Unamuno se hace detective andante (y resuelve un crimen en la España vaciada de 1905)
Luis García Jambrina publica 'El primer caso de Unamuno', una novela en la que el intelectual investiga un asesinato con las privatizaciones agrarias como telón de fondo
Unamuno fue muchas cosas en sus 72 años de vida: intelectual, filósofo, novelista, articulista, ensayista, dramaturgo, poeta, rector de la universidad de Salamanca, profesor, diputado de las Cortes constituyentes de la Segunda República, polemista… Y ahora se convierte en detective de la mano de Luis García Jambrina.
Otoño de 1905: la privatización de las tierras agrarias y la concentración de grandes parcelas en pocas manos para crear grandes dehesas de cría de ganado obligan a muchos campesinos a emigrar. Es el caso de los vecinos de la localidad salmantina de Boada, quienes llegan a enviar una carta al presidente de Argentina en la que manifiestan su deseo de emigrar en bloque a ese país.
Ramiro de Maeztu da a conocer la noticia a través de un artículo en el que carga contra los vecinos de la localidad, a los que acusa de cobardes y antipatriotas. Eso indigna a Miguel de Unamuno, quien responde con otro artículo en el que se pone del lado de los lugareños y contra los terratenientes y las autoridades, a las que culpa de haber dejado a los vecinos sin recursos ni forma alguna de ganarse la vida. Se desata a partir de ahí una encendida polémica nacional, en España no se habla de otra cosa.
Fue ahí, a principios del siglo XX, cuando comenzó a gestarse la despoblación del campo español, la España vaciada. Unamuno no solo vio venir el problema, sino que se enfrentó a él. De hecho, según varios estudiosos de Unamuno, es muy probable que fuera su implicación en las campañas agrarias lo que en 1914 le costó ser cesado por primera vez como rector de la Universidad de Salamanca.
Ese es el punto de partida, absolutamente real, de
A partir de ahí, Jambrina echa a volar la ficción y convierte a Unamuno en un detective andante (porque tiene mucho de quijotesco) que se lanza a investigar ese asesinato. Pero el contexto social y el trasfondo histórico de la novela son verídicos, así como el retrato que en ella se hace de Unamuno. “Fue un personaje complejo, inclasificable, con muchas facetas. He intentado que mucho del Unamuno real esté en mi novela”, asegura Jambrina, quien también retrata al escritor en su vida cotidiana: con su mujer, sus hijos, dando clases, paseando, meditando… “Ese Unamuno quiero creer que está muy cerca del real”, afirma el escritor, quien ya publicó en 2021 junto a Manuel Menchón el ensayo
El Unamuno detective creado por Jambrina tiene, por supuesto, su ayudante: el abogado Manuel Rivera, un personaje a medio camino entre el Watson de Sherlock Holmes y el Sancho Panza del Quijote. La novela cuenta asimismo con un personaje femenino, el de Teresa Maragall, una joven anarquista que causa una profunda impresión en Unamuno y le hace entender que los sentimientos, la imaginación y la intuición son tan importantes como la razón. Unamuno comienza en la novela de Jambrina siendo profundamente racionalista (como lo fue en una época de su vida) para luego darse cuenta de que también es necesario dar cabida a los sentimientos. “Hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento”, decía.
El personaje de Teresa es pura ficción, aunque Unamuno escribió un libro titulado
El título de la novela, El primer caso de Unamuno, ya anticipa que estamos ante una saga, como lo fue la que Jambina construyó en torno a Fernando de Rojas, el autor de
¿Qué pensaría Unamuno si resucitara y se viera convertido en detective? “Quiero creer que le resultaría sugerente. Sin duda, habría cosas de mi novela contra las que arremetería. Pero Unamuno se fue construyendo a sí mismo, creó su propio personaje, un personaje inseparable de su obra. No tenía duda de que los personajes tenían más vida que sus propios autores, que don Quijote o Hamlet eran más inmortales que Cervantes o Shakespeare. Mi novela puede contribuir a que el personaje de Unamuno siga presente en la memoria de la gente, puede ayudar a la pervivencia de ese personaje. Y eso creo que le agradaría”, en palabras de Jambrina.
Unamuno fue muchas cosas en sus 72 años de vida: intelectual, filósofo, novelista, articulista, ensayista, dramaturgo, poeta, rector de la universidad de Salamanca, profesor, diputado de las Cortes constituyentes de la Segunda República, polemista… Y ahora se convierte en detective de la mano de Luis García Jambrina.