El Tiziano dos veces robado y abandonado en una parada de autobús en Londres saldrá a subasta

Tiziano, el gran maestro del Renacimiento, tenía poco más de 20 año cuando pintó Descanso en la huida a Egipto. Pero probablemente jamás imaginó que ese lienzo viviría increíbles aventuras y sería codiciado por emperadores, archiduques y ladrones de obras arte durante sus más de cinco siglos de existencia.

El cuadro ha pasado por numerosas vicisitudes: ha estado colgado en palacios de Londres, Bruselas, Viena, París y, más recientemente, en Longleat House en Wiltshire (el hogar de los marqueses de Bath, un lugar famoso por sus colecciones de arte y por sus extensos terrenos, tan extensos que albergan el que fuera el primer parque safari fuera de África); ha sido robado dos veces y acabó siendo abandonado en una parada de autobús en Londres. Y el próximo 2 de julio saldrá a subasta en la sede de Christie's en la capital británica, donde se espera que se venda a golpe de martillo por un precio estimado entre los 15 y los 25 millones de esterlinas (entre 17,7 y 29,6 millones de euros).

La pintura se inspira en un pasaje bíblico, en concreto del Evangelio de San Mateo, que narra cómo san José tiene un sueño en el que se le aparece un ángel que le advierte de los planes de Herodes de matar al Niño Jesús, así que decide huir a Egipto con el pequeño y su madre, la Virgen María.

Tiziano, que fue aprendiz de niño en el taller de Giovanni Bellini en Venecia, pintó Descanso en la huida a Egipto inspirándose en Giorgione, otro alumno de Bellini diez años mayor que él. No está claro quién le encargó el cuadro, que aparece documentado por primera vez a principios del siglo XVII como perteneciente a la colección de Bartolomeo della Nave, un comerciante de especias veneciano, quien había reunido obras de "todos los virtuosos de Venecia", incluidos Bellini, Giorgione y Veronese.

Fue saqueado del castillo Belvedere en 1809 por las tropas de Napoleón. Trasladado a París, el cuadro regresó a la capital austriaca en 1815 tras la caída de Bonaparte

Tras la muerte de Bartolomeo della Nave, la práctica totalidad de su colección de arte (incluido el cuadro de Tiziano) pasó a manos del marqués James Hamilton, quien en 1638 -diez años antes de ser ejecutado al estallar la revolución inglesa- envió a Londres todas sus obras de arte.

De Londres, la colección pasó a Bruselas, en concreto a decorar el palacio del archiduque Leopoldo Guillermo de Austria y posteriormente en Viena, al castillo Belvedere, donde fue saqueada en 1809 por las tropas de Napoleón. Trasladado a París, el Tiziano regresó a la capital austriaca en 1815 tras la caída de Bonaparte.

El siguiente propietario del cuadro fue el escocés Hugh Andrew Johnstone Munro, uno de los mecenas más importantes del pintor J.M.W. Turner. Pero Descanso en la huida a Egipto acabó siendo subastado en Christie's en 1878, adjudicándoselo John Alexander Thynne, cuarto marqués de Bath, quien colgó el lienzo en la mansión de Wilshire.

De allí fue robado en 1995 y encontrado siete años después, sin marco y dentro de una colorida bolsa, en una parada de autobús, gracias al olfato de Charles Hill, un ex policía de Scotland Yard reconvertido en detective especializado en seguirle la pista a obras de arte. El detective Hill se embolsó las 100.000 libras (unos 118.000 euros) de recompensa que se ofreció a quien recuperara el cuadro. Una nimiedad en comparación con los 25 millones de esterlinas que el 2 de julio podría alcanzar el cuadro.