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Lo que escondía la chabola: bajo esta excavación en Entrevías hay un tesoro andaluz
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Lo que escondía la chabola: bajo esta excavación en Entrevías hay un tesoro andaluz

Un grupo de arqueólogos excava un descampado en uno de los barrios más populares de Madrid. La historia secreta del chabolismo en la capital. "Me ha sorprendido encontrar un bote de crema bronceadora"

Foto: Excavación arqueológica en Entrevías. (A.M.V)
Excavación arqueológica en Entrevías. (A.M.V)
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¿Qué puedes encontrarte en una excavación arqueológica en Entrevías? Lógicamente: discos de flamenco.

Entrevías no era aún Entrevías cuando las pocas casas que había fueron destruidas por los bombardeos nacionales de la Guerra Civil. Después de la guerra, Entrevías eran miles de chabolas y el Poblado Dirigido de Entrevías.

Entrevías es ahora Entrevías, pero para conocer todos los Entrevías enterrados en Entrevías es bueno acercarse a una excavación arqueológica singular: en una parcela de mil metros cuadrados, junto a la parroquia de San Carlos Borromeo, arqueólogos del CSIC buscan vestigios domésticos de los colonos de Entrevías (andaluces y extremeños). En busca de la chabola pérdida.

placeholder Fotografiando vestigios. (A.M.V)
Fotografiando vestigios. (A.M.V)

En 1936, Robert Capa fotografió una casa de Entrevías (Peironcely 10) agujereada tras un bombardeo de la Legión Cóndor. Junto a la casa, está ahora la Plaza Robert Capa, que es más descampado que plaza, y donde está ahora la excavación arqueológica.

"Empezamos a tirar del hilo estudiando las fotos de Capa”, cuenta José María Uría, director cultural de la Fundación Anastasia de Gracia, instigadora de la excavación. Paseando un día por la plaza Robert Capa, Uría encontró restos de unas baldosas hidráulicas de los edificios bombardeados durante la guerra.

Tras compartir el hallazgo con el arqueólogo Alfredo González Ruibal, concluyeron estar ante la "última parcela no construida en Madrid tras la Guerra Civil". En realidad, alguien había construido ahí tras la guerra, pero a su manera: las primeras chabolas de Entrevías. "Miseria construida sobre destrucción", resume Uría.

Foto: Fotografía de las pirámides de Giza (Fuente: iStock)

En efecto, sobre las ruinas de la guerra, construirían sus chabolas los emigrantes del sur de España que llegaron en oleadas a la capital (éxodo rural). El chabolismo arrancó en 1942, cogió el turbo en los cincuenta y tocó techo en 1956. En 1957, el régimen prohibió construir en Entrevías.

Carlos Posada (75 años) fue uno los primeros colonos de Entrevías. Colono bebé. Posada llegó a Madrid, desde la provincia de Sevilla, en 1948, cuando tenía un año, y vivió durante 17 años en una chabola frente a la plaza Robert Capa. A Posada, exquiosquero y ex jefe de sala de un bingo, la excavación le ha "removido los recuerdos". Posada recuerda así los años heroicos:

placeholder Carlos Posada, vecino de Entrevías y veterano del chabolismo. (A.M.V)
Carlos Posada, vecino de Entrevías y veterano del chabolismo. (A.M.V)

"No había ni luz, ni agua en la chabolita. Usábamos velas. Pis y caca se hacían en un bote y en el campo. Para bañarte, la abuela llenaba un barreño en la fuente y calentaba el agua al sol".

"Entre mi acera de chabolas y la de enfrente, la de la excavación, vivíamos unas 125 personas. Éramos una comunidad: si una madre se iba a trabajar, dejaba a sus hijos con otra familia y les daban de comer lo que tuvieran. Había muchas necesidades, pero aún más cariño y respeto".

"Cuando llovía fuera, llovía dentro también: abrías el paraguas en la chabola para no mojarte"

"Los techos de la chabolita eran de uralita. Cuando llovía fuera, llovía dentro también: abrías el paraguas en la chabola para no mojarte".

Posada y el resto de chabolistas fueron realojados en los sesenta/setenta en las torres de pisos que hay frente a la estación de cercanías de Entrevías (construida posteriormente).

