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Lina Morgan: ni era la más guapa ni la mejor bailarina, pero llegó más lejos que ninguna
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Lina Morgan: ni era la más guapa ni la mejor bailarina, pero llegó más lejos que ninguna

El documental dirigido por Israel del Santo realiza un retrato preciso de la cómica mediante numerosos testimonios que intentan explicar el porqué de su gigantesco éxito

Foto: Cartel promocional del nuevo documental centrado en la figura de Lina Morgan.
Cartel promocional del nuevo documental centrado en la figura de Lina Morgan.

Un 20 de agosto de 2015, un centenar de personas se reunían en una capilla ardiente instalada en el Teatro de la Latina para despedir a la mítica Lina Morgan, en aquel lugar tan emblemático para ella al que consideró, sin duda, su segundo hogar (fue la primera mujer en comprar un teatro en Europa). Sin embargo, cuando se le pregunta al director Israel del Santo qué tenía Lina de especial para que la quisiera todo el mundo, él no parece seguro: "¿Tú crees que la quería todo el mundo? Yo no lo veo así… hay mucha gente que sigue asociándola a un humor blanco y casposo. En España nos ha costado muchos años reconocer como grandes artistas a los cómicos".

Quizá por ello, el director ha decidido homenajear a la vedette con el documental Lina, la mujer espectacular, que se estrena hoy en Movistar+. A lo largo de tres capítulos de aproximadamente una hora de duración, diferentes figuras relacionadas con el ámbito teatral (su biógrafo Jesús García Orts, periodistas o especialistas en teatro y cine) van elaborando un retrato preciso de la vida de Lina mediante testimonios. Pero quizá lo más relevante es ese original casting en el que Silvia Abril, Joaquín Reyes, Vinila von Bismark, Samantha Hudson o Pepe Viyuela (entre muchos otros) imitan algunos de sus sketches más famosos, mientras cuentan retazos de su personalidad. La naturalidad de todos ellos es uno de los mayores aciertos del documental, que se centra especialmente en la faceta de empresaria de la comediante (sin dejar de lado los rumores o incluso los prejuicios sobre su persona).

"No era necesario que la gente que ha participado en el documental conociese a Lina, hubiese trabajado con ella o supiese mucho de su figura", señala del Santo. "Lo importante es que compartían cosas con ella, el casting falso es un experimento con escenas que ella interpretó hace 20 o 30 años, así muchos vieron que tenían cosas en común con ella, más de las que creían. Es una profesión muy dura, no se trata solo de hacer reír, sino que es algo que se trabaja y se ensaya y todos ellos han pasado malos tragos en alguna ocasión. Lina vivió en otra época y no lo tenía fácil como mujer y como chica joven en un mundo tan cruel y abusivo como el de la revista. Es un personaje muy inspirador".

"Era una mujer increíblemente trabajadora, capaz de saludar a todos los que iban a verla"

Nacida el 20 de marzo de 1936 en la madrileña calle de don Pedro, con un padre 'ayudante de sastre' y una familia que no se dedicaba a la actuación, Lina Morgan (o María de los Ángeles López Segovia, su verdadero nombre) tuvo muy claro desde el principio de su vida aquello de "mamá, quiero ser artista", y comenzó a bailar con 11 años. "Cuando no lo tienes en tu entorno y acabas dedicándote a ello es porque hay algo en ti que está predestinado", opina Silvia Abril en un momento del documental, que hace un recorrido por esa España de posguerra en la que la zarzuela era uno de los géneros predominantes, y en la que Lina, desde muy pequeña, junto a otros míticos (Alfonso del Real, Luis Cuenca, Pedro Peña, Pepita Sevilla...) trató de hacerse un hueco en el mundo del espectáculo. Más concretamente en uno desaparecido hoy en día: el de la revista.

El documental hace especial hincapié en el hecho de que esa chica que no era especialmente guapa ni tan exuberante como el resto de sus compañeras consiguiera sacarse partido de alguna manera y fuera "adelantando filas" en esa jerarquía marcada y extinta que era la del mundo de las vedettes, las supervedettes, las modelos, tiples o vicetiples. Conceptos que hoy en día mucha gente no conoce, pero que pertenecieron a una España lejana que hoy ya no existe. Nadie duda en recalcar el carisma natural de Lina y su humor un poco clown (ella se consideraba algo así como un mimo frustrado) que, unidos a su espíritu de trabajo (llegaba a hacer dobletes e incluso tripletes de funciones) y una astucia fundamental para los negocios, supo reinventarse continuamente.

