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'Furiosa' pincha en cartelera: ¿es el fin del 'blockbuster'? Los expertos opinan
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'Furiosa' pincha en cartelera: ¿es el fin del 'blockbuster'? Los expertos opinan

Los últimos estrenos de cine no han funcionado como se pretendía, lo que podría responder a un agotamiento de la fórmula o estar relacionado con las plataformas de 'streaming'

Foto: Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth posan durante el photocall de 'Furiosa' en Cannes. (Reuters/Stephane Mahe)
Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth posan durante el photocall de 'Furiosa' en Cannes. (Reuters/Stephane Mahe)
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El festival de Cannes se rindió ante Furiosa: De la saga de Mad Max, de George Miller. La crítica la aceptó y disfrutó sin miramientos (el público aplaudió durante siete minutos al estreno con Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth) y parecía que el horizonte iba a ser prometedor y soleado. Sin embargo, las cifras son otras: a su estreno —con unas expectativas altas, todo hay que decirlo— en Estados Unidos las cifras recaudadas han sido, cuando menos, decepcionantes.

Según los datos de Variety proporcionados hasta ahora —no definitivos—, se prevén unos 31 millones de dólares de recaudación en Estados Unidos (se esperaban unos 40) y 33,3 en el resto del mundo. La película, por su parte, contó con un presupuesto de 168 millones de dólares, por lo que, aunque no es un desastre absoluto, nos encontramos ante la recaudación más baja de los últimos 29 años (coincidía además con que el lunes pasado era el Memorial Day o Día de los caídos y, al ser fiesta, deberían haber acudido más personas a las salas de cine).

No es el primer batacazo de una saga (a Han Solo, de Star Wars, le sucedió algo muy parecido) y tampoco es la primera vez que una película tiene un mal estreno y poco a poco se va recuperando (le sucedió a Elemental, de Pixar, el año pasado), sin embargo, parece innegable que la fórmula del blockbuster está fallando en muchas ocasiones como para pensar en una simple casualidad.

'Furiosa' contó con un presupuesto de 168 millones de dólares. Por ahora se prevén unos 31 millones de recaudación en Estados Unidos

Las razones, como en todo, son complejas y variadas. Por un lado, es bien sabido que la pandemia hundió las salas de cine y que estas todavía se están recuperando más de cuatro años después, por lo que suelen acoger de buena gana algunas medidas como el polémico cine sénior del Ministerio de Cultura con la idea de fomentar que la gente acuda a ver películas en pantalla grande, teniendo en cuenta que la mayor parte de la población se queja de los precios elevados.

Por otro lado, la fórmula en Hollywood parece estar agotada: este año, la mayor parte de los estrenos son remakes o segundas partes de otras películas, lo que siempre aporta un cierto aire de familiaridad y nostalgia, pero también una tendencia a pensar que hay pocas ideas. A todo esto se suma un hecho fundamental: las plataformas cada vez estrenan más pronto las películas, por lo que muchas personas prefieren "esperar un poco" en lugar de acudir al cine.

placeholder 'Fallen Leaves' ha sido el mayor éxito comercial del autor en nuestro país. (Avalon)
'Fallen Leaves' ha sido el mayor éxito comercial del autor en nuestro país. (Avalon)

Pero el cine no ha muerto. Hay ocasiones en que la película funciona tanto en taquilla como en plataformas (fue el caso de la 'oscarizada' Oppenheimer), o incluso algo más impactante: películas que, a priori, no están pensadas para el gran público, han funcionado más de lo esperado a su paso por salas de cine. Fallen Leaves (que, según datos de Avalon, terminó su paso por la taquilla española con más de 700.000 euros, lo que sería el mayor éxito comercial de Aki Kaurismäki en nuestro país) o Perfect Days, de Wim Wenders, son algunos ejemplos de ello.

¿Qué se piensa en la industria al respecto? En Cines Embajadores no viven del blockbuster, como cuenta Fernando Lobo, impulsor y creador de los mismos, pero aun así también han notado que los últimos (Furiosa, El reino del planeta de los simios) no han cuajado. "Es excesivo decir que es el fin del blockbuster, porque la industria del cine no sabe vivir sin él y viceversa. Creo que todo tiene que ver con la efimeridad, estamos saturados: se estrenan varias películas a la semana, hay siete u ocho plataformas, es un ritmo visual demencial el que hay ahora mismo. El fenómeno de preventa con dos o tres semanas de antelación (como pasaba hace años o como sucedió con Oppenheimer y Barbie) no se da. El tiempo que está la película en cine es muy corto y la gente no va a ver las películas, más aún si se estrenan en las plataformas al poco tiempo".

"El cine no va a desaparecer, pero es que las plataformas a nivel de producción, marketing y catálogo son demenciales"

"A pesar de ello, creo que plataformas y cines somos más compañeros que rivales y hay que buscar la fórmula de generar un ecosistema en el que ambas industrias puedan coexistir", señala. "El cine no va a desaparecer, pero es que las plataformas a nivel de producción, marketing y catálogo son demenciales. Quizá pueden ser rentables en mercados como el asiático, donde hay mucha población y a la gente no le gusta salir tanto a la calle, pero yo no lo veo rentable en España a largo plazo. No sé por dónde irá la solución, si las plataformas comprarán cine para distribuir sus propias películas o qué... yo siempre me pregunto, ¿qué habría pasado si el último capítulo de Juego de Tronos se hubiera puesto en cines? Creo que ambos habrían funcionado, trabajando juntos. Hay salidas que van por establecer pactos, pero creo que ambos pueden coexistir".

