El Diccionario Biográfico perdona los recortes sociales a Zapatero

“Durante 2010, la situación económica se hizo insostenible y Rodríguez Zapatero se vio obligado a adoptar una serie de medidas para rebajar el insoportable déficit público”, justifica José Manuel Otero Lastres en la biografía que ha escrito del ex presidente en el polémico Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de Historia, que acaba de completar sus 50 tomos a punto de cumplirse tres años desde su aparición.

En un perfil aséptico y amable con el ex presidente, el autor recuerda la situación económica del país como algo ajeno al gobierno de Rodríguez Zapatero y “la realidad” como un concepto indomable por el mismo. La entrada da a entender que “la serie de medidas” eran las únicas que se podían tomar. Recordemos que acordó reducir el salario de los funcionarios públicos en un 5%, “congelándolo”, junto con las pensiones, para 2011; suprimió la deducción de los 400 euros en el IRPF; recortó las inversiones en 6.000 millones de euros; suprimió el cheque-bebé; redujo el gasto de Ayuda al Desarrollo en 600 millones de euros; y amplió la edad de jubilación.

Antes de aquel mayo negro de 2010, María Teresa Fernández de la Vega, Vicepresidenta del Gobierno, había declarado: “Cumpliremos con la reducción del déficit sin dejar de proteger a los más débiles, y vamos a exigir un esfuerzo mayor a las rentas más altas”. Como se terminó demostrando, la declaración no fue más una promesa vacía, un guiño a la izquierda por parte de la diputada del PSOE, que pasó a engordar el saco roto de la escalada de traiciones que cometía el entonces presidente a su electorado.

Obviar errores

Otero Lastres escribe sobre la segunda legislatura de Zapatero que “estuvo influenciada por la crisis económica que se desató en Estados Unidos a mediados de 2007, que afectó a las principales del mundo, y que comenzó a sentirse en España en el año 2008, en el que el PIB solamente creció un 0,9% frente al 3,6 del años anterior”. Tanta amabilidad en el ejercicio gubernamental lleva al autor de la biografía a obviar errores que el propio Zapatero ha reconocido, como el hecho de que el ex presidente reconociera a tiempo la crisis, negándose, incluso, a mencionarla.

Al poco de llegar a La Moncloa dijo que su biografía estaba por llegar. Pues ya la tiene. Y la ha escrito un profesor suyo en la Universidad. Otero –reconocido como el mejor abogado de España en materia de propiedad intelectual- también lo fue de Mariano Rajoy. Quizá la cercanía con el personaje le haya llevado a pasar por encima la cita que tuvo Rodríguez Zapatero, en septiembre de 2010, en Nueva York, con banqueros y representantes de los fondos de inversión de Wall Street, y donde el poder financiero ganó la partida de la “economía competitiva” a cambio de árnica.

Fue a la salida de esta cita cuando empezó a incumplir con la protección de los más débiles. También se olvida el profesor del biografiado de su primer discurso como presidente, en el que prometió no decepcionar a sus votantes.

Hay que reconocer al perfil que los dos zapateros quedan bien recogidos. Si la amabilidad sale con fórceps en la segunda legislatura, en la primera es una copla al gobernante prosocial, con el reconocimiento de la retirada de las tropas de Irak, el arriesgado diálogo con ETA, los desafortunados acuerdos en política territorial y, sobre todo, la ampliación de los derechos sociales.

Contra los pronósticos

Biografías como esta son a la ejemplaridad pública, la Biblia de la integridad política: “Desde el punto de vista económico, Rodríguez Zapatero heredó una economía saneada con un crecimiento medio anual del PIB, desde el año 2000, ligeramente superior al 3 por ciento. Durante su primera legislatura el PIB llegó a alcanzar la cota del 4 por ciento en 2006, y se mantuvo en el 3,6 por cien en 2007”.

Los atentados del 11 de marzo, y sobre todo el modo en que lo manejaron los dos partidos mayoritarios, provocaron un vuelco en los pronósticos electorales

Sin duda, el momento más delicado en la memoria de la trayectoria política de Rodríguez Zapatero son las elecciones generales de marzo de 2004. Otero Lastres traza una línea ecuánime en los acontecimientos, en referencia a los atentados del 11 de marzo, que acabaron con la vida de 191 personas: “Este hecho, y sobre todo el modo en que lo manejaron los dos partidos mayoritarios, provocaron un vuelco en los pronósticos electorales”.

El último párrafo de la última de las siete columnas dedicadas a la vida del presidente, el biógrafo entiende que, además de su retrato político, debe tallar una breve efigie de su lado humano, para rematar el elogio: “Los que conocen de cerca al presidente Rodríguez Zapatero destacan su caballerosidad, su buen carácter, la capacidad para no alterarse externamente en las situaciones más comprometidas, su buen talante personal y el trato afable con sus colaboradores. Entre sus aficiones, figuran los deportes, en general, y el baloncesto en particular, la pesca, el montañismo y la lectura”. Un trabajo redondo al amparo de la Real Academia de la Historia.

El 11-M, tres visiones

Con la publicación de esta entrada se cierra el ciclo presidencial, con la misma amabilidad con la que se trata a Zapatero, marcado por los atentados del once de marzo de 2004.

El biógrafo de José María Aznar, Manuel Jesús González ensalza su política económica y reduce a un párrafo su implicación en la Guerra de Irak y lo vincula a la estrategia de ascensión internacional del país, y abandonar la categoría “de segunda”. Prefiere obviar las conspiraciones y la manipulación informativa que realizó el Gobierno ante el atentado de 2004 y se limita a deslegitimar el resultado de las elecciones generales: “En un clima social traumático, tras el atentado terrorista del 11-M, el Partido Popular pierde las elecciones del 14 de marzo de 2004”.

Por su parte, a Mariano Rajoy se le dibuja como el presidente perfecto. Explica su biógrafa que cuando se le han presentado problemas los ha resuelto con diligencia y eficacia. Un relato sin mácula, un lifting en toda regla. Entre tanto jabón no encontrarán una sucia burbuja sobre los casos de corrupción que asuelan al partido que preside:Gürtel y Bárcenas.Ni una línea.Tampoco una sola dedicada al rescate de la banca o al paro incontrolable.

Y sobre los atentados del 11-M, Elena San Román, autora de la biografía, aclara el motivo por el que su protagonista no pudo ser presidente a la primera: “El atentado terrorista de Atocha del 11 de marzo de 2004, tres días antes de la selecciones generales, influyó en la opinión pública y provocó un vuelco en los resultados electorales que habían anunciado todas las encuestas”. Tampoco hay mención a “el modo en que lo manejaron los dos partidos mayoritarios”.