'Malinche', el musical de Nacho Cano en el que todo empezó mal

Iba a tener una pirámide de 30 metros de altura acompañada de un párking con 400 plazas en el distrito madrileño de Hortaleza. Iba a actuar Chanel como gran protagonista. Iba a ser la gran historia musical de la conquista de México por Hernán Cortés… Y, al final, en Malinche, el musical creado por Nacho Cano, ni hubo pirámide, ni se estrenó en Hortaleza, ni la cantante cubana estuvo en la obra y las críticas fueron bastante desiguales tras su estreno en septiembre de 2022. Para colmo, este martes el músico fue detenido en una comisaría del centro de Madrid ya que tendría presuntamente a trabajadores mexicanos en situación laboral irregular en el musical.

Hacia la tarde de ayer, el músico decidió defenderse y convocó una rueda de prensa a la que asistió un nutrido número de medios. Visiblemente enfadado señaló que “la razón de la detención es que apoyo a Ayuso. Después del novio, del hermano, el que les queda soy yo. Se trata de llevar la atención a otro sitio que no sea la imputación de la mujer del presidente del Gobierno y como Nacho Cano es amigo de Ayuso y es el único artista que se atreve a no decir que soy comunista y de izquierdas, y no lo voy a decir nunca porque no soy idiota y he viajado. Por todo eso, en la agenda está ir a por mí, ya que si van a por mí, también van a por Ayuso”. No dio más explicaciones de lo que le habían preguntado en comisaría. Tampoco sus abogados aclararon si había habido alguna denuncia. Solamente insistieron en que todo era absolutamente legal.

No es la primera vez que el músico se defiende con un ataque verbal, aunque ahora incluso haya subido el tono. “A nadie le gusta que le disparen, pero llevo en esto 42 años. Firmé mi primer contrato a los 17 años. Pero, cuando vuelvo a todo esto, pienso que igual es hasta bueno que me ataquen porque me pone cachondo eso”, afirmó el propio Cano el día de la presentación del musical, el 7 de septiembre de 2022, tras ser preguntado por las polémicas que había sufrido la obra antes del estreno. Aquel día, en el que se rodeó del elenco y fieles que no dejaron de aplaudirle a cada cosa que decía, soltó además palabras que hoy adquieren un significado curioso: “Yo pago 150 nóminas. Los que me atacan creo que no pagan ni una. Pero todo esto forma parte de la vida. Las críticas de verdad deben empezar ahora con el estreno. Hasta ahora todo han sido especulaciones”.

Así fue como salió al paso cuando finalmente la famosa pirámide que iba a ser construida en un enorme solar público de Hortaleza no salió adelante. Los vecinos se habían movilizado y habían hecho presión contra el ayuntamiento y el alcalde José Luis Martínez-Almeida ante lo que pensaban “era un pelotazo para hacer un musical”, como señaló una vecina en un reportaje publicado en este medio. De hecho, poco antes la misma parcela estuvo a punto de ir a parar a José Luis Moreno para construir lo que llamó el Coliseo de las Tres Culturas mientras los vecinos lo que pedían era una biblioteca pública. “Si es que además esto solo se hace para blanquear dinero”, decía otra vecina en el mismo reportaje. “Y encima es una horterada. Porque eso también hay que decirlo”, añadía otro.

Finalmente, en noviembre de aquel año, el ayuntamiento dio marcha atrás a un proyecto que había sido gestionado por la entonces vicealcaldesa Begoña Villacís y el delegado de Desarrollo Urbano Mariano Fuentes. “No se pudo hacer allí, pero yo nunca tuve trato de favor. Todo lo que se dijo eran mentiras. Me han dado caña por ser como soy, pero voy a seguir siéndolo”, manifestó Cano al respecto.

Los vecinos, contra la pirámide: "Además esto solo se hace para blanquear dinero". "Y encima es una horterada. Eso también hay que decirlo"

El musical acabó en una carpa de Ifema: un escenario de 28 metros de ancho y 24 de fondo con una minipirámide, una pequeña cascadita, cenotes, medio barco y 1.000 butacas. Por supuesto, no faltó el bar, llamado aquí Templo Canalla, en el que se servían margaritas y tacos bajo la mirada de cabezas de jaguar y todo tipo de decoración azteca. También se podían comprar camisetas (sin precio marcado en la etiqueta).

Siguiente polémica: Chanel. La cantante de origen cubano, que había participado en varios musicales exitosos como Mamma Mía, había sido la elegida para protagonizar Malinche. Pero en el camino se cruzó su elección para representar a España en Eurovisión. Una actuación que, además, no le salió nada mal, ya que a la canción SLOMO solo le superó Ucrania y Reino Unido. Y, entre unas cosas y otras, la cantante se acabó cayendo de la obra. Cano ratificó que había sido sustituida por la mexicana Andrea Bayardo y no quiso darle mucha más bola a los rumores que surgieron al respecto.

Desde su estreno, Malinche ha contado con críticas muy desiguales, tal y como se puede leer en diferentes webs de reseñas teatrales. Las más profesionales tampoco han sido nada efusivas. En cuanto a datos, desde la propia web del musical se sostiene que en las dos temporadas que ha estado en activo se ha llegado a las 600 funciones y los 500.000 espectadores, si bien ya en la temporada pasada se habló de en torno a 350.000. Dándole pábulo a esos cálculos -y teniendo en cuenta que son mil butacas y solo hay una función al día excepto los sábados, con parones en julio y agosto- es probable que en la primera temporada hicieran mejores números que en la segunda. Habrá que ver ahora cómo es la tercera, que está previsto que comience en septiembre si las detenciones de este mes no lo impiden.