Es noticia
El filólogo que elabora los estudios sobre el español en el mundo trae malas noticias
  1. Cultura
entrevista con david fernández vítores

El filólogo que elabora los estudios sobre el español en el mundo trae malas noticias

El encargado de elaborar los estudios que se usan para argumentar que el español está en auge ha escrito un ensayo para desmentirlo. Dice que es una operación de 'marketing'

Foto: David Fernández Vítores. (Cedida)
David Fernández Vítores. (Cedida)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

David Fernández Vítores es la persona que se encarga de documentar y redactar el famoso informe anual sobre la situación del español en el mundo que publica el Instituto Cervantes desde 2010. Doctor en Lengua Española y Literatura, politólogo experto en Relaciones Internacionales y catedrático de la Universidad de Alcalá, las conclusiones de su trabajo se utilizan a menudo para argumentar el supuesto auge de nuestro idioma. Harto del malentendido, ha escrito un ensayo (Panhispania, Catarata) en el que explica cómo hemos convertido en dogma triunfalista lo que no es más que una estrategia de marketing.

PREGUNTA. ¿Por qué has decidido publicar un libro en el que cuestionas las conclusiones de los informes del Instituto Cervantes que tú mismo elaboras?

RESPUESTA. Llevo años dedicándome a estudiar el español desde el punto de vista demográfico y he acumulado bastante información. Como dices, cada año elaboro el informe del Instituto Cervantes, que tiene mucha repercusión y que suele ser presentado por algún responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores, a veces por el propio ministro. Aunque es un informe institucional, se divulga a la prensa destacando la buena salud del español. Poco a poco lo he ido convirtiendo en un estudio sociolingüístico muy completo, con mucha más profundidad de la que dicta el marketing con el que se hace público.

P. ¿Y cuál es la fotografía real del español una vez despojado de ese marketing?

R. Ya sabes que las cifras pueden interpretarse de muchas formas, y el Instituto Cervantes siempre las expone de manera favorable. En mis informes están todos los matices, pero los titulares suelen simplificarlo para reflejar solo la cara positiva. En este libro trato de explicar la letra pequeña, mostrando que las tendencias del español no son tan positivas. Por ejemplo, la demografía nativa del español está ralentizándose muy deprisa, algo que nosotros anunciamos cada año, pero que no recibe ninguna atención. Tratamos el tema con un falso triunfalismo, y creo que eso no es buena idea.

P. El número de hispanohablantes ha crecido en términos absolutos, pero lo ha hecho al mismo ritmo que la población mundial. Hace décadas éramos un siete por ciento de la población global y ahora somos exactamente los mismos.

R. Claro, esa es una verdad como un puño que no suele aparecer en la prensa. Aunque los datos que publico cada año en el informe destacan esta otra realidad, resulta que nadie se fija en ello. El número de hispanohablantes no ha crecido proporcionalmente en comparación con la población mundial, lo que indica que su progresión no es un mérito de las políticas llevadas a cabo, ni de la pujanza del idioma. Simplemente, mantiene las tendencias demográficas globales lógicas.

Foto: Entrevista a David Fernández Vítores. (S. B.)
TE PUEDE INTERESAR
¿El español va a desbancar al inglés? En realidad, está de retirada en todos estos países
Ángel Villarino Fotografía: Sergio Beleña

P. Los países de habla hispana tienen además unas tasas de natalidad muy bajas, con lo cual a partir de los próximos años la demografía nos juega en contra.

R. Esto es muy preocupante para el futuro del español. Además, contrasta con otras regiones, como África, donde el crecimiento de hablantes de francés, inglés y portugués es exponencial. Por ejemplo, en Nigeria el número de hablantes de inglés llegará a 550 millones a finales de siglo, según datos de Naciones Unidas. Eso es equivalente a toda la comunidad hispanohablante. Piensa que el español en África solo se usa como lengua vehicular en Guinea Ecuatorial, y nunca va a pasar de un puñado de millones porque es un país muy pequeño. La ralentización en el crecimiento de hablantes nativos de español plantea un panorama preocupante porque no se usa como lengua franca casi en ningún sitio. Es un idioma que resulta útil dentro de una comunidad y entre quienes quieren interactuar con ella.

P. En el primer capítulo mencionas que la fortaleza del español es también su principal debilidad. ¿Cómo puede ser una debilidad hablar un idioma con tantos millones de nativos?

R. El mundo hispanohablante, especialmente en España y México, es tan amplio que cubre casi todas nuestras necesidades culturales. Y lo que llega a través de grandes canales comerciales siempre se traduce. Esto ha contribuido a aislarnos y a que haya menos interés por aprender idiomas y por entender lo que ocurre fuera de nuestros países. Nos hace menos globales.

P. Dices que cada vez se aprende menos español, pero se nos llena la boca diciendo lo contrario... ¿a causa de un espejismo estadístico?

