Las plataformas y la IA hacen tambalear al cine: ¿corre peligro la industria española?

Terremoto en el sector audiovisual. Los guionistas están en pie de guerra. En California, el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos —y sus 12.000 afiliados— pretende parar la producción con una huelga que se prevé más intensa y duradera que la de 2007. Pelean por renegociar las condiciones salariales en un panorama totalmente transformado por la globalización de las plataformas, que estrenan sus series y sus películas a la vez en todo el mundo. Y que son reticentes a compartir el pastel con los creadores. Pero ahí no queda todo. Como en las películas apocalípticas en las que, cuando el protagonista cree que se ha salvado de todos los cataclismos, acaba dándose de bruces con una especie alienígena que ha venido a colonizar La Tierra, el sector se enfrenta ahora a la implantación de la inteligencia artificial generativa en los procesos creativos. "¡Vienen a quitarnos el trabajo!", se rasgan las vestiduras algunos. "¡Es el fin de las ideas originales!", proclaman otros. Pero ¿cuál es la realidad de los guionistas en la industria española? ¿Cómo pueden afectar los retos a los que se enfrenta el sector a corto plazo?

Los analistas propios de OpenAI, la principal compañía desarrolladora de inteligencia artificial, prevé que "el 80% de los trabajadores de Estados Unidos, incluyendo escritores y abogados, se pueden ver afectados por la implantación de la tecnología de los bots conversacionales", de la misma manera que en la industria china del videojuego ha visto como las herramientas que utilizan inteligencia artificial generativa han reducido en un 70% el trabajo humano, como resume este artículo de Artisana.ai. El mismísimo Joe Russo, productor y director de las últimas películas de Vengadores apunta al potencial de la IA de "cambiar la manera de contar historias". "Puedes tener una historia que evoluciona constantemente, ya sea en un videojuego o una película o una serie. Puedes llegar a tu casa y guardar lo creado por la AI en tu propia plataforma. Puedes pedir una película protagonizada por tu propio avatar y el de Marilyn Monroe. Si tienes un día malo, puedes pedir que sea una comedia romántica que tenga una historia coherente y con diálogos que imiten tu propia voz. Y así, de repente tienes una comedia romántica de 90 minutos en la que tú eres el protagonista".

Pero antes de llegar ahí, más a corto plazo, ¿cómo prevén los guionistas españoles la irrupción de la IA en sus trabajos? "Teniendo en cuenta que hace dos años lo que sabíamos de la inteligencia artificial era a través de las películas de ciencia ficción, y ahora resulta que puedes preguntarle a tu ordenador en tu salón —es decir, que tu salón se ha convertido en una película de Spielberg—, diría que es impensable que no se aplique, pero no al cine, sino a absolutamente todo", propone Diego San José, creador y guionista de Vota Juan y del taquillazo Ocho apellidos vascos, esto último junto a Borja Cobeaga. "Si la IA nos ha hecho creer durante unas horas que el papa lleva un plumas blanco, ¿qué no va a conseguir dentro de tres o cinco años? Es inevitable que en una década esté en todas partes".

Carlos Muriana, guionista y miembro de la Junta directiva del Sindicato de guionistas ALMA, apoya esta visión. "En un año hemos pasado de unos ligeros ensayos con fotografías a encontrarnos con herramientas que ya empiezan a diseñar historias con cierta coherencia y con cierto peso, con una consideración de la historia que muchas veces puede parecer creada por un humano. Es una herramienta que está creciendo muy rápido. Esto puede ser una herramienta como cualquier otra que se haya creado antes; puede ayudar o puede ser nefasta para la creación. Eso no lo sabemos".

Muriana: "La IA te hace una labor de manera bastante sencilla y te aligera trabajo. Se usa para documentos de venta, para sacar una frase, para conseguir imágenes"

San José todavía no ha utilizado la IA, no por miedo ni cuestiones filosóficas, sino porque se considera "negado para la informática". "Tendría curiosidad de ver cómo resuelve la IA problemas que a mí me tienen atascado. No creo que la solución que me ofrezca sea la que busco, pero tal vez me desatasca para ir hacia algún lugar. Creo que nadie esté experimentando todavía, pero como algo que no existía para nosotros hace un año y ahora no paramos de hablar de ello, es impensable que falte mucho para que los guionistas empiecen, al menos, a trastear con ello". Muriana tampoco la ha utilizado, pero conoce a compañeros que sí lo han hecho. "Por ejemplo, para resumir su propio guion en una sinopsis. La IA te hace una labor de manera bastante sencilla y te aligera trabajo. Se usa para documentos de venta, para sacar una frase, para conseguir imágenes. O cuando tienes un embudo creativo puedes hablar con la máquina como hablarías con otra persona y te puede dar ideas para avanzar".

