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Globos aerostáticos y afroamericanos sin fusil: las historias desconocidas del Día D
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Globos aerostáticos y afroamericanos sin fusil: las historias desconocidas del Día D

La miniserie de dos capítulos 'Día D: en primera persona' recoge los testimonios (muchos de ellos desconocidos hasta ahora) de 14 soldados que participaron en el desembarco de Normandía, del que se acaban de cumplir 80 años

Foto: Un fotograma de 'Día D: en primera persona'.
Un fotograma de 'Día D: en primera persona'.

"Yo pertenecía al batallón de globos de Barrera. Todos éramos afroamericanos. Nunca vi a ningún blanco". El soldado William Dabney se retrotrae a algún punto de la playa de Utah u Omaha, porque él es norteamericano y Gold, Juno y Sword es donde desembarcaron las fuerzas anglocanadienses: "Mi labor era salvar a los soldados estadounidenses que llegaban, no luchar contra los alemanes", continúa mirando a una cámara que recoge el testimonio de un casi niño entonces y un anciano nonagenario ahora. William Dabney no vio nunca a un blanco en el batallón de globos de barrera, y los demás no habíamos visto nunca a un negro en ninguna película o serie sobre el desembarco en Normandía, el Día D.

Parece una historia conocida que nos han contado varias veces en libros, series y películas. Pero siempre sobrecoge escuchar los testimonios de aquellos soldados que lo vivieron en primera persona. Además, no es del todo cierto que lo sepamos todo o casi todo, puede que lo esencial: ¿Qué diablos es un globo de barrera y para qué servía? "Los globos tenían una bomba en el extremo a 900 metros de altitud e iba atado a mí con un cinturón", prosigue Dabney en la serie de dos capítulos sobre el Día D, recientemente estrenada en Movistar Plus. "Al venir un avión, si enganchaba ese cable, tiraba del globo directamente hacia el fuselaje y el avión estallaba. El propósito del globo era evitar la llegada de los aviones porque si lo veían no se acercaban a él".

La de Dabney es una de las 14 historias que recupera Día D: en primera persona, y que siguen sobrecogiendo. Hace unas semanas se cumplió el aniversario del Día D y en El Confidencial lo contamos desde el punto de vista de Winston Churchill, pero resulta que aún hay otros aspectos desconocidos. ¿Afroamericanos en la II Guerra Mundial? Han ido apareciendo con cuentagotas, pero lo que cuenta Dabney no es una historia de discriminación, sino cómo los peligros de esos globos eran tremendos: si lo llevabas contra el viento podías explotarlo tú mismo.

placeholder El soldado William Dabney, en la época del desembarco de Normandía. (Movistar +)
El soldado William Dabney, en la época del desembarco de Normandía. (Movistar +)

Esos soldados afroamericanos no llevaban ni fusil, solo un globo atado a su cintura flotando a 900 metros por encima de sus cabezas y ejerciendo una fuerza enorme que les dificultaba mucho moverse en la ya de por sí de la arena de playa, el agua y la presión de la marea, el fuego de ametralladora alemán, los morteros y las bombas desde el aire. "El globo ejercía unos 45 kilos de fuerza, lo que me hacía avanzar rebotando". El Confidencial ha charlado con la directora de este documental, Elizabeth Trojian, de Yap Films y producido por la BBC.

PREGUNTA. ¿Cómo ha sido preparar una historia basada en testimonios de algo que se vivió casi de niño pero que narra a la cámara un ya anciano nonagenario en su última etapa?

RESPUESTA. Lo que es increíble para mí es que la mayoría de estos héroes nunca hablaron sobre lo que sucedió en los años inmediatamente posteriores a la guerra. Obviamente, fue increíblemente doloroso, difícil y aterrador, y querían continuar con sus vidas, y quieren tener las vidas por las que lucharon. Querían hijos y parejas, libertad. Cuando les entrevistamos para nuestra película para muchos era la primera vez que hablaban de ello. Y cuando ves el documental ves que rompen a llorar y se les quiebra la voz. Están muy emocionados porque vuelven a esos momentos, los reviven como si fuera la primera vez. Yo siempre siento que esos momentos quedaron grabados en sus corazones y mentes y que siempre estuvieron presentes, muy presentes, especialmente porque eran niños: a quién perdieron y por qué lucharon. Es un relato muy poderoso por ser tan jóvenes cuando sucedió.

P. El documental tiene muchas recreaciones muy logradas y está basado en testimonios más que en operaciones militares. Entiendo que encontrar a esas personas fue una tarea difícil...

R. Lo que nos propusimos hacer fue contar las historias del Día D, en ese momento exacto y desde un punto de vista personal: historias personales realmente profundas y con una visión de 360 grados. Así que queríamos específicamente las voces de niños, de estadounidenses, británicos, canadienses y franceses, —la resistencia— pero también de los alemanes. Y contar una historia con sus palabras y solo con sus palabras, por lo que no existe ninguna narración, ninguna voz en off. Sí, hubo que hacer mucha investigación, nos especializamos en ello y nos llevó bastante tiempo.

placeholder Un fotograma de la serie 'Día D: en primera persona'.  (Movistar+)
Un fotograma de la serie 'Día D: en primera persona'. (Movistar+)

P. En el documental salen los afroamericanos en el día D, y también algunos indios. Pensaba que habían estado fuera del servicio militar ¿Cómo ocurrió y por qué se había contado tan poco hasta ahora?

