'Naked attraction': Hacia un festival de Eurovisión de genitales

Alguien que no entiende nada del amor, menos del sexo y otra vez nada de la vida ha creado un formato televisivo llamado Naked Attraction. Es sobre seres humanos. Si lo protagonizaran perros, caballos o ñus, la “atracción desnuda” señalaría una evidencia. Como atañe a personas, la imantación en pelotas del título revela una enorme ignorancia. El programa ha generado polémica, y unas ganas vertiginosas de darse de baja de Max (antes, cuando tenían dignidad, HBO).

Inscrito en el subgénero televisivo ya de por sí degradante de los “programas de citas”, Naked Attraction enfrenta a un hombre con seis candidatas y a una mujer con seis candidatos. Los seis aspirantes al amor están desnudos dentro de unas cabinas de colorines, y el panel frontal sube poco a poco para ir descubriendo sus cuerpos incorruptos. La presentadora y el sujeto electivo analizan centímetro a centímetro la piel de las cobayas, con los comentarios que sean del caso, hasta llegar a los genitales, donde siempre hay más cosas que decir.

La idea (no se puede negar que aquí hay una idea), la idea, digo, detrás de este aquelarre es que los ligues exitosos acaban en la cama, quitándose la ropa, y que ahí la gente se lleva sorpresas, como quien abre los regalos de Navidad de padres putativos. También a veces te llevas del súper una sandía, por ejemplo, y la sandía parece estupenda, pero al llegar a casa le metes el cuchillo y no es ni roja, y luego no sabe a nada. Reducir a las personas a sandías o melones que puedes ver por dentro antes de comprarlas es un poco la idea increíble que ha tenido un tipo en alguna parte.

A este planteamiento rigurosamente incel el programa lo llama “empezar por el final”.

Yo lo llamaría empezar por el cadáver. Podrían poner seis cadáveres frescos en unos ataúdes, también desnudos, y enseñárselos al sujeto electivo y deseado, y preguntarle si se ve casado y con hijos y haciendo el amor con ese cadáver, al que luego resucitarían. No ignoro que esta idea en unos pocos años pueda incluso hacerse realidad, Death attraction, y olé.

La desnudez exánime carece de todo interés, por supuesto también de erotismo, de modo que pedirle a una persona que juzgue el atractivo de otro primeramente por su cuerpo desnudo e inexpresivo es pedirle que compre un piso sobre plano. O sea, es engañarle. Los cuerpos envasados al vacío, sin secreto, sin misterio, anatómicos de más, desvalidos y vulnerables no resultan deseables. “El cuerpo desnudo no es más que el punto de partida de una obra de arte”, escribió Kenneth Clark en El desnudo (1958). Es decir, incluso en los preciosos cuerpos desnudos que apreciamos en las pinturas y en las esculturas hay un trabajo, una animación artística, ya sea por la pose de los modelos, ya por las veladuras o los materiales o colores utilizados. No puede uno ser evaluado por su forma de quedarse quieto desnudo dentro de una caja en un plató de televisión. Como digo, eso podría funcionar con las nutrias o con los coyotes, que seguramente se aparearían de inmediato en el propio plató. En los humanos “el alma es forma y hace el cuerpo”, como dijo Edmund Spenser en su Himno a la belleza.

Los cuerpos envasados al vacío, sin secreto, sin misterio, anatómicos de más, desvalidos y vulnerables no resultan deseables

Esto quiere decir que cómo te vistes y te mueves, y cómo hablas y de qué, y cómo reaccionas a lo que pasa, todo eso, amigos, es lo que fabrica un cuerpo que los demás aprecian. Desnudo nadie significa nada, y Death Attraction pretende hacer de una revisión médica el momento más romántico de tu vida.

La polémica generada por el programa era inevitable, toda vez que expone en televisión órganos genitales, como en el porno de X-Vídeos. Se defiende la “naturalidad” de estos órganos, como podría defenderse la naturalidad de los excrementos, las verrugas y las mutilaciones, pero de excrementos, verrugas y mutilaciones Max no parece que haya querido hacer un programa todavía. Yo creo que la variedad de excrementos da para un par de temporadas de Shit Attraction. Piénsenlo.

“La elección de la pareja perfecta se basa en la pura atracción física”, escuchamos en el programa. Esta gente no sabe nada de la vida.

Además, he buscado en Google determinado concepto delictivo y he encontrado titulares como éste: “Guerra a las 'fotopollas': Europa pide reforzar la normativa sobre ciberviolencias contra las mujeres”. Naked Attraction vuelve legal el envío de imágenes de tus genitales a gente que no te las ha pedido, mediante la treta de enviar imágenes de genitales a una audiencia potencialmente planetaria que, te pongas como te pongas, tampoco te las ha pedido. Naked Attraction es, en definitiva, un programa de fotopollas.

Nos dicen que la edición española llevaba grabada tres años, y no deja de ser indicativo de la degradación de HBO que justo lo emita cuando renuncia a la marca mítica que todos adoramos y adopta la nueva identidad comercial de Max. También nos han contado que hay ediciones en varios países europeos, porque el lenguaje genital, por lo que se ve, varía según naciones. O sea, lo que tienen que hacer finalmente es un festival de Eurovisión de genitales, con desnudos por países y muchos SMS votando penes y vaginas.

Queremos conocer los mejores genitales de Europa.

Qué absoluto envilecimiento.