R. Sí, existe una especie de alucinación estadística debido a la incorporación de estudiantes que antes no se contabilizaban. Aún hoy no hay estudios de campo suficientemente detallados para incluir a todos los alumnos, pero los informes reciben nuevas estadísticas cada año, nuevos estudios que antes no se hacían. La mayor concentración de estudiantes de español se encuentra en la Unión Europea, Estados Unidos y Brasil, representando más del 80 % del total. El crecimiento de alumnos parece espectacular sobre el papel, casi se ha duplicado desde 2010. Pero es totalmente irreal. Así, por ejemplo, en 2013 se estimó por primera vez un número de estudiantes de español en Estados Unidos. Eso hizo que la cifra pegase un salto del 30 % de la noche a la mañana. Y lo mismo ocurrió con Brasil en 2014.

Foto: Foto: Getty/Carlos Álvarez.
TE PUEDE INTERESAR
Hablamos español, pero también del español comemos
José Antonio Zarzalejos

P. Déjame preguntártelo otra vez. ¿No ha habido entonces un auge en el estudio del español?

R. No. El aumento en el número de alumnos no se debe a la promoción de la lengua española realizada por instituciones como el Instituto Cervantes, sino a la incorporación de alumnos que antes estaban en la sombra. Además, los estudios sobre el crecimiento del español no siempre tienen en cuenta al sector privado, que también es muy importante y del cual no tenemos datos precisos. A veces se realizan aproximaciones muy discutibles.

P. En uno de los capítulos cuestionas también el verdadero impacto de la música latina.

R. Hay varias opiniones cruzadas sobre este tema en mi libro. No cabe duda de que escuchar música en español puede ser beneficioso para la expansión del idioma y para la cultura hispánica. El auge de la música latina es innegable, pero es importante analizar quién la escucha. Según Spotify, las principales audiencias de estas canciones están en México, España, Estados Unidos, Argentina y Colombia, que son países hispanohablantes o con una gran población vinculada a nuestra cultura. No es que el mundo entero las esté escuchando, sino que hay un grupo lingüístico que traspasa fronteras porque está presente en muchos sitios. En cambio, en plataformas como YouTube, que tiene una distribución geográfica más amplia, los artistas hispanos no ocupan las primeras posiciones, que permanecen dominadas por artistas de India, Pakistán y China.

Al subir en la escala social, los hispanos suelen abandonarlo para fusionarse en el universo anglo

P. ¿Spotify no es entonces una buena muestra?

R. No ofrece una visión verdaderamente global. La música latina triunfa en Estados Unidos, pero esto no es tanto un éxito de la comunidad hispana como un reflejo de su presencia demográfica. El mercado anglo era muy potente y ahora la música latina está alcanzando su nivel de saturación, estabilizándose a los niveles que corresponden a su peso demográfico. Comparo este fenómeno con el ascensor social: los hispanos en Estados Unidos han utilizado en masa la música latina para ascender socialmente, pero no está claro si el español se mantendrá cuando lleguen a la cima. Al subir en la escala social, suelen abandonarlo para fusionarse en el universo anglo. Las empresas hispanas en Estados Unidos crecen rápidamente, pero no necesariamente están vinculadas a la lengua, y algunas se distancian conscientemente de lo hispano para integrarse mejor en el mercado anglo. Por eso digo que es importante medir estas cifras con objetividad y no quedarse solo con los trazos gruesos.

placeholder David Fernández Vítores, durante una entrevista con EC. (Sergio Beleña)
David Fernández Vítores, durante una entrevista con EC. (Sergio Beleña)

P. En otro de los capítulos incides en que Estados Unidos no es El Dorado para el español, otro mito muy extendido del que ya hemos hablado alguna vez en conversaciones previas. Vas de vacaciones a Nueva York, escuchas a los camareros hablando en español y sientes que tu idioma está en auge. Y si vas a Miami te reafirmas ¿Por qué la percepción no se corresponde con la realidad tampoco en esto?

R. Estados Unidos no es El Dorado para el español porque las segundas y terceras generaciones de hispanos tienden a perder su idioma, como te decía. Muchos hispanos ni siquiera consideran indispensable saber español para identificarse como tales. Es decir, se separa la identidad étnica del idioma. El censo de Estados Unidos indica que hay 42 millones de personas que hablan español en el entorno doméstico, pero contabilizarlos como nativos es muy tramposo. Las segundas y terceras generaciones pueden hablar español en casa, pero su enseñanza formal es predominantemente en inglés, y la educación bilingüe es casi inexistente. No aprenden a escribir correctamente y muchos hablan muy mal o ni siquiera son capaces de comunicarse con cierta destreza.

