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Las hermanas que han trabajado con Amenábar, Almodóvar y Bayona (y ahora rozan el Oscar)
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Las hermanas que han trabajado con Amenábar, Almodóvar y Bayona (y ahora rozan el Oscar)

Ana y Belén López-Puigcerver llevan cuatro décadas trabajando en el maquillaje y peluquería de algunas de las películas y series más importantes de la industria española

Foto: Las hermanas Ana y Belén López-Puigcerver trabajando en 'La sociedad de la nieve', con la que pueden conseguir el Oscar en Maquillaje y Peluquería (Netflix/Quim Vives)
Las hermanas Ana y Belén López-Puigcerver trabajando en 'La sociedad de la nieve', con la que pueden conseguir el Oscar en Maquillaje y Peluquería (Netflix/Quim Vives)
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El pasado 10 de febrero ganaron el Goya y un mes después pueden volver a casa con el Oscar en la maleta. Las hermanas Ana y Belén López-Puigcerver se convertirían así en las primeras españolas en llevarse la estatuilla a mejor maquillaje y peluquería con una película española (David Martí y Montse Ribé, lo consiguieron con la hispano-mexicana El laberinto del fauno en 2006; y Sergio López-Rivera con la estadounidense La madre del blues, en 2020). Sería también otro éxito más para La sociedad de la nieve, de J.A Bayona, la cinta que arrasó en los Goya con doce premios y en la plataforma Netflix -su gran financiador- con más de 150 millones de espectadores. “¡Si nos lo dan nos retiramos!”, comenta risueñas a este periódico, “en serio, hay tanta gente que iba a ser tan feliz… Si no lo compartimos no tendría sentido”. Como el Gordo de la Navidad.

Las hermanas López-Puigcerver son un icono en su sector dentro del cine español. Al Goya de hace unas semanas suman otro obtenido con Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar, en 2020. Además, Ana ya consiguió el primero en 2005 con Mar adentro, también de Amenábar. No son, para nada, unas advenedizas, sino que trabajan al frente de equipos de casi diez personas y en su nómina, además de Bayona y Amenábar, también se encuentra Almodóvar, con quien trabajaron en Julieta. Y cuando acabe su actual proyecto con Daniel Guzmán volverán a los brazos de Amenábar. No hay muchas personas en el gremio con este currículo.

“¡Y, además, no se parecen en nada!”, señala Ana sobre los tres directores más internacionales del cine español. “Alejandro es muy tranquilo, muy educado, pero sabe muy bien lo que quiere. Bayona, sin embargo, es un torbellino, muy exigente y con una energía contagiosa… le tienes que seguir el ritmo”, comenta para asegurar que Almodóvar es mucho menos distante de lo que la fama dice de él. “A mí me resulta alguien cercano. Para mucha gente es como distanciado pero yo me he comunicado siempre muy bien con él”, asegura.

Mucho corto en los 80

Por supuesto, para llegar a la posición en la que ambas se encuentran ahora hay muchas horas de set de rodaje detrás. Mucho maquillaje, sombras, lápiz de ojos, mucho peine, tijera, cepillo. Mucho diseño, mucho pensar en los personajes. Porque esto no va de sombra aquí, sombra allá y pasar un secador.

La mayor, Ana, llegó al sector a mediados de los años ochenta gracias a un primo que empezó a rodar una película con una cooperativa. Aquello le gustó y después vinieron muchos cortos y conocer a mucha gente. Años de la Movida, todo cutre y precario, pero, como señala, “una escuela que recomiendo mucho”. Belén estudiaba Derecho, pero también dejó las leyes por el cine y entró de meritoria en una serie noventera icónica: Las chicas de hoy en día, que dirigía Fernando Colomo y donde también estaba su hermana. “Eso también fue una escuela total. Y ya no lo dejé”, apostilla.

placeholder Trabajando en el rodaje de La sociedad de la nieve (Netflix)
Trabajando en el rodaje de La sociedad de la nieve (Netflix)

En los noventa rodaron con Colomo la cinta Alegre Ma Non Troppo con una jovencísima Penélope Cruz y trabajaron en comedias de la época como Los hombres siempre mienten (de Antonio del Real y guion de Fernando León de Aranoa) o Nada en la nevera, de Álvaro Fernández Armero, una historia muy generacional con María Esteve y Coque Malla. También formaron parte del equipo de grandes éxitos como La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda.

El gran cambio llegó con Amenábar con quienes rodaron Los otros, en 2001 y Mar Adentro, en 2004, la película que más Goyas ha conseguido en la historia (14) y que también se llevó el Oscar a mejor película de habla no inglesa. Aquello fue un gran espaldarazo y les llevó a rodar con Julio Medem e Isabel Coixet ya al frente de los departamentos de maquillaje y peluquería en una carrera que solo iría hacia arriba.

