Zasca, sieso, mensajear o arboricidio, algunas de las nuevas palabras de la RAE

Las nuevas realidades exigen incorporar las palabras que las nombran. Una tarea de revisión del significado y de actualización al compás de los tiempos. Y eso es lo que ha hecho hoy la Asociación de Academias de la Lengua Española, que ha presentado las novedades de la 23.ª edición del Diccionario de la lengua española (DLE).

Por supuesto, algunas de las principales novedades en esta nueva edición del diccionario corresponden a palabras de uso común entre los hablantes de nuestra lengua en el campo de la tecnología y la informática, como 'mensajear' —comunicarse por medio de mensajes escritos por medio de un teléfono celular—, pero también españolismos como 'casoplón' o 'sieso', o términos referidos al mundo de la música o de la alimentación, como 'beatlemanía' (con acento incluido) o 'muesli', ha explicado esta mañana Santiago Muñoz Machado (director de la RAE y presidente de la ASALE).

Tal como expresaba el lingüista y filósofo Ludwig Wittgenstein, "los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo". Por eso se vuelve urgente y necesario que la Academia reconozca términos como 'arboricidio' —tala injustificada de árboles— en el ámbito medioambiental, o la voz 'antitaurino', por el fuerte movimiento social creado en torno a las corridas de toros y la práctica del toreo. El reconocimiento normativo de estas palabras son ejemplos de la actitud que adoptan los hablantes ante los problemas que plantea la actualidad.

Entre otras novedades, hay nuevas acepciones de palabras como 'deconstrucción' o enmiendas (284 en total) en términos como 'homeopatía' (que se referirá a partir de ahora a "práctica" y no a "sistema curativo").

El popularizado y coloquial 'zasca' —respuesta cortante, chasco, escarmiento— también tendrá un hueco en el diccionario, junto a otros españolismos como 'bordería' —de borde, impertienente, antipático o malintencionado—, 'casoplón' —por casa grande o lujosa—, o 'sieso' —dicho de persona desagradable, antipática o desabrida—. Se recogerán también americanismos como 'amá' y 'apá', que en España solo se utilizan en el País Vasco pero sí están popularizados en países de Latinoamérica como Chile, Colombia, Honduras o México.

La académica Paz Battaner también ha adelantado las modificaciones y nuevas palabras que se suman a esta nueva edición del DLE, como 'Holocausto' (ahora con mayúscula en su segunda acepción), 'andropáusico' —adjetivo dicho de un hombre que está en la andropausia, periodo en el que cesa la función reproductora—, 'capillita' —que vive con entusiasmo las actividades organizadas por las cofradías religiosas— y 'annus horribilis' —año de gran infortunio—.

El léxico deportivo también se enriquece con la palabra 'centrocampismo' —en el fútbol y otros deportes, táctica que favorece el juego en la zona central del campo—.

Hay también extranjerismos adaptados que se ajustan a la forma española, como 'penthouse' —apartamento o piso de lujo, generalmente con terraza, situado en la última planta de un edificio—, una voz que se utiliza en América pero que en el diccionario aparece en cursiva para diferenciarlo de la revista erótica. También se escribirán en cursiva términos como'brunch' o 'brioche'.

Entre otras cosas, habrá 88 adiciones de acepción como 'aplicar' —presentar una solicitud oficial para algo, como un puesto de trabajo, una beca o una plaza en la universidad— o 'fraternidad' — en la que se ha añadido el concepto de 'residencia de asociación estudiantil—. En total, el diccionario cuenta con la adición de 229 artículos. Además de las citadas, se han añadido otras palabras como 'casteller', 'cumplemés', 'testear', 'panhispánico' o 'agendar', en la persecución continua e imparable de la RAE para recoger la realidad nombrada por sus hablantes.