Luis de Val, fundador de Youplanet, agencia de producción y representación de influencers, distribuidora de cine y creadora de contenido, está convencido de que la IA ha llegado para quedarse. "En Youplanet estamos utilizando la AI para hacer carátulas de las películas: quiero un edificio al atardecer/anochecer con más fuego o menos fuego", explica. "Ahora mismo puedes decirle a una IA que quieres un guion en el que haya una familia en crisis con un hijo en silla de ruedas que llega a una casa encantada. Y pedirle que en las últimas cinco páginas la casa le dé un superpoder al niño para que vuelva a andar. Y lo hace. Ahora mismo, una IA puede escribir el tratamiento de veinte páginas de una historia en tres actos; los tres actos los tiene totalmente interiorizados".

De Val también cree que es inevitable que se acabe usando, "por eso es conveniente que aprendamos a saber usarlo". "Es un campo muy amplio con muchas posibilidades. El boom va a ser como el de los instagrammers ahora, es todo un campo que acaba de nacer. A ver dónde está dentro de diez años. Hay que verlo como un apoyo que facilita hacer cierto tipo de cine, un cine que se basa más en la fórmula. Como son las películas de sobremesa, esas que todos sentimos que ya las hemos visto antes, esas que lees en la TP la sinopsis y te ofrecen exactamente lo que prometían. Piensa en las películas de Bruce Willis de los últimos tiempos. Le dices a la AI que quieres a Bruce Willis en no más de veinte páginas y que aparezcan dos páginas cada diez y ya tienes una película. El problema es que, si quieres Todo a la vez en todas partes, ahí la IA no sirve. No sirve para aquello que se salga de la fórmula".

De Val: "Le dices a la AI que quieres a Bruce Willis en no más de veinte páginas y que aparezcan dos páginas cada diez y ya tienes una película"

Youplanet acaba de anunciar, además, que está ultimando un laboratorio de ideas "con la misión de desarrollar nuevas tecnologías, servicios y productos en un contexto de cambio de las redes sociales" y cuya primera misión trabajará la inteligencia artificial que, "con aplicaciones como ChatGPT pueden sacudir el mundo de los streamers y de las redes", como ha anunciado en Expansión.

"Al final estas herramientas, de momento, lo que crean es una amalgama de conceptos y lugares comunes", coincide Muriana. "Si vamos a este tipo de películas de sobremesa o de cine muy comercial, que lo que pretenden es agradar a la gente y utilizar lugares comunes de la ficción, seguramente la IA se volverá muy poderosa, porque lo que hace es picar de aquí y allá de la información a la que tienen acceso en internet y quedarse con lo mejor de cada cosa. Nosotros entendemos que la verdadera creación, que es la que atiende a las sutilezas, la que es verdaderamente original, no utilizará nunca esta herramienta".

Para San José, el panorama respecto a la originalidad de las ideas no es tan distinto a la forma de trabajar con fórmulas exitosas hoy en día, más allá de la informatización de los procesos. "Utilizar la IA para películas de fórmula y que luego haya un pulido por parte de un guionista humano es algo que, llamado de otra manera, se lleva haciendo bastante tiempo", admite. "Hay un tipo de películas, de literatura, de música que responden a unos patrones que mezclan una serie de estilo o de temas o de constantes que han sido exitosas recientemente y a través de ese centrifugado alguien —a veces en los libros con algún seudónimo— hace un replicado maquillado que prolonga ese tipo de producto. Antes no había una inteligencia artificial, pero existía ese creativo mercenario que en un momento dado pagaba con otro nombre y podía ir a las librerías o a Los 40 principales o al videoclub, es más o menos lo mismo. Es informatizar un proceso mental que cumple el mismo patrón. 'Oye, no inventemos nada nuevo, prolonguemos las cosas que funcionan'. No me parece que cambie tanto".

"Yo no creo que pueda afectar a la originalidad de las cosas que se escriben, básicamente porque sin inteligencia artificial ya se escriben muchas cosas que no son originales, muchas veces. No siempre. Pero la manufactura casi industrial de productos creativos se viene haciendo desde antes que existiese la informática. Ahora será más sencillo llegar a un producto no original al que hubiésemos llegado por el camino largo", añade. Además, para San José la IA va a implantarse en muchos aspectos de la vida, con lo que es imposible que el cine se mantenga al margen.