"En maquillaje y peluquería es complicado, pero tienes que darlo todo, cuidar mucho la figuración… Las series curten bastante"

Aunque su presencia estaba cada vez más asentada en el cine tampoco dejaron nunca la televisión. Al contrario, están detrás de exitazos como Ana y los 7, y algún traspié como Guante blanco, a comienzos de los 2000. A partir de la década de 2010, ya dentro de la productora Bambú, serían las jefas del departamento en Velvet y Gran Reserva, dos series con buenos índices de audiencia (una tuvo incluso su epílogo, Velvet Collection), y de La Fortuna, la serie dirigida por Amenábar, solo por citar algunos de sus trabajos de estas décadas.

“Sí, hemos hecho mucha televisión. Y es verdad que en la tele tienes menos tiempo, pero te exiges lo mismo. En maquillaje y peluquería es complicado, pero tienes que darlo todo, cuidar mucho la figuración… Las series curten bastante”, comenta Belén.

Un rodaje difícil

Así, a La sociedad de la nieve, la mega producción de Netflix y la película española más cara de la historia, llegaron ya con un muy buen bagaje a sus espaldas para comandar un equipo de nueve personas, en el caso de Ana, y de ocho, en el de Belén. Casi todas ellas mujeres.

No fue un trabajo fácil, según las dos hermanas. Para empezar, por la duración: 140 días de rodaje a lo largo de todo un año. Para continuar porque en ocasiones fue en altura, a más de 2000 metros y tuvieron que utilizar cascos, crampones y material preparado para la nieve. Y como nota no menor, por la propia historia.

placeholder Trabajando en 'La sociedad de la nieve'
Trabajando en 'La sociedad de la nieve'

“Yo soy muy minimalista y para mí el diseño de maquillaje es lo más importante. En el caso de La sociedad de la nieve los actores adelgazaron mucho, pero unos más que otros, y eso había que considerarlo. Hablé mucho con los supervivientes, como por ejemplo Eduardo Strauch. Le preguntaba si se quemaron mucho con el sol y depende porque al principio apenas salieron del avión, ya que hacía muy malo. Por eso tampoco había barro ni suciedad. Solo salían a calentarse cuando salía el sol. Y cuando ya empezaron a subir las temperaturas ya si salían más. Y luego estaban los que hicieron las expediciones”, manifiesta Ana que añade que aunque cada trabajo tiene su dificultad, “aquí sufrimos”.

Su hermana también reconoce las complicaciones: “Los retoques eran muy complicados, sobre todo dentro del fuselaje. Se pasaban la nieve los unos a los otros… tenías que pasar por encima… Sí, ha sido de las películas más difíciles”. Por suerte, también hubo muchos momentos divertidos y distendidos. “Cuando terminábamos de comer ponían la música a toda pastilla y bailábamos”. Había que desestresar.

Cambios en la industria

Cuatro décadas jalonan ya el trabajo de las hermanas López-Puigcerver que, junto a Montse Ribé, pueden hacer historia dentro de unas semanas. Cuarenta años en los que han pasado muchas cosas en la industria del cine y ha habido muchos cambios, sobre todo en cuanto a la incorporación de las mujeres y su responsabilidad.

“Cuando yo empecé me dijeron que tenía que ser peluquera porque el maquillador era siempre un hombre, que era el bueno”, rememora Ana mientras que Belén apunta que ahora en La sociedad de la nieve llegó a haber tres unidades de maquillaje y peluquería y solo tres chicos.

"Cuando yo empecé me dijeron que tenía que ser peluquera porque el maquillador era siempre un hombre, que era el bueno"

Ahora bien, donde, según ellas, se ven las mayores transformaciones es en el terreno de la producción, es decir, quienes se encargan de sacar adelante una película buscando la financiación debajo de las piedras y llevándola a todas partes, incluso a los premios. Y ahí hay nombres que no pueden pasar desapercibidos: Esther García, en El Deseo, la productora de Pedro Almodóvar y Sandra Hermida y Belén Atienza, las dos mujeres que consiguieron los 60 millones para que saliera adelante La sociedad de la nieve. “Son unas pedazo de profesionales”, resaltan las dos hermanas López-Puigcerver. Ellas también.

El pasado 10 de febrero ganaron el Goya y un mes después pueden volver a casa con el Oscar en la maleta. Las hermanas Ana y Belén López-Puigcerver se convertirían así en las primeras españolas en llevarse la estatuilla a mejor maquillaje y peluquería con una película española (David Martí y Montse Ribé, lo consiguieron con la hispano-mexicana El laberinto del fauno en 2006; y Sergio López-Rivera con la estadounidense La madre del blues, en 2020). Sería también otro éxito más para La sociedad de la nieve, de J.A Bayona, la cinta que arrasó en los Goya con doce premios y en la plataforma Netflix -su gran financiador- con más de 150 millones de espectadores. “¡Si nos lo dan nos retiramos!”, comenta risueñas a este periódico, “en serio, hay tanta gente que iba a ser tan feliz… Si no lo compartimos no tendría sentido”. Como el Gordo de la Navidad.

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