Peter Blake, el rey del icono profano

El retrato de un hombre con chaqueta de solapa y lleno de chapas e insignias recibe al espectador de esta exposición sobre uno de los baluartes del arte pop británico: Peter Blake (1925). El cuadro es Autorretrato con chapas (1961), la cita, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y su organización corre a cargo de la Tate de Liverpool, que hace un completo repaso a su trayectoria a través de 100 obras, desde sus comienzos a mediados de los cincuenta hasta las fechas actuales.

Peter Blake estudió en los 50 en el Royal College of Art de Londres, institución que congregó al núcleo principal del arte pop británico, lo que le hizo coincidir con artistas de la talla de David Hockney o R. B. Kitaj. Tras viajar durante dos años por Europa gracias a una beca de estudios, a finales de los 50 y principios de los 60 realizó varios collages llenos de mitomanía, así como obras con un estilo algo naif: una serie de retratos de niños con cómics y chapas de los que la muestra da buena cuenta. En muchos de ellos utiliza como soporte unas tablas sobre las que pinta retratos con óleo y luego los envejece dándoles un aire de iconos profanos de la modernidad. Esta interesantísima etapa da paso, a finales de los 60, a otra en la que su traslado desde el núcleo urbano al ámbito rural le hace sentir cierta curiosidad hacia el folclore inglés, la imaginación victoriana, la fantasía y las hadas, y la visión idealizada de la niñez. De ella queda constancia su serie de obras sobre Alicia en el país de las maravillas o las dedicadas a Titania u otros personajes del Sueño de una noche de verano de Shakespeare.

Su estancia en la naturaleza le conduce a ser en 1975 uno de los fundadores de la 'Hermandad de los Ruralistas', un grupo de artistas que trataban de combinar sus gustos culturales con una cierta fascinación por la naturaleza, así como la utilización de marcos al estilo más clásico -tratados en su mayoría con pan de oro- que contrasta con el aire moderno de sus composiciones. Ese mismo contraste se da en cuadros como Montgomery Clift fue gemelo (1981-1983), en el que la estrella de cine es retratada con aires decimonónicos y enmarcada en una estructura oval dorada de aire antiguo.

Gran interés por el coleccionismo

Lo que queda enormemente claro una vez que se recorre la muestra es el gran interés que le suscitan el coleccionismo -algo que se trasluce en varios de los collages hechos con postales-, o algunos fenómenos populares: la exhibición contiene retratos de diversos luchadores de pressing catch, cantantes como las Spice Girls, o modelos como Kate Moss. De hecho, no tiene ningún reparo en realizar encargos para músicos de su tiempo: suya es la portada del mítico disco de los Beatles, Sgt. Pepper's (1967); así como la más moderna realizada para el álbum de Oasis de 2006 Stop the Clocks.

En el recorrido de la exposición no hay que dejar de perderse una serie de homenajes a artistas de su tiempo, como Bacon o Hockney, pero sobre todo un conjunto de cuadros agrupados bajo el título de Gira Mundial de Marcel Duchamp en los que además que recordar al artista francés llega a representar a artistas modernos como Tracey Emin, concretamente en la obra Una partida con Tracey.

"Siempre emprendo mis obras como un viaje en el que explorarlo todo; como Alicia en el País de las Maravillas"https://www.elconfidencial.com/cultura/2007-10-20/dios-bendiga-al-guggenheim_739163/>ART IN USA