El productor de cine Pau Brunet suele hacer análisis de la industria en su perfil de Twitter. "Lo de Furiosa nos ha cogido por sorpresa. En España ha hecho un 30% o 40% menos que lo que hizo Fury Road, en Estados Unidos ha ido también peor... creo que se trata de una mezcla de factores, no puede ser solo uno. El primero es que sobredimensionaron un éxito. Fury Road fue un gran fenómeno y sin duda una película muy icónica, una película de culto, pero las cifras en realidad no fueron tan descomunales, solo fue rentable en su explotación final para una franquicia que era de nicho —recaudó 380 millones de dólares con un presupuesto de unos 170 millones de dólares—. Creo que Hollywood necesita asumir que hay que apretarse el cinturón de una vez. Deben asumir hacia dónde quieren tirar y medir los márgenes de provecho y beneficio".

"La clase media siempre había apoyado al cine, pero su situación económica ya no es la misma"

"Y luego hay otras variables", señala. "La caída de gente que acude a las salas de cine ha ido a la par tanto en Estados Unidos como en España, lo que pasa es que en nuestro país veníamos de una situación sustancialmente peor. Con la pandemia, el cine no ha recuperado, o directamente ha perdido, una generación: un sector que ahora tiene 19 o 20 años no ha crecido con los cines. Si esto lo unes a la situación económica actual de la clase media, que eran los que siempre habían favorecido el cine, pero se han visto afectados económicamente... y también el haber perdido las salas urbanas creo que ha sido muy catastrófico para muchos cines. Lo de Furiosa es una llamada de atención contundente".

¿El público no quiere segundas partes?

Una opinión un poco diferente a las anteriores tiene Jaume Ripoll, director editorial de la plataforma Filmin: "Hace menos de dos meses celebrábamos el impresionante éxito mundial de Dune 2 y en Navidades el de Wonka. Blockbusters ha habido y habrá siempre. Moriremos nosotros antes que ellos. Lo único que sucede es que el cine cambia, pero eso es constante y lleva haciéndolo 125 años. Desde la llegada del sonoro, la televisión, el auge, caída y reformulación del sistema de estudio, el VHS, el DVD, internet... todo eso ha cambiado la industria, y muchos de esos cambios igualan en magnitud a lo que estamos viviendo ahora mismo. Plataformas y cine llevan más de una década conviviendo de forma armónica y hay ejemplos: el extraordinario éxito de Pobres criaturas en cines cuando estaba aún en plataformas, el éxito de Anatomía de una Caída, Fallen Leaves, La zona de interés o Perfect Days a la vez que en plataformas se batían récords de visionado prueban que la convivencia no solo es posible, sino que es beneficiosa para industria y espectadores".

placeholder 'Furiosa' parece otro ejemplo de secuela innecesaria, como 'Balada de pájaros cantores y serpientes'. (Lionsgate)
'Furiosa' parece otro ejemplo de secuela innecesaria, como 'Balada de pájaros cantores y serpientes'. (Lionsgate)

Una película suele durar unas cuatro semanas en cartelera, pero eso depende mucho de su título y afluencia. Algunas pueden pasar tan solo una semana en cartelera si no funcionan bien, aunque la mayor parte pasan al menos dos. Señalaba en 2019 un estudio del Observatorio Audiovisual Europeo que luego tardan cuatro meses de media en pasar del cine a estar en vídeo bajo demanda en plataformas como HBO o Netflix (exceptuando la situación de la pandemia, cuando muchas películas pasaron a estrenarse directamente en plataformas, o situaciones especiales, como el caso de La sociedad de la nieve de J.A Bayona, que llegó a los cines tan solo tres semanas antes que en streaming). A su vez, mencionaba recientemente Euronews que, desde la pandemia, el tiempo de espera entre una película y su estreno en formato digital se está reduciendo cada vez más, en algunas ocasiones hasta las seis semanas o en casos puntuales como The Fall Guy (que funcionó mal en taquilla), con el anuncio de que se lanzaría en formato digital tan solo dos semanas después de su estreno, lo que lógicamente no ayudó a que la gente fuera al cine. Y luego hay algunas curiosidades, como una película hecha en Bollywood conocida como El valiente se llevará a la novia, que lleva 20 años en cartelera en el Maratha Mandir, un viejo cine de Bombay. Pero no es, lógicamente, lo habitual.

Desde la pandemia, el tiempo de espera entre una película y su estreno en formato digital se está reduciendo cada vez más

Para que la precuela de George Miller funcione, debería recaudar más de la mitad de su presupuesto, algo que todavía parece muy lejano. Se podrían achacar otras causas más personales a sus malos números, como el hecho de que ha pasado mucho tiempo (nueve años) desde la primera entrega de Mad Max con Tom Hardy, o a que una secuela no parecía particularmente necesaria, como ya se vio en el pasado con las recaudaciones de Han Solo o Balada de pájaros cantores y serpientes (precuela de Los juegos del hambre). El público no parece querer precuelas o secuelas innecesarias en un momento en que estas se encuentran en auge.

De cualquier manera, habrá que esperar a ver cómo funcionan el resto de películas que se esperan para verano (Inside Out 2, Gru, Mi villano favorito 4 o Deadpool & Wolverine) para ver si realmente la fórmula se está agotando y el público está respondiendo con desidia ante la problemática falta de ideas.

El festival de Cannes se rindió ante Furiosa: De la saga de Mad Max, de George Miller. La crítica la aceptó y disfrutó sin miramientos (el público aplaudió durante siete minutos al estreno con Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth) y parecía que el horizonte iba a ser prometedor y soleado. Sin embargo, las cifras son otras: a su estreno —con unas expectativas altas, todo hay que decirlo— en Estados Unidos las cifras recaudadas han sido, cuando menos, decepcionantes.

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