Chabolalandia

En 1956, Entrevías era Chabolalandia: 4318 chabolas y 25.000 chabolistas, según datos de 1963 de la 'Revista de Arquitectura'. 834 de las chabolas estaban en la zona (Entrevías vieja) donde se excava ahora.

En el Pozo del tío Raimundo, una de las zonas más grandes de Entrevías, al sureste de la excavación, había 5 chabolas en 1940, 52 en 1954 y 1714 en 1956. Ese año, el 48% de los colonos del Pozo eran andaluces (el 30% de Jaén y el 11% de Córdoba); el 22%, extremeños, y el 5% de Madrid. Mayormente jornaleros muertos de hambre.

"La emigración se realizaba, generalmente, de la manera siguiente: 1) Llegaba el marido, solo, en busca de trabajo. 2) Después de encontrarlo como peón de la construcción, en la mayor parte de los casos construía su chabola, dejándola en unas condiciones mínimas para habitarla. 3) Finalmente, traía consigo a su familiar: mujer e hijos", según la 'Revista de Arquitectura'.

Al contrario de lo que cabría imaginar, las chabolas de Entrevías no eran gratis. Los terrenos agrícolas del Pozo, por ejemplo, eran de unos hermanos (los Santos) y de entidades como Parcesol, que detectaron "el negocio de la parcelación y venta de los mismos", lo que trajo cierta planificación urbana.

"Las chabolas han surgido con cierto orden, y no de manera anárquica (como ocurre en otros suburbios), pues se trazaron calles paralelas en general a las líneas del terreno y entre sí, y perpendiculares a la vía del ferrocarril", según el artículo.

Los inmigrantes también pagaban los materiales de construcción (generalmente préstamos de las sociedades de entierros). Las chabolas se construían del tirón entre la última hora del sábado y la primera del domingo. Su proliferación desbordó al régimen.

Foto: Imagen de las protestas por el fraude del pan. ('Orcasitas. Memorias vinculantes de un barrio')

Extractos de artículos de la época: "Cada día 3000 familias vienen a Madrid sin haber sido contratadas previamente". "La urbanización espontánea: un barrio extremeño surge en las afueras de Madrid”. "Ya somos dos millones de habitantes en este Madrid inefable. ¿Y ahora qué hacemos?... Constituimos una urbe que comienza a ser 'monstruo', por lo que no es de extrañar que sus problemas sean monstruosos… Los que llegan, ¿a qué vienen? Esta es una pregunta legítima de todo ciudadano que viene padeciendo año tras año las crecientes dificultades de la urbe".

El 21 de septiembre de 1957, el franquismo tomó una decisión drástica: prohibir la entrada en Madrid a todo aquel que no tuviera una vivienda. Un decreto antiextremeños y antiandaluces para frenar los "asentamientos clandestinos" de chabolas en la capital. Poco después del decreto, y en un proceso paralelo y complementario, el franquismo se abrió a la entrada de capital privado en la urbanización de las ciudades. Cientos de miles de viviendas se construirían desde entonces en Madrid para absorber la mano de obra e instaurar el modelo de vivienda en propiedad como cohesionador social.

placeholder El arqueólogo Alfredo González Ruibal. (A.M.V)
El arqueólogo Alfredo González Ruibal. (A.M.V)

El arqueólogo

Pero volvamos al barro de Entrevías. Las presiones vecinales, lideradas por figuras respetadas como el Padre Llanos, llevaron al régimen a promover diversos planes urbanísticos (los Poblados de Absorción o Dirigidos de Entrevías, pisos de realojo planificados por arquitectos de relumbrón como Sáenz de Oíza).

La última zona del barrio en cambiar chabolismo por realojo (la Entrevías Vieja) es en la que ahora se está excavando... y rescatando un pequeño tesoro costumbrista...

Ejemplos. Una figurilla del Pequeño Saltamontes, icónico protagonista de 'Kung Fu', que arrasó en TVE en 1973 y 1974. Una moneda rumana (vestigios de la protoinmigración a España). Manoplas de niño (según el arqueólogo González Ruibal, muchas de las prendas aparecidas son infantiles, fruto de una época de 'boom' demográfico, incluso bajo chabolas).

También hay vestigios de los setenta: zapatos con plataforma (la era del disco) y un estimulante para abrir el apetito ("Todo un testimonio del cambio histórico. Pasamos de niños que se mueren de hambre en los cuarenta y cincuenta a niños a los que hay que animar a comer en los setenta", en palabras del arqueólogo).

