Es noticia
Diez razones en honor y la gloria del medievo
  1. Cultura
leyenda oscurantista

Diez razones en honor y la gloria del medievo

El historiador francés Martin Aurell elabora un decálogo entusiasta sobre la Edad Media que discrepa del fanatismo, el oscurantismo, la incultura, la violencia con que acostumbra a etiquetarse el fabuloso milenio

Foto:  El ensayo del historiador francés Martin Aurell.
El ensayo del historiador francés Martin Aurell.

El historiador francés Martin Aurell ha decidido poner remedio a los clichés y corriente de desprestigio que convierten el medievo en un periodo de oscuridad y de barbarismo. El resultado se aloja en un ensayo de pequeñas dimensiones que ha publicado Taurus ( Diez falsas ideas sobre la Edad Media) y que exagera en la idealización y en la militancia, aunque el decálogo también subraya los hitos de un periodo que se prolongó un milenio y del que sabemos muy pocas cosas.

La Edad Media rebajaba a las mujeres

Es uno de los tópicos más comunes sobre la Edad Media: la condición femenina estaba sometida, no tenía ninguna libertad, su función única y principal era tener hijos. Pues bien, este periodo fue mucho más favorable a las mujeres que el siglo XIX, por ejemplo.

La existencia de las santas demuestra que para los medievales todas las mujeres estaban dotadas de inteligencia y voluntad, y eran capaces de pensar, tomar decisiones y obrar libremente. Nadie dudaba de que su cuerpo estaba animado por un alma espiritual y, en este sentido, era perfectamente igual al del hombre.

La Edad Media rechazaba al diferente

No cabe duda de que la Edad Media hizo su aportación al menosprecio del pueblo judío. Pero los pensadores de los siglos XVI-XVIII, empezando por Lutero, Voltaire y los enciclopedistas, fueron más lejos en esta denigración.

La existencia de las santas demuestra que para los medievales todas las mujeres estaban dotadas de inteligencia y voluntad

En las edades Moderna y Contemporánea la hostilidad hacia esta comunidad no hizo más que aumentar. Para los cristianos medievales se basaba en un contraste de identidades, culturas y religiones. Pero este "antijudaísmo" no debe confundirse con el "antisemitismo" que, a partir del siglo XIX, justificó la opresión de los judíos basada en la raza. Y las consecuencias de esta nueva ideología fueron mucho más catastróficas que en la Edad Media...

La Edad Media era inculta

En la Plena Edad Media nació la lectura silenciosa, que ensanchó el espacio interior de la conciencia y la introspección. Por primera vez la lectura se hacía para uno mismo.

Esta práctica, todavía infrecuente, inauguró la metamorfosis de la lectura, que pasó de una experiencia oral y colectiva a otra silenciosa e íntima. La invención de la imprenta en la década de 1450 no hizo más que acrecentar este fenómeno.

Un rápido repaso de la literatura medieval muestra la punta de un iceberg de lenguas, géneros, temáticas o técnicas exploradas por los autores de la época. Escribieron tanto los tratados de moral y las elegías fúnebres más graves como los fabliaux más divertidos.

La sangre y la violencia

El ideal caballeresco explica el reducido número de víctimas en la batalla de Brémule o en la guerra de sucesión de Flandes, alrededor del año 1120. Refuta el tópico de una Edad Media violenta. ¿No debería servir de ejemplo a nuestros estrategas contemporáneos, tan proclives a usar armas de destrucción masiva que causan estragos entre los civiles?

A falta de un Estado fuerte y de una verdadera estructura judicial, los hombres y las mujeres de la Edad Media trataron de resistir

Algunos de los métodos con los que la Edad Media trató de instaurar la justicia, el orden y la paz repugnan a nuestra conciencia contemporánea. Por injustificables que nos parezcan, deben situarse en su contexto. A falta de un Estado fuerte y de una verdadera estructura judicial, los hombres y las mujeres de la Edad Media trataron de resistir, lo mismo que nosotros, los ataques contra las personas y los bienes. En su mayoría vivían en pequeñas comunidades aldeanas donde el control social, muy estricto, impedía por sí mismo muchas transgresiones de la ley y las costumbres.

La Edad Media no inventó nada

No cabe duda de que la Edad Moderna progresó mucho, pero muchas veces como heredera de los progresos medievales. A partir del siglo XVI surgieron genios como Copérnico, Galileo, Leonardo o Servet, pero no lo hicieron espontáneamente; descendían de un linaje de antepasados científicos. Heredaron conocimientos técnicos y métodos experimentales acumulados a lo largo de la Edad Media. Sin ellos, no se habría podido construir las catedrales góticas. Después del año mil, los molinos se propagaron por todo Occidente gracias a las fuertes inversiones económicas de los señores.

Foto: 'La rendición de Granada' por Francisco Pradilla.

La lista de las invenciones medievales podría alargarse mucho más. Va del botón, que sujeta y cierra la ropa, a la carretilla, pasando por el ajedrez y los naipes. La artillería fue posible gracias a la fundición del hierro en altos hornos y la llegada de la pólvora negra desde Extremo Oriente.