P. ¿No hacen esfuerzos por mantener su idioma?

R. Muchos hispanos hacen el esfuerzo de aprender español en la enseñanza secundaria o universitaria, lo que por cierto explica el elevado número de estudiantes en comparación con otras regiones como la Unión Europea y Brasil. Pero no todos son bilingües. Algunos no tienen los registros necesarios para afrontar situaciones formales, como entrevistas de trabajo. Mantener el bilingüismo requiere un esfuerzo constante, y muchos no están dispuestos a hacerlo. La comunidad hispana es numerosa y visible; sin embargo, el español no se está manteniendo ni mucho menos expandiendo. Al revés, los descendientes de estos hablantes nativos lo van perdiendo progresivamente.

P. Algo parecido ocurrió con la comunidad italiana. Muchos se siguen considerando italoamericanos y chapurrean frases, pero no tienen competencias lingüísticas.

R. Es un fenómeno similar al de los italianos, sí. Se ve muy claramente con el sector editorial en Estados Unidos. Hace unos años asistí a un congreso sobre el mercado del libro en español en Estados Unidos y descubrí que muchas editoriales habían intentado conquistar ese mercado, pero habían fracasado. Esto está relacionado con la realidad de la población hispana como un grupo social con un nivel sociocultural bajo. Es una percepción que persiste porque cada año hay un flujo constante de inmigración que nutre el número de hablantes de español, mano de obra no cualificada. Estas familias, a medida que van subiendo por la pirámide social, van abandonando el idioma nativo. De alguna manera, es la lengua de los recién llegados.

Foto: El autor, Olav Schewe.

P. De hecho, uno de los pocos éxitos editoriales en español en EEUU son las biblias evangélicas.

R. Sí, esto ilustra perfectamente la situación. El único producto que realmente se vende en grandes cantidades son las Biblias evangélicas. Esto refleja el escaso interés por la lectura dentro de la población hispana en Estados Unidos. Así es difícil mantener y promover un idioma. Muchas personas no tienen ni el tiempo ni las ganas de hacer el esfuerzo necesario para conservar su idioma en un entorno donde la asimilación lingüística al inglés es predominante.

P. También sostienes que el spanglish no es una variante del español. ¿Qué es, entonces?

R. Lo que intento señalar es que desde los países hispánicos solemos representar a la comunidad hispana de Estados Unidos como algo uniforme, pero en realidad hay una gran diversidad cultural y lingüística. El spanglish no es una variante unificada del español; más bien, es una mezcla de español e inglés que varía enormemente según el origen cultural de los hablantes. Cada grupo hispano en Estados Unidos tiende a fusionar el español con el inglés de manera distinta. Por ejemplo, el mexican english es diferente del colombian english. Estas fusiones no se unifican en una sola variedad, ya que no hay una nivelación interdialectal generalizada entre los distintos acentos y variedades del español en Estados Unidos. Desde las altas instancias académicas, se busca legitimidad para acceder a mayores partidas presupuestarias y subvenciones, pero esta intención es más política que lingüística.

Las ocasiones en que el español se usa como lengua franca son escasas y generalmente eclipsadas por el inglés

P. El español, dices, no es un idioma internacional, no es un idioma que usen extranjeros para comunicarse entre ellos.

R. Que el español es una lengua internacional, es una falacia común. Muchos creen que, al hablarse en 20 países, el español es internacional. Pero, según la lingüística, una lengua internacional es aquella que se usa como lengua franca por personas sin una adscripción étnica o cultural a ella. Esto elimina a la mayoría de los hablantes nativos de español. Incluso si consideramos los hablantes con competencias limitadas, muchos de ellos viven en países hispanohablantes o son hispanos de herencia en Estados Unidos y Europa, por lo que su uso del español no es realmente internacional. Las ocasiones en que el español se usa como lengua franca son escasas y generalmente eclipsadas por el inglés, que es la preferida en grupos multilingües debido a la Ley de la Educación Máxima: el grupo tiende a elegir la lengua que mejor conoce el miembro con menos habilidades lingüísticas.

P. ¿Y en la diplomacia, o en la ciencia?

R. El español es lengua oficial de la Unión Europea y de Naciones Unidas, pero no es una lengua de trabajo, a diferencia del inglés y el francés. Esto limita su proyección internacional. En Europa, el español no ha logrado un lugar significativo a pesar de su crecimiento post-Brexit. Iniciativas como la inclusión de lenguas regionales y minoritarias en la UE, aunque bien intencionadas, han contribuido a erosionar la unidad del español y han tenido un saldo negativo en su promoción. Respecto a la ciencia, pretender que el español se convierta en la lengua de transmisión de conocimiento científico es irreal. El inglés domina todo, y aunque el español tiene cierta presencia, su impacto es limitado. Es ciencia ficción, vaya.

placeholder David Fernández Vítores. (Sergio Beleña)
David Fernández Vítores. (Sergio Beleña)