"Carlos Sobera presentando 'First Dates' o Mick Jagger con los Rolling también son 'vedettes'"

"Te puede gustar o no Lina Morgan, pero es una mujer que conseguía que el teatro se cayese de risa, tenía una capacidad extraordinaria para conectar con el público y que pareciera que estaba actuando solamente para ti", apunta el director. "Y era una mujer increíblemente trabajadora, capaz de ir saludando uno a uno a todos los que iban a verla porque sabía muy bien algunas cosas de la profesión como que ella no existiría —y tampoco sus personajes— sin el público. Todas esas cosas son Lina Morgan y son las que hemos querido reflejar en la serie".

placeholder El director Israel del Santo con un Joaquín Reyes muy de Celebrities. (Cedida)
El director Israel del Santo con un Joaquín Reyes muy de Celebrities. (Cedida)

"Es una mujer que trabajó durante cuatro décadas y en muchos campos, cine, teatro, televisión… estaba formadísima, hacía cualquier cosa. Al trabajar tanto tiempo tiene sus momentos de gloria y de menos gloria porque es normal, al final los gustos del público van cambiando. ¿Existiría hoy Lina Morgan? No lo sé, creo que aquella niña de 23 años que empezaba a ir a sus primeros castings lo tendría más difícil hoy en día, pero algo que he aprendido gracias al documental es que la vedette no es más que la figura central de un espectáculo. Teniendo en cuenta esto, una vedette puede ser Carlos Sobera presentando First Dates o Mick Jagger con los Rolling Stones", se ríe.

"Su orientación sexual me trae sin cuidado, hay gente a la que le importa demasiado lo que hacía en casa cuando terminaba de actuar"

Además de centrarse en su faceta trabajadora o sus películas (La tonta del bote, basada en una obra de teatro de Pilar, la hermana de Millán Astray, de los años 20, un fracaso en taquilla, pero un éxito en Televisión Española, Vaya par de gemelas, Sí al amor, etcétera) el documental recorre otras curiosidades de la vida de la cómica, como el hecho de que montara su propia compañía en 1975 —que no le fue bien—, la compra del teatro de La Latina (que pagó en tiempo récord) o que hiciese función el mismo día de la muerte de su padre. Y, por supuesto, también se debaten dos asuntos en torno a su figura: su sexualidad y su ideología. "Se utiliza el lesbianismo como arma arrojadiza para hacerle daño, no tuvo doble vida porque no tenía otra vida, su vida era el trabajo" señala tajante la drag queen Nacha la Macha durante el documental.

placeholder El dúo Ladilla Rusa, que participa en el documental. (Cedida)
El dúo Ladilla Rusa, que participa en el documental. (Cedida)

"Es verdad que intentamos ser muy respetuosos y lo más elegantes posible con las figuras de las que hacemos documentales para Movistar+" indica del Santo. "Personalmente como director su orientación sexual me trae sin cuidado, lo que hacía en casa cuando terminaba de actuar no me importa en exceso y creo que a mucha gente le importa demasiado. ¿A quién votaba? No lo sé, hombre, creo que era de derechas porque en el tiempo que le tocó vivir todo el mundo era de derechas con más o menos ganas y ya está".

El director tiene claro a quién le gustará el documental: "Está pensado para los que crecieron con Lina porque van a recordar momentos geniales, pero también está pensado para personas a las que no les gustaba tanto y que les va a servir para conocer cosas de ella y quizá cambien su opinión. Y sobre todo está dirigido a chicas y chicos jovencitos que a día de hoy no la conocen y quizá se van a subir a un escenario o presentarse a un casting, les será muy inspiradora".

Un 20 de agosto de 2015, un centenar de personas se reunían en una capilla ardiente instalada en el Teatro de la Latina para despedir a la mítica Lina Morgan, en aquel lugar tan emblemático para ella al que consideró, sin duda, su segundo hogar (fue la primera mujer en comprar un teatro en Europa). Sin embargo, cuando se le pregunta al director Israel del Santo qué tenía Lina de especial para que la quisiera todo el mundo, él no parece seguro: "¿Tú crees que la quería todo el mundo? Yo no lo veo así… hay mucha gente que sigue asociándola a un humor blanco y casposo. En España nos ha costado muchos años reconocer como grandes artistas a los cómicos".

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