San José: " Hay que computar o contabilizar esa aportación humana en una obra ajena desarrollada por una inteligencia artificial"

Ahora bien, una vez admitido pulpo como animal de compañía, ¿qué pasa con los derechos de autor y de la propiedad intelectual? "Ahora no está legislado, pero no me cabe ninguna duda de que encontrará un marco y unos límites y se encontrará la manera de que esas inteligencias que remezclan y toman puntos de partida de cosas que han hecho guionistas humanos que se alimentan y cotizan y tienen que pagar cosas reciban su recompensa económica, ya que, de alguna manera, habrán participado en el proceso de la inteligencia artificial que crea una historia completa. ¿De qué manera? Computar o contabilizar esa aportación humana en una obra ajena desarrollada por una inteligencia artificial. Pero eso es cuestión de tiempo y evidentemente se legislará", confía San José.

"Es un tema complejo", admite Muriana. "Las IA pican de ahí y allí. Si alguien copia un guion es un plagio. Si alguien copia doscientos es una inspiración. La herramienta puede ser útil siempre y cuando la autoría la tenga el guionista que escribe esa última versión a partir de lo que te da la IA. La máquina en sí misma no puede generar derechos de autor, esos tienen que ir a una persona, a un creador".

Y ahora la huelga

Cada tres años, el Sindicato de Guionistas de Hollywood renegocia sus condiciones laborales con las grandes productoras. Entre los principales objetivos de protección del empleo de los guionistas, la asociación ha propuesto "regular el uso de material producido a través de la inteligencia artificial o tecnologías similares", como explica el artículo del New York Times titulado ¿Será un chatbot el que escriba la próxima 'Succession'?. "No está fuera del ámbito de lo posible que antes de 2026, que es la próxima vez que negociaremos con estas compañías, nos puedan decir: '¿Saben qué?, no hacen falta, estamos bien'", afirma en el artículo Mike Schur, creador de The Good Place y cocreador de Parks and Recreation. Shur prevé un futuro cercano en el que "unas cuantas IA que están creando un montón de entretenimiento que se podría decir que la gente está disfrutando".

Pero no es la única exigencia del gremio. "El ecosistema norteamericano es muy distinto al europeo, porque ellos sí tienen un sistema de acuerdos con las grandes productoras y que lleva décadas implantado y cada tres años hay que volver a firmar con las condiciones que se quieran imponer", explica Muriana. "¿Qué es lo que ha pasado en los últimos años? Que la llegada de las plataformas ha transformado todo lo que había hasta este momento. Hay que volverá negociar con todas esas productoras para adaptarse al nuevo sistema. Ahora, por ejemplo, una plataforma puede estrenar una serie en todo el mundo al mismo tiempo. Los guionistas norteamericanos no tienen el sistema de derechos de autor a la europea, sino que sus acuerdos estipulan que cada vez que su serie se estrene en otra cadena u otro país, ellos cobrarán una parte del beneficio de esa ventana. El problema es que ahora con las plataformas hay un único estreno en todo el mundo. Por lo tanto, las plataformas solo pagan por el primer estreno, por así decirlo. El guionista quiere renegociar y entra en conflicto porque las plataformas no quieren dar los datos de visionados y sin ese tipo de datos es muy difícil llegar a un acuerdo económico".

Muriana: "La Federación Europea de Guionistas está hablando con las plataformas para ver de qué forma se puede llegar a una transparencia en los datos"

En Europa los sindicatos de guionistas no son tan poderosos, pero las leyes comunitarias sí amparan a los creadores frente a las plataformas. ¿Cómo podría influir aquí una mejora de las condiciones al otro lado del charco? "Si ellos tienen éxito, los sindicatos europeos podemos aducir que existe un precedente y podremos empezar a negociar y a pedir ese tipo de datos, porque en Europa —sobre todo en España— hay un sistema de derechos de autor en función del número de personas que ven esa obra. La Federación Europea de Guionistas está hablando con las plataformas para ver de qué forma se puede llegar a una transparencia en los datos. Si soy guionista de La casa de papel, que ha sido un éxito en todo el mundo, lo justo sería que el guionista fuese remunerado en relación a ese éxito". Ahora toca esperar. ¿Cuánto? La última huelga de guionistas, en 2007, duró 100 días. Pero no fue la más larga. En 1988 los guionistas se cruzaron de brazos durante 153 días. Lo que está claro es que lo que salga de las negociaciones será determinante para el sector en todo el mundo.