasta finales de los 60, como a corrientes afines al Op Art, el Arte Cinético y la Nouvelle Tendance. El blanco y negro dominan estos trabajos al igual que el uso de la luz, pero para ampliar detalles se ofrece al visitante la posibilidad de contemplar un vídeo sobre el movimiento.

Con todo esto la muestra es un buen paseo por el arte esencializado y una experiencia y un juego único con el que educar los ojos, tan acostumbrados a la sobreabundancia de significados visuales.

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