Cannes enloquece con el regreso a sus orígenes de Lanthimos de la mano de Emma Stone

La larga cola bajo un sol abrasador de tres de la tarde en nada mermó el entusiasmo y las expectativas en el Festival de Cannes por la nueva entrega de Yorgos Lanthimos, el mismo que hasta hace poco andaba de gala en gala de premiación con un carrito de compra para meter todos los galardones conseguidos por Pobres criaturas, película que arrancó su fructífera carrera en el rival festivalero de la cita francesa, es decir, la Mostra de Venecia.

Kinds of Kindness es la película con la que ahora compite por la muy codiciada Palma de Oro. También se puede decir que es la nueva aventura junto a Emma Stone, una pareja que desde La favorita (2018) nos está dando muchas alegrías a los espectadores y que al griego le ha abierto extremidades y puertas de Hollywood.

Pero volvamos al frenesí desatado en la sala Debussy, donde casi en paralelo a la gala —es decir, a la alfombra roja y al Grand Théàtre Lumière— se proyectó para la prensa Kinds of Kindness.

Se trata de tres historias independientes entre sí que tienen como denominador común a los intérpretes Emma Stone, Margaret Qualley, Willem Dafoe, Jesse Plemons, Mamoudou Athie, Hong Chau y Hunter Schafer.

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Cuando en la Debussy se hizo la oscuridad, se produjo algo curioso: ¡Al diablo el pudor, el decoro, el esconder la admiración hacia el realizador griego, y por favor, no hablemos de la muy subjetiva profesionalidad! ¿Para qué? Apenas salieron los primeros créditos e imágenes de apertura del primer relato con la canción legendaria de Annie Lennox, Sweet Dreams, se oyeron aplausos y vítores.

"Everybody’s looking for something/ Some of them want to use you/ some of them want to ger used by you/ Some of them want to abuse you/ Some of them want to be abused…" Le va de perlas la canción al primero realto del tríptico, titulado The death of R.M.F, sobre Richard (Plemons) que desea recobrar la independencia, libre albedrío y control sobre su vida que su acaudalado y manipulador jefe, Raymond (Dafoe), literalmente le ha succionado.

Ya con esta primera historia una cosa queda clara: Estamos ante una vuelta de Lanthimos a sus orígenes. De hecho Kinds of Kindness está escrita a cuatro manos con Efthimis Filippou, con quien desarrolló Canino, Alps, Langosta y El sacrificio de un ciervo sagrado.

Sólo mencionar estos títulos, remite a relatos retorcidos, de humor negro-negrísimo, algo bestias, de esos que causan una fascinación inexplicable. Ese es precisamente el tono que impregna esta nueva entrega de Lanthimos- Filippou con Emma Stone a tope también como productora.

Kinds of Kindness no da tregua. Apenas concluyen los créditos (sí, cada relato, como un cortometraje, los lleva...) de la primera historia, y ya estamos con la segunda: RMF is fliying. En esta Jesse Plemons es un policía que pena la desaparición de Liz (Stone), su mujer, en una expedición científica en alta mar; y cuando ésta es rescatada y retorna a casa, su esposo está absolutamente seguro de que no es ella.

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La última historia, RMF eats sandwiches, va sobre una especie de secta bastante particular de la que es parte Emily (Stone), y que tiene la misión de encontrar a una gemela con poderes sobrenaturales. No decimos más para no adentrarnos en la zona de spoilers, aunque es bien sabido que puedes contar al detalle todas las películas de Yorgos Lanthimos, pero una cosa es que te lo cuenten y otra muy diferente vivirlas. Porque se trata de dejarte invadir y llevar por todas las sensaciones, locuras, humor y bestialidades que el griego despliega en Kinds of Kindness.

Con Kinds of Kindness Lanthimos regresa al Festival de Cannes. La última vez que lo vimos en la Riviera francesa fue en 2017, cuando presentó la perturbadora El sacrificio de un ciervo sagrado, con Nicole Kidman, Colin Farrel y Barry Keoghan, entrando en el cuadro de los premiados a Mejor guion (valga decir, ex aequo).

Muchos factores juegan a favor de Lanthimos con esta nueva película, además de ser ya un nombre reconocido en las altas esferas del cine. Uno de ellos es la disección casi quirúrgica que hace de la condición humana a través de sus historias y personajes. Y también le aporta un plus el elenco reunido, que se nota no ha tenido la menor reserva en lanzarse de cabeza —en el caso de Stone y Dafoe, una vez más— en las inquietantes oscuridades de Lanthimos. Nosotros, de este lado de la pantalla, nos lanzamos con ellos.