Bridget Jones pierde kilos y gana ‘followers’

A estas alturas ya se habrá enterado de la sorpresa que tenía guardada Helen Fielding para Bridget Jones: Loca por él (Planeta), la tercera entrega de la famosa saga literaria. Y si no, no se lleven las manos a la cabeza. Es necesario conocer ese dato para entender las razones por las que la escritora ha decidido enfrentar a Bridget a este dramático suceso.

Mark Darcy, el hombre con el que tanto soñó y por el que se dejó la piel luchando, ha muerto. Pero no dramaticen como esos miles de fans que se han lanzado a las redes sociales a comentar que el fallecimiento es inadmisible, incluso sin apenas haber leído las nuevas andanzas de la otrora solterona londinense. Darcy ha muerto como Jesucristo: por los demás, por Bridget, para que el personaje siga vivo.

Ese era el único destino posible para que una tercera novela de Bridget tuviera sentido. Después de años y años queriendo llevar al altar a Darcy, lo realmente inadmisible hubiera sido que ese amor se hubiera evaporado de la noche a la mañana. ¿Bridget Jones divorciada? ¿En qué cabeza cabe? Y es que, salvando las distancias, ¿se imaginan a Sira Quiroga buscando un nuevo amor con la presencia constante de Ramiro?

Dejarla viuda es cruento, sí. Pero era la mejor manera de devolvernos a la Bridget de los noventa. Además, ahora llega con un teléfono móvil en la mano y una cuenta de Twitter. Bridget ya no sólo está obsesionada con su figura. También con la popular red social. Ya no cuenta los kilos que pierde. Ahora también los seguidores que gana o se esfuman. Todo un drama actual. Y si no que se lo pregunten a más de una periodista de su edad o algo más joven.

Una revisión a la altura

Fielding ha actualizado de forma brillante el personaje. La ahora viuda utiliza las nuevas tecnologías para echar un polvo. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez? Una mujer tiene sus necesidad tenga la edad que tenga. Lo del amor ya vendrá después. Bridget vuelve a convertirse en ejemplo, ahora para las mujeres de cincuenta. Es una cougar. Y como toda cougar tendrá las típicas dudas sobre las verdaderas posibilidades de mantener una relación estable y duradera con un toy boy. ¿O es que acaso por ser madre y cincuentona una mujer debe olvidarse de su cuerpo?

Y todo ello mezclado con su humor de siempre. Bridget sigue siendo el mismo desastre... o incluso peor porque ahora tiene a dos hijos pequeños a su cargo que le recuerdan de manera constante sus locuras. Pero, ¿qué sentido tendría una Bridget perfecta?

En cuanto a los que creen que no será posible llevar esta tercera entrega a la gran pantalla, están equivocados. Bridget sobrevive sin Darcy, así como la cinta podrá sobrevivir sin Colin Firth. Sólo es cuestión de encontrar al perfecto toy boy. Guapísimo, treintañero, abdominales pintados con aerógrafo... Hagan sus apuestas. Los derechos de la novela ya han sido vendidos por más de 3 millones de euros.