R. Había mucho racismo en Estados Unidos en ese momento. A los afroamericanos se les mantuvo fuera del servicio militar porque era una manera de recibir igualdad, derechos, dinero, y conseguir un buen trabajo. Por eso los mantuvieron al margen. Además, los estadounidenses no querían que Hitler supiera que ellos también eran opresores, que también eran racistas y violentos hacia parte de su población. El racismo y la segregación hicieron que esas historias se mantuvieran fuera del conocimiento del público y fuera de la historia. Yo he realizado muchas películas de historia y muchas relacionadas con la historia estadounidense, y sabía, por supuesto, que había habido afroamericanos en la guerra. Hay millones y millones de hombres en los Estados Unidos y fue un gran esfuerzo la guerra, así que nos pareció que era obvio que tenía que haber afroamericanos involucrados y que esas historias necesitaban ser contadas. Después buscamos a los alemanes, porque no se puede contar una historia solo desde el punto de vista de los vencedores, sino desde un punto de vista amplio.

P. ¿Fue difícil encontrar a soldados alemanes que quisieran participar? En el documental no salen arrepentidos…

R. Fue tan difícil encontrarlos como al resto, pero el soldado nazi alemán de las Waffen SS no estaba arrepentido sino orgulloso. Y creo que eso es realmente importante. Es muy importante contar esa historia, decir que eran creencias profundas y que no desaparecieron sin más. Y especialmente ahora, con la guerra nuevamente en Europa, creo que es increíblemente importante decir que estos puntos de vista no desaparecieron. Ya sabes, la historia la escriben los vencedores, pero si dejamos que la escriban los vencedores, entonces nos estamos perdiendo las verdaderas lecciones de la historia. Y esto es lo que quería que nuestros espectadores entendieran: esos sentimientos todavía están ahí en Europa, el soldado de las Waffen SS no está arrepentido,

P. Hablando de la Europa: hace poco has estrenado otra serie documental, Saving the animals for Ukraine, sobre la misión de proteger también a nuestras mascotas de la guerra, Me pareció interesante, pero eso no se podría ni plantear en los tiempos del Día D...

R. Una de las cosas que creo que importa cuando se habla de guerra es hablar de ella de manera atractiva, porque así la gente prestará atención. Tenía miedo de que la gente estuviera perdiendo interés en la guerra de Ucrania y se estuviera cansando de esas historias. Por eso quería encontrar una nueva forma de abordar estas historias que le diera al espectador una forma diferente de verlas de manera y que le permitiera interactuar con sus hijos, para que las personas que estaban cansadas de la guerra, o las personas que no querían compartir historias tan terribles con sus hijos, pudieran hacerlo. Y, al mismo tiempo, quería trasladar que es muy importante saber que la guerra no simplemente derriba un edificio y mata a un hombre, a un soldado: la guerra destruye nuestra civilización. Destruye nuestro planeta. Destruye a otros seres vivos. Cuando destruimos el medio ambiente, arruinamos los campos donde se cultiva el trigo que todo el mundo necesita; cuando destruimos el Mar Negro, matamos a decenas de miles de delfines. La guerra es una atrocidad a largo plazo que le sucede a toda la civilización, a nosotros que vivimos aquí y ahora y a las generaciones venideras. La guerra de Ucrania está matando a niños africanos: los africanos necesitan el trigo que cultiva Ucrania, y cuando no tenemos medio ambiente ni campos, esos niños también mueren. Queríamos que el mundo viera la guerra en su sentido más amplio.

P. En el documental del Día D hay muchas y muy buenas recreaciones, recreaciones casi de película. ¿No tienes miedo que eso haga que se difumine la línea entre la ficción y la realidad documental?

R. Sí, el documental tiene muchas recreaciones, de las cuales estoy muy orgullosa. La lancha de desembarco en la película es la única lancha del desembarco que queda en funcionamiento, y es la misma que se usó en la película Salvar al soldado Ryan, de Steven Spielberg. Tuvimos mucha suerte de conseguirlo, porque es un vehículo militar que aún está en funcionamiento. Por otra parte, creo que el motivo por el que quería realmente que se hicieran las recreaciones era por mostrar lo jóvenes que eran estos soldados. Hay también películas de archivo en blanco y negro e incluso grabaciones del hermoso archivo en color que tomó Charlie (otra de las voces del documental). Pero sí, es verdad que hay una delgada línea entre el documental y el drama y esta película definitivamente tenía mucho drama. Espero que realmente haya dado vida a las historias de esas personas de una manera que, como decías al principio, haga entender que la historias que cuenta el anciano la vivió como niño, como joven.

"Yo pertenecía al batallón de globos de Barrera. Todos éramos afroamericanos. Nunca vi a ningún blanco". El soldado William Dabney se retrotrae a algún punto de la playa de Utah u Omaha, porque él es norteamericano y Gold, Juno y Sword es donde desembarcaron las fuerzas anglocanadienses: "Mi labor era salvar a los soldados estadounidenses que llegaban, no luchar contra los alemanes", continúa mirando a una cámara que recoge el testimonio de un casi niño entonces y un anciano nonagenario ahora. William Dabney no vio nunca a un blanco en el batallón de globos de barrera, y los demás no habíamos visto nunca a un negro en ninguna película o serie sobre el desembarco en Normandía, el Día D.

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