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El turno de Calderón
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El turno de Calderón

Esta semana le toca el turno a don Pedro Calderón de la Barca, con dos estrenos, el drama filosófico La vida es sueño y el auto

Esta semana le toca el turno a don Pedro Calderón de la Barca, con dos estrenos, el drama filosófico La vida es sueño y el auto sacramental La devoción de la cruz, y, a final de semana, El pintor de su deshonra de la mano de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que habrán de competir con los rostros televisivos de La fierecilla domada, Alexandra Jiménez y Carla Hidalgo y con la ópera del Teatro Real El casamiento, de Musorgski.

Nuestro autor barroco más célebre, nuestra obra teatral más representada, llegan a Alcalá con La vida es sueño de la Compañía Siglo de Oro de la Comunidad de Madrid. Con versión de Pedro Manuel Villora y dirección de Juan Carlos Pérez de la Fuente, Fernando Cayo será el agraciado con el rol de Segismundo, el príncipe de Polonia encerrado en una torre a causa de una profecía.

La vigencia de la obra, más allá de los bellos versos de Calderón y la fuerza del ineludible monólogo, es total. El debate entre determinación y libre albedrío sigue tan vigente como en el diecisiete, bien se mire desde la sociología como desde la biología; y qué decir de la duda entre realidad y apariencia, toda vez que la investigación neurológica ha advertido las peculiares formas de reestructuración de la realidad de nuestros órganos cognoscitivos.

Más Calderón

Del miércoles al viernes, en el Claustro del Colegio del Rey, Cámara Negra representará un auto sacramental calderoniano, desprovisto de lo sacramental. Su interpretación tiende a lo psicológico, con un juego entre Tótem (la cruz) y Tabú (el incesto) que parece irle bien a una obra que exhibe lo avanzado y complejo del pensamiento calderoniano, demostrando que es el dramaturgo más profundo de nuestro teatro clásico.

No es, sin embargo, el auto sacramental un género que hoy se represente con asiduidad. Su temática, como ocurre en esta versión, debe ser reinterpretada para tener una esperanza razonable de que el público responda. ¿Quién le pondrá el cascabel a este gato? El riesgo de Carlos Álvarez-Ossorio, director, por haber elegido este texto y no otro más complaciente merece ya, de inicio, un aplauso.

Shakespeare, la competencia

El gran dramaturgo inglés es, incluso en nuestro país, competencia para nuestros propios clásicos. Al terminar el mes en Alcalá se habrán visto tres calderones, tres lopes y tres shakespeares. Parece haber una devoción 'bloomiana' entre nuestros cómicos que, quizá, tenga más que ver con la taquilla que con la pasión artística.

Prueba de ello es la cantidad de rostros conocidos que adornan sus montajes. Si hace poco veíamos la inconsistente versión de Hamlet de Juan Diego Botto -a quien no se puede perdonar haber mutilado la escena primera del quinto acto-, con José Coronado y Marta Etura, suben ahora al escenario las televisivas Alexandra Jiménez y Carla Hidalgo con La fierecilla domada.

Claro está, no por ser 'criatura catódica' se va a ser peor intérprete. Una agradable sorpresa fue el trabajo de Enrique Simón -Supermarket- en La dama duende -en 2000-, y Daniel Albaladejo, conocido por su papel en Camera Cafe, está cuajando una interesante colaboración con la CNTC. Los rostros conocidos atraen público nuevo al teatro, pero este público también necesita un autor 'taquillero' para animarse. Parece ser que éste es William Shakespeare.

Fin de semana

Para terminar la semana y, con esta, el Festival, broche de oro. El pintor de su deshonra, estrenado en primavera con gran éxito por Eduardo Vasco y Cía. estará sábado y domingo sobre las tablas del Teatro Salón Cervantes. Y, en el Corral de Comedias, la producción del Teatro Real El casamiento, ópera de Modest Mussorgski que tiene las trazas de una comedia de enredo. Quizá una buela elección para quienes quieran iniciarse en esto tan exclusivo de la ópera, lejos de las galas del Real de Madrid.

Esta semana le toca el turno a don Pedro Calderón de la Barca, con dos estrenos, el drama filosófico La vida es sueño y el auto sacramental La devoción de la cruz, y, a final de semana, El pintor de su deshonra de la mano de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que habrán de competir con los rostros televisivos de La fierecilla domada, Alexandra Jiménez y Carla Hidalgo y con la ópera del Teatro Real El casamiento, de Musorgski.