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Joan Navarro: "No nos hemos regenerado democráticamente, hemos retrocedido"
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Joan Navarro: "No nos hemos regenerado democráticamente, hemos retrocedido"

El sociólogo Joan Navarro publica junto a José Antonio Gómez Yáñez un libro en el que abogan por desprivatizar los partidos, así como adaptarlos a las nuevas circunstancias

Foto: Albert Rivera (i) y Pablo Iglesias durante un debate electoral en 2015. (EFE)
Albert Rivera (i) y Pablo Iglesias durante un debate electoral en 2015. (EFE)

¿Están muriendo los partidos políticos? Uno, a primera vista, podría pensar que sí. Al menos de la forma tradicional. El número de afiliados en España de formaciones políticas no hace más que bajar y los nuevos partidos (Ciudadanos y Podemos) no han conseguido insuflar el aire fresco que se esperaba. En su lugar, han sido contaminadas por las mismas malas costumbres de los anteriores partidos.

Foto: Pablo Yáñez, de Ciudadanos.

Pero no es un fenómeno exclusivo de España: los partidos tradicionales están en crisis. Cada vez más votantes se deciden por fuerzas disruptoras y desestabilizadoras que basan su éxito en personalismos y en 'hombres fuertes'. Sobre esta crisis escriben Joan Navarro, vicepresidente de Asuntos Públicos de Llorente y Cuenca y José Antonio Gómez Yáñez, profesor de sociología en la Universidad Carlos III. Han publicado ‘Desprivatizar los partidos’ (Gedisa), en una colección de interés público, +Democracia, que ayuda a esclarecer el panorama político en este contexto de confusión y ruido.

El libro de Navarro y Gómez Yáñez no es un ensayo para todos los públicos, pero sí para cualquier interesado en entender cómo funcionan los partidos políticos, si es verdad que estén en decadencia y, en tal caso, cómo salir de este atasco. Es decir, toda persona que tenga un papel relevante en la esfera pública y trabaje en el día a día con los partidos.

Contra la pluralidad de los partidos

Ciudadanos y Podemos han sido un fracaso como partidos que representaban la nueva política, explica Navarro en su despacho de Llorente y Cuenca. ¿Por qué? "Al final han adquirido los vicios de los viejos partidos", relata. El pucherazo en las primarias de Ciudadanos en Castilla y León son un ejemplo o los problemas de Podemos en Cataluña son algunos ejemplos.

“Ante el incremento del nivel de competencia y de complejidad de la actividad política, los partidos, como cualquier organización, reaccionan intentando reducir su pluralidad interna, tendencialmente a costa de los procesos deliberativos internos, y concentrando sus procesos de decisión en grupos cada vez más reducidos en torno al líder”, escriben los autores.

Foto: Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Cs). Montaje: (EC)

Como escribía el periodista Rafael Méndez el pasado fin de semana en este periódico, “la cultura de las primarias y las votaciones entre las bases para elegir a sus representantes va calando en la política española. Pero solo sobre el papel”, ya que las primarias están sirviendo tan solo para que los líderes de cada partido coloquen a sus preferidos.

¿Quién quiere ser afiliado?

Por otro lado y de forma paralela, el modelo de afiliados pierde atractivo. Como señalan los autores, casi todos los partidos europeos pierden afiliados: los alemanes CDU y SPD han pasado de más de un millón de afiliados en los años 1980 a apenas medio millón, mientras que otras formaciones políticas en Francia, Reino Unido o España están por debajo de los 200.000. “En síntesis, poco más que sus cargos públicos o allegados”.

Pese a que cada vez menos gente 'pertenezca' a los partidos, no dejan de ser de carácter casi-público. Los autores abogan por desprivatizar los partidos para que un partido político español no tenga menos obligaciones de control y transparencia de sus cuentas y funcionamiento que una comunidad de vecinos, una cooperativa o una empresa.

En ese contexto, hay que evitar que se "personalicen" los partidos, porque esa individualización los vuelve más débiles. En uno de sus párrafos más clarividentes, escriben: “A partir de la reducción del debate, los partidos han disminuido su capacidad para producir alternativas internas, ya sean nuevos liderazgos con capacidad de atracción social o posiciones políticas renovadas”.

El retroceso de la regeneración

“No solo no hemos avanzado en regeneración democrática. Hemos retrocedido”; explica Navarro, que señala que los partidos están muriendo por endogamia y por monopolio organizativo. Navarro usa la metáfora de Airbnb o Amazon para pronosticar el futuro de los partidos. "Seguirán siendo necesarios para ejercer la intermediación, pero tienen que entender que ha habido un cambio de estructura de poder. Los políticos aún no han aprendido nada", justifica.

En ese sentido, considera que Vox, la nueva irrupción electoral, "entiende bien a su electorado". Al contrario que el resto de formaciones políticas, “Vox es una plataforma. Son más digitales que Podemos”, señala Navarro, en línea con su pronóstico de una plataforma donde los electores se convierten en nuevos consumidores.

Foto: Imagen: EC.

“Los partidos seguirán existiendo. Tienen que adaptarse a las nuevas circunstancias que rigen la nueva economía”, dice Navarro, que defiende que hay que establecer sistemas de control más rigurosos. Pero además manda deberes a los votantes: “Cuando no hemos tenido opción este país ha tenido la capacidad de crear nuevos partidos. Pero hay que aprender a pactar. Los ciudadanos tienen que aprender a no castigar el pacto y no maximizar la diferencia”, culmina.

¿Están muriendo los partidos políticos? Uno, a primera vista, podría pensar que sí. Al menos de la forma tradicional. El número de afiliados en España de formaciones políticas no hace más que bajar y los nuevos partidos (Ciudadanos y Podemos) no han conseguido insuflar el aire fresco que se esperaba. En su lugar, han sido contaminadas por las mismas malas costumbres de los anteriores partidos.

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