También han desenterrado discos de vinilo, "todos de flamenco", incluida una antología del cante.

placeholder Desenterrando el pasado. (A.M.V)
Desenterrando el pasado. (A.M.V)

Hablamos con el arqueólogo Alfredo González Ruibal, del Instituto de Ciencias de Patrimonio, que dirige la excavación.

PREGUNTA. Usted ha estado en excavaciones de países y épocas remotas. ¿Qué tiene de singular hacerlo en un barrio cercano y reciente?

RESPUESTA. Hay ciertas similitudes. De los okupas de una villa romana a las chozas de unos pastores africanos, todas son personas que ocupan los márgenes de las ciudades con estructuras efímeras.

La diferencia fundamental ahora es la proximidad temporal, pero también emocional: nos resulta más fácil identificarnos con las personas que vivieron en esta excavación porque son como nosotros, compartimos la misma cultura, y es más fácil recuperar detalles sobre su vida privada; de los juguetes a la ropa, nos hacemos una idea de cómo era su día a día, sin la dificultad de interpretación de contextos culturales y geográficos remotos.

P. Lo de la proximidad temporal es paradójico: pese a que hablamos de eventos sucedidos hace solo ocho décadas, y aquí al lado, los inicios de Entrevías están precariamente documentados, ¿no?

"Tendemos a ver el pasado como una línea temporal, que según se acerca sabemos más de todo, pero no siempre es así"

R. Es una de las paradojas de buena parte de la arqueología contemporánea. Tendemos a ver el pasado como una línea temporal, que según se acerca sabemos más de todo, pero no siempre es así. Sabemos mucho sobre algunas cosas que pasaron en España en los años cuarenta y cincuenta, en efecto, pero sabemos poco de otras. Conocemos parte de la historia política y económica de esos años, pero de la vida de la gente, sobre todo la de las clases bajas, sabemos muy poco, porque quedó poca documentación en el archivo.

Es un tipo de historia recuperada normalmente bien con testimonios orales, bien con testimonios arqueológicos. En Entrevías se ha hecho algo de trabajo antropológico, pero cuando la gente te cuenta sus vivencias, te cuenta lo que te quiere contar; mientras que la arqueología muestra lo que la gente cuenta y lo que no cuenta (porque no lo recuerda o porque no lo quiere contar).

placeholder Imágenes de época de la zona recolocadas por el fotógrafo. (A.M.V)
Imágenes de época de la zona recolocadas por el fotógrafo. (A.M.V)

P. ¿Qué objetos han encontrado en Entrevías que digan algo significativo sobre la época?

R. La mayor parte de los objetos son del episodio final de ocupación de las chabolas, en los años setenta. Radiografían la España del tardofranquismo.

Me ha sorprendido encontrar un bote de crema bronceadora. Es un cambio cultural importante. Los chabolistas eran jornaleros pobres y… bronceados. Ser moreno en los cincuenta en España era estatus de clase baja. Pero al llegar a los sesenta, las clases medias o altas empezaron a ir a la playa, cambiando la noción social del bronceado.

P. La penetración de la sociedad de consumo hasta la chabola…

R. También hay muchos juguetes de plástico que sustituyen a la cerámica y otros materiales. Hasta los sesenta, los juguetes los 'fabricaban' los niños con una lata.

Los bazares chinos serían ahora la culminación de la popularización del consumo de masas.

P. El proceso sigue en marcha, pero ¿qué es lo que más le ha roto los esquemas hasta ahora?

R. El buen estado de conservación de los objetos y su elocuencia. Nuestra imagen de las chabolas es siempre en exteriores, un paisaje muy homogéneo de casitas bajas, techo de uralita y paredes encaladas. Pero al entrar ahora en esas chabolas de los cincuenta, y ver la intimidad de los chabolistas, cambia la percepción arquetípica: cierto que las chabolas eran pequeñas y se vivía en condiciones materiales muy duras, pero se detecta un gran cuidado, muchos productos de limpieza, muchos arreglos en el interior. Un gran esfuerzo por convertirlos en hogares acogedores. Me ha cambiado mi modo de ver la vida en las chabolas

¿Qué puedes encontrarte en una excavación arqueológica en Entrevías? Lógicamente: discos de flamenco.

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