"Con el 'corralito' también seguimos viendo grandes películas argentinas"

Útil, coherente y cercano. Así resume su modelo de festival de cine el nuevo director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar. Después de cinco años al frente del certamen, Carmelo Romero pasaba el bastón de mando a finales del pasado año a Vigar, un malagueño tremendamente enamorado del cine que ya había tenido cargos de dirección en el pasado.

"A mediados del 2011, Romero me llamó para ver si le podía dar otro rumbo al festival. Y en estos momentos que el certamen ha encontrado un sosiego en lo económico, y dado que Carmelo tiene 75 años y quiere pasar a un segundo plano, era natural este relevo. Como malagueño y amante del cine es un privilegio", confiesa Vigar a El Confidencial.

Ante sí tendrá el reto de seguir afianzando un festival que se ha convertido en referencia del cine español y, por qué no decirlo, en uno de los salvadores de una parte importante de nuestra industria, dando visibilidad a cintas de bajo presupuesto o con dificultades para salir al mercado.

"Sería muy petulante por nuestra parte afirmar eso. Somos humildes en el planteamiento, somos conscientes de donde venimos y a dónde vamos y de que a veces resultamos bastante convincentes y lo trasladamos a la industria", explica, añadiendo que "no solo importa el modelo de financiación, sino también que los festivales tengan la valoración y el respeto del sector en la medida en que nos convertimos en escaparates magníficos para que el cine español se difunda y distribuya", explica.

Por ello, el festival contará este año con más ventanas, ampliando el número de cintas que compiten en la Sección Oficial y creando una nueva sección llamada Málaga Premier. Una selección de estrenos que por su narrativa, temática, formato técnico o por la propia trayectoria de sus directores viene a complementar la sección oficial. "El festival debe crecer en su identidad. Tiene una enorme receptividad, mucha participación y teníamos que abrir más los contenidos. Y como la sección oficial solo aguarda unos huecos, hemos creado Málaga Premiere, que enriquece la sección oficial", comenta.

La XVI edición será un evento más cercano a los malagueños. "El festival tiene que sentarse más sobre la rica cultura de la ciudad de Málaga y no puede ser algo que nace un sábado con una alfombra roja. La ciudad tiene que vivir el cine previamente. Y se me ocurrió algo sencillo: poner a Málaga y su cultura en contacto con el cine dos semanas antes. Así nació el MAF, donde el cine es argumento de otras disciplinas, gastronomía, música, teatro...".

Útil como Carmina o Revienta el pasado año. La ópera prima de Paco León demostró que otro modelo de financiación es posible. Ganadora de tres Biznagas de Plata (Mejor Actriz, Premio del Público y Mención Especial del Jurado), esta cinta de bajo presupuesto pasará a la historia del cine español como la primera película patria que se estrenó de forma simultánea en salas de cine, internet y DVD.

"Sí, es una gran referencia. Cuando Paco León nos manda la película, lo hace con cierto pudor. Hay un comité de selección que le encanta y que apuesta por llevarla en la Sección Oficial, porque es una película que va en la línea de lo que queremos ofrecer, precisamente de un modelo que habla del cambio de modelo. Y Paco no solo ha sido un director con el valor de ofertar una manera de producir cine barata y sencilla y sobre elementos identitarios, sino que ha tenido un protagonismo en el estreno en ventanas simultáneas.

 

Una experiencia exitosa que ha demostrado a la industria que otras vías de negocio son posibles. "Se ha convertido en experiencia piloto. Eso demuestra lo inteligente que es. Ha recorrido un camino que otros no habían hecho. Y ese y otros casos han servido para que la UE invierta dos millones de euros en un proyecto piloto con tres corporaciones de distribuidores, en las que dos de ellas hay representación española, para hacer estrenos en ventanas simultáneas de 20 películas en cada país. A partir de ahí se sacan conclusiones vemos por donde podemos ir. Ese es el concepto de utilidad".

No obstante, León se encontró con un boicot activo por una parte de la industria. "Cualquier cambio genera tensiones, genera personas que se siente vulneradas en su estatus. Pero de estas experiencias que un día son convulsas, también se podrá llegar a conclusiones", confiesa.

Será la única manera de salvar nuestro cine. "Sin duda. Son fórmulas sencillas. Estamos viviendo una revolución. ¿Cómo salir de todo esto? Está claro que del diálogo y del consenso es como se va a crecer. Prueba de ello son esas comisiones sectoriales que están trabajando con el ministerio para definir un nuevo modelo de financiación. En Málaga, si no sentimos que es un proyecto de todos, probablemente no creceremos. El cine español tiene futuro y mucho".