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El hechizo de Lina Tur desgarra 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi
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El hechizo de Lina Tur desgarra 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi

La violinista balear dirige e interpreta una versión hedonista y en carne viva de la obra más popular (grabada y cacareada) del compositor veneciano

Foto: La violinista balear Lina Tur. (CARM)
La violinista balear Lina Tur. (CARM)

¿Otra versión de Las cuatro estaciones? ¿De nuevo hay que recurrir a la obra más trillada, maltratada, elogiada y grabada de Vivaldi? Las preguntas y las respuestas revestirían mayor sentido si no fuera Lina Tur la promotora de la iniciativa, precisamente porque la violinista balear no emprende un proyecto discográfico ni musical sin que resulte necesario y novedoso.

Novedoso quiere decir que su versión de Las cuatro estaciones responde de una originalidad, de una ferocidad y de un naturalismo impresionantes. Dan ganas de escucharla con un paraguas para protegerse de la lluvia. Y de mirar a los árboles para encontrar a los pájaros que vuelan desde las cuerdas. Y dejarse hipnotizar después por los copos de nieve.

Se pasa calor con el Verano y frío con el Inverno. El efecto hormonal de sentir la Primavera resulta tan elocuente como la propuesta melancólica del Otoño. Mérito del violín embrujado de Lina Tur y de las huestes de Musica Alchemica, cuya nomenclatura responde como nunca a la alquimia musical que predispone semejante experiencia creativa y hedonista.

Impresionan el color, el cromatismo de Las cuatro estaciones, igual que sucede con las dinámicas, la trama sonora, los sobresaltos, los pasajes de mansedumbre, los resortes de bravura. Da la impresión de que Lina Tur y sus muchachos tocan en carne viva. Conciben una lectura apasionada y apasionante, como si los instrumentos estuvieran vivos, provistos de respiración, de sangre, de fuego y hasta de remordimientos. Los arcos parecen estiletes que acuchillan las cuerdas. O plumas ingrávidas.

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El impacto redunda en la belleza y en la fealdad, precisamente porque la teatralidad a cielo abierto de estas perturbadoras Cuatro estaciones repara en la estética del sonido como en el registro de la cacofonía. Lina Tur y Musica Alchemica consiguen que la obra más popular de Vivaldi percuta y transgreda. Se viven y se sienten los cambios de estación. Experimentamos una tormenta eléctrica y un paseo campestre. Y sobreviene una sensación de arrebato. El contraste de los tempi y la noción de los placeres sitúan al oyente en posición de alerta y de expectativa sensorial.

Es la paradoja de la filología y de la connotación académica de interpretar el barroco con instrumentos originales. La conciencia de un sonido, la evocación de una época y la supresión de las pátinas que ha incorporado el tiempo, no contradicen la creatividad ni el sesgo mefistofélico de Lina Tur. Parece ella un fauno en el bosque, cuando no un sátiro al acecho.

placeholder Carátula de 'SE4SONS', el disco de Lina Tur sobre 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi.
Carátula de 'SE4SONS', el disco de Lina Tur sobre 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi.

Se explica así el interés inexcusable de la nueva versión de Las cuatro estaciones, aunque el disco que ha publicado el sello Glossa también aloja el epílogo, el estrambote y el interés de las Cuatro estaciones de Piazzolla.

Las compuso el maestro argentino entre 1965 y 1969, responden a la expresión más genuina del tango, alojan el magnetismo del bandoneón y permiten a Lina Tur un ejercicio de virtuosismo, de versatilidad y de sensibilidad tan contundentes como sucede con la exhumación de Vivaldi.

Es un acontecimiento el disco de la prodigio ibicenca. Por la forma. Por el fondo. Por el desgarro. Por la belleza. Por la percepción de una música electrizante. Y hasta por la originalidad del título que identifica todo el proyecto: SE4SONS. El número 4 es la A, como las estaciones. Y la clave de acceso -el código de entrada- a una quimera que emplaza a Vivaldi entre los poderes y turbaciones mismos de la naturaleza.

¿Otra versión de Las cuatro estaciones? ¿De nuevo hay que recurrir a la obra más trillada, maltratada, elogiada y grabada de Vivaldi? Las preguntas y las respuestas revestirían mayor sentido si no fuera Lina Tur la promotora de la iniciativa, precisamente porque la violinista balear no emprende un proyecto discográfico ni musical sin que resulte necesario y novedoso.

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