Su desarrollo, a comienzos de la Edad Moderna, cambió completamente la estrategia y la táctica militar.

La Edad Media oprimía y avasallaba

Alrededor del año 1000 la esclavitud rural masiva, base de la prosperidad de la clase senatorial romana, prácticamente había desaparecido. Con unas pocas excepciones, Occidente la borró para siempre de su territorio. Si acaso los puertos mediterráneos siguieron conservando una esclavitud doméstica o artesanal, fruto de la trata.

placeholder Dos hombres atienden a otro en la cama. Basado en la pintura de Francesco Pesellino. (Henry Guttmann Collection/Hulton Archive/Getty Images)
Dos hombres atienden a otro en la cama. Basado en la pintura de Francesco Pesellino. (Henry Guttmann Collection/Hulton Archive/Getty Images)

El movimiento comunal estuvo acompañado de una verdadera revolución comercial. El régimen señorial ponía demasiadas cortapisas a los negocios de los mercaderes, que se organizaron para librarse de ellas.

En las ciudades medievales florecieron el trabajo, el comercio, la artesanía y la banca, sin sufrir desprestigio ni marginación. Los mercaderes urbanos forjaron unos valores precursores de la modernidad.

La Edad Media promovió las cruzadas xenófobas

Los saqueos y las matanzas cometidos por los cruzados en la ciudad santa, lo mismo que en sus anteriores conquistas, a menudo se han exagerado. No hay que olvidar que en esa época la toma de una plaza otorgaba a los asaltantes plenos derechos sobre los asediados; con una rendición negociada, en cambio, los defensores podrían librarse pagando un cuantioso rescate, o con su esclavización, ante la cual la muerte podría parecerles preferible.

Los beneficios espirituales otorgados a los expedicionarios eran el motivo principal de su alistamiento. Como en una peregrinación, forma antigua de penitencia, la cruzada redimía los pecados declarados en confesión. Con ella apareció en Occidente la idea y luego la propia institución de la indulgencia plenaria.

La Edad Media era tenebrosa y austera

Los nuevos hallazgos arquitectónicos ayudaron a plasmar en piedra la filosofía dionisiana y desembocaron en el gótico, que inundó de luz las catedrales y las iglesias. El arco románico de medio punto, que describe un simple semicírculo, da paso al arco apuntado, cuyas ojivas se cruzan en una bóveda. En el exterior, los arbotantes soportan el empuje del edificio. A finales del siglo XII estas innovaciones dieron lugar al "gigantismo" y la "verticalidad" de las enormes catedrales.

Las indagaciones experimentales sobre la luz desembocaron en descubrimientos ópticos

Las indagaciones experimentales sobre la luz desembocaron en descubrimientos ópticos importantes. Gracias a ellos, las lentes que corregían la miopía y la presbicia permitieron a muchos pensadores seguir leyendo y escribiendo a edades más avanzadas que en el pasado. Les aportaron la luz. Prueba de que el oscurantismo medieval es un embuste.

La Edad Media era ignorante

Las invasiones germánicas no fueron tan "bárbaras" como las presentaron los romanos. No acabaron con unas escuelas que perduraron a lo largo de toda la Edad Media, particularmente en los monasterios. En la época de Carlomagno estas alcanzaron un auge notable. Pues bien, a partir del siglo XIX el saber salió del claustro rural y se introdujo en la escuela urbana. El desarrollo de las ciudades atrajo a muchos profesores y estudiantes, cuyo modo de concebir la ciencia era muy distinto del de las abadías. A diferencia de los monjes, los nuevos intelectuales urbanos preferían la especulación al misterio, la dialéctica a la gramática, la abstracción a la glosa y el debate a la autoridad. Fueron los creadores de la escolástica.

La Edad Media fomentaba el fanatismo

En la cristiandad medieval la religión impregnaba todos los aspectos de la vida social. Se consideraba indispensable para alcanzar la salvación eterna, que, siendo individual, no se concebía fuera de la Iglesia, de la comunidad cristiana en su conjunto. Dado que por entonces todos recibían el bautismo, la Iglesia se confundía con la sociedad occidental, gobernada por un rey cristiano. Por eso la unidad política y la unidad religiosa eran indisociables. No se trataba, en absoluto, de fanatismo, sino de lazos muy estrechos entre lo religioso y lo moral.

La laicidad en el sentido moderno, que relega la religión al ámbito privado, es ajena a la teoría política y las mentalidades colectivas del Medievo. Pero los intelectuales de la época le allanaron el terreno.

El historiador francés Martin Aurell ha decidido poner remedio a los clichés y corriente de desprestigio que convierten el medievo en un periodo de oscuridad y de barbarismo. El resultado se aloja en un ensayo de pequeñas dimensiones que ha publicado Taurus ( Diez falsas ideas sobre la Edad Media) y que exagera en la idealización y en la militancia, aunque el decálogo también subraya los hitos de un periodo que se prolongó un milenio y del que sabemos muy pocas cosas.

Literatura
El redactor recomienda