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Vámonos de fiesta barroca
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Vámonos de fiesta barroca

Juan Luis Galiardo, el eterno galán de los escenarios españoles, y Kiti Mánver, ganadora de un Goya, protagonizan esta noche una fiesta barroca en torno a

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Vámonos de fiesta barroca

Juan Luis Galiardo, el eterno galán de los escenarios españoles, y Kiti Mánver, ganadora de un Goya, protagonizan esta noche una fiesta barroca en torno a la figura del desventurado don Luis de Góngora y Argote. Música, interpretación, marionetas, karaoke y, sobre todo, poesía, configuran un espectáculo total en el Teatro Salón Cervantes (Comprar entradas).

La directora Mánver, modesta, dice que nada es creación suya, que se ha limitado a encajar las piezas y que "Barroco no es igual a examen coñazo, sino que se puede pasar muy bien y reconocerse en su cultura". Ese es el propósito final de A la luz de Góngora, llevar a escena las Soledades -junto con textos sobre el autor cordobés- con una variedad escénica que estorbe los esfuerzos del espectador por aburrirse y conseguir así implicarlo, porque más que una obra de teatro al uso, se trata de una fiesta.

Además de estos dos monstruos de la interpretación y de Virginia Muñoz, Rosa Miranda, Antonio Zafra y Bernabé Rico, que completan el reparto, al que se añaden los músicos Gloria María Martínez -arpa- y Alba Fresno -viola de gamba-. No obstante, la complejidad del montaje incluye dibujos de José Viera, marionetas y audiovisuales. Tras recorrer divesas localidades andaluzas -el espectáculo está muy influenciado por el barroco andaluz- llega a Alcalá, en una única representación que no deben perderse.

El cuerdo loco

Lope de Vega utilizó, en muchas ocasiones, el recurso del loco, o del personaje que se finge orate, para hacer burlas, para facilitar los enredos o para revelar ese tipo de verdades que sólo los niños, los borrachos o los locos son capaces, en su ingenua liberalidad, de delatar. No era, sin embargo, un recurso exclusivo de Lope. Cervantes lo empleó para su Licenciado Vidriera y, por supuesto, para Don Quijote, y Shakespeare con su Hamlet; Lope lo utilizó en La dama boba -aunque se finge boba, el truco es el mismo-, en La locura por la honra, El loco por fuerza y en El cuerdo loco.

En esta obra, los disparates del príncipe Antonio, que se finge loco para poder vengarse del traidor Dinardo, quien le ha arrebatado el trono de Albania y el amor de su madre -¿les suena?-, están llenos de doble sentido. Aunque sus palabras parecen desvaríos, hablan de su situación y avisan de sus intenciones. Pero como todos le creen loco, la revancha del Príncipe les cogerá desprevenidos. Claro que, el espectador, que está avisado de la tramoya, se volverá cómplice del fingido orate, y reirá sus gracias justicieras si consigue penetrar en su discurso, ornado con dioses del Panteón clásico que, algunas veces, guardan celosamente el secreto de su significado. Ello convierte a El cuerdo loco en una comedia elevada, que exige mucho del público.

El encargado de volver a subir a las tablas a Antonio, Lucinda y Dinardo es Carlos Aladro, lo que garantiza una visión coherente, sólida y renovada del clásico, bien es cierto que poco conocido, de Lope de Vega. Tras pasar por La Abadía, inicia un nuevo proyecto con Teatro en Tránsito con intérpretes tan versados en el clásico como Israel Elejalde o Juan Ribó junto a rostros frescos como el de Beatriz Segura. Toda una garantía (Comprar entradas).

El Buscón

Huelga explicar que El Buscón no es un texto dramático, sino una novelita picaresca de Francisco de Quevedo, y una de sus piezas más célebres. Al tratarse de un texto en primera persona, es relativamente fácil convertirlo en un monólog, como hiciera El Brujo con El Lazarillo de Tormes y como hacen Ramón Barea -director- y José Luis Esteban -intérprete-. La palabra cobra importancia suprema, todo gira alrededor del relato, de la voz narradora. El aparato escénico se reduce al mínimo, exigiendo al actor una consistencia y una capacidad tal que llene el escenario con su presencia. Esteban cuenta con un bagaje amplio en cuanto a lecturas dramatizadas, pues ya probara con De parte de Marte, El ejército invisible o No, no siempre fui tan feo (Comprar entradas).

Otros espectáculos

Fuera de las tres dimensiones del teatro, los Multicines Cisneros programan el ciclo 'El séptimo clásico. una mirada al arte'. Hoy, a las 18:30 y 21:00 respectivamente, se proyectan Copying Beethoven y Retrato de una obsesión. Ambas se caracterizan por la brillante interpretación de sus protagonistas, Ed Harris y Nicole Kidman.

Los niños tendrán la ocasión de aprender lo mejor de nuestra literatura de la mano de Légolas Colectivo Escénico, quienes desde la Casa Natal de Cervantes, nada más y nada menos, impartirán diversos cursos y talleres en torno a la mejor poesía clásica de la lengua española. La inscripción sólo cuesta 2 euros.

Fin de semana

Mañana viernes, un estreno, Enrique IV, y un estreno absoluto, El caballero y los músicos de palacio. José Sancho acomete la dirección e interpretación del Enrique IV de Luigi Pirandello que ya interpretara bajo la batuta del gran José Tamayo -en la que fue su última dirección-. Ahora, el alumno intentará emular al maestro. Por su parte, El caballero... es la puesta en escena de una serie de danzas y tradiciones del medievo mediterráneo que Josep Castells llevará a la escena complutense en una única representación. Laura Ripoll interpretará y dirigirá sábado, domingo y martes Basta que me escuchen las estrellas, sobre versos autobiográficos de Lope de Vega.

Juan Luis Galiardo, el eterno galán de los escenarios españoles, y Kiti Mánver, ganadora de un Goya, protagonizan esta noche una fiesta barroca en torno a la figura del desventurado don Luis de Góngora y Argote. Música, interpretación, marionetas, karaoke y, sobre todo, poesía, configuran un espectáculo total en el Teatro Salón Cervantes (Comprar entradas).