P. Dices que pinchar la burbuja del español se ha hecho necesario. ¿Por qué deberíamos hacerlo nosotros?

R. Creo que es mejor pinchar la burbuja porque las cifras no son un tema trivial. Si las cifras fallan, todo lo demás falla, ya que la mayoría de las políticas de difusión de la lengua se basan precisamente en cifras. Para hacer algo serio, es preferible reflejar la realidad tal y como es, en lugar de convertirla en un soporte para el marketing lingüístico. Y es importante cuestionarse qué es lo que se pretende con la promoción del español antes de hacerla. ¿Queremos abrir nuevos mercados en el extranjero? ¿Expandir el uso a través del aprendizaje como segunda lengua? ¿Liderar una diplomacia del área hispánica con beneficios concretos? La estrategia no solo no funciona, sino que tiene cada vez menos impacto fuera de la península.

P. Me gustaría preguntarte por la inteligencia artificial y cómo va a impactar a los idiomas, también al español. La traducción automática de textos, audios y vídeos está evolucionando a tanta velocidad que se derriban cada año nuevas barreras idiomáticas. Esto afecta a la enseñanza de idiomas, pero también a la difusión de las ideas. Tiene una dimensión de influencia geopolítica.

R. Hace apenas unos años, aprender idioma era ineludible para desarrollar una carrera profesional sólida. Pero una vez que se rompen las barreras lingüísticas, está claro que pierde relevancia. De hecho, ya se está empezando a notar. El aprendizaje de idiomas va a entrar en recesión. Es posible que su enseñanza continúe siendo una actividad relevante porque permite entender una cultura en su contexto, porque moldea el pensamiento con lógicas distintas y porque mejora la capacidad de comprensión. Pero perderá importancia gradualmente en las interacciones cotidianas. Para muchos millones de personas será más fácil y efectivo comunicarse mediante traductores automáticos que hacerlo utilizando una lengua vehicular como el inglés que les cuesta esfuerzo, dinero y tiempo aprender. Muchos traductores se dedican ya a la edición de textos procesados por una máquina y a los alumnos les estamos diciendo que desarrollen su carrera teniendo todo esto en cuenta. Saber idiomas podría dejar de ser un valor en sí mismo, o un marcador de estatus.

Quizá el español sea uno de los idiomas beneficiados por la IA en detrimento del inglés

P. ¿Pero cómo crees que impactará esto al español?

R. Quizá el español se vea beneficiado porque la base demográfica de un idioma puede convertirse pronto en el único factor realmente importante. Siguiendo esta argumentación, el gran perjudicado podría ser el inglés. De todos modos, estamos en una fase un poco germinal. Yo creo que la IA va a afectar enormemente en cómo evolucionan las lenguas y sostengo que los esfuerzos de la RAE para educar a estos programas son quijotescos. Aplicaciones como ChatGPT van a tener más influencia que la RAE en la evolución del idioma porque serán las empresas tecnológicas las que fijarán los usos masivos.

P. ¿Crees que las ideas expresadas en inglés perderán parte de la influencia que atesoran? Si puedes escuchar, leer o ver a cualquier persona del planeta sin barreras lingüísticas, habrá menos espacio para el contenido en inglés, que es el dominante en la actualidad, ¿no? Y debería beneficiar al contenido producido en países como China, Japón o Alemania, que hacen muchas cosas interesantes, pero en idiomas menos hablados fuera de su entorno.

R. Bueno, los politólogos utilizan un concepto que yo aplicaría aquí también, que es la dependencia de senda. El mejor ejemplo que se me ocurre es el del teclado que utilizamos, el QWERTY. Se han inventado teclados muchos más eficaces para escribir, pero no se han implantado porque el QWERTY fue el primero y es difícil desplazar lo que ya está usando toda el mundo. Paradójicamente, el QWERTY se impuso porque los fabricantes de máquinas de escribir no quería que se teclease demasiado rápido para evitar encasquillamientos. Esta estandarización de un resultado subóptimo puede ocurrir también con las traducciones, ya que todos los programas disponibles están viciados de origen por el inglés. Por ejemplo, cuando hay que traducir del albanés al español, normalmente se pasa antes por el inglés.

David Fernández Vítores es la persona que se encarga de documentar y redactar el famoso informe anual sobre la situación del español en el mundo que publica el Instituto Cervantes desde 2010. Doctor en Lengua Española y Literatura, politólogo experto en Relaciones Internacionales y catedrático de la Universidad de Alcalá, las conclusiones de su trabajo se utilizan a menudo para argumentar el supuesto auge de nuestro idioma. Harto del malentendido, ha escrito un ensayo (Panhispania, Catarata) en el que explica cómo hemos convertido en dogma triunfalista lo que no es más que una estrategia de marketing.

Lengua española Lo mejor de EC
El redactor recomienda