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Los rostros de Peter O’Toole: mucho más que el mito de Lawrence de Arabia
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una carrera llena de personajes emblemáticos

Los rostros de Peter O’Toole: mucho más que el mito de Lawrence de Arabia

El actor siempre será recordado como el mítico protagonista de la película de David Lean, a pesar de sus más de 50 años de grandes interpretaciones

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El carisma y el magnetismo de Peter O’Toole (Connemara, Irlanda, 2 de agosto de 1932 - Londres, Inglaterra, 14 de diciembre de 2013) iban más allá de los papeles que interpretaba. No hay más que recordar cómo, en 2003, rechazó el Oscar honorífico que la academia le concedía tras siete nominaciones fallidas. El irlandéscontestó a Hollywood diciendo que todavía tenía tiempo para “ganar ese cabronazo encantador”. Finalmente accedió a recogerlo y vio a todos sus colegas de profesión ponerse en pie y dedicarle una de las ovaciones más cerradas que se han visto en la historia de los premios. El gesto de O’Toole, que en otros hubiera sido visto como una falta de respeto, fue simplemente una muestra más de una personalidad fuerte pero irresistible. Elegante y provocador, como su personaje de T.E. Lawrence en Lawrence de Arabia, sin duda su papel más emblemático.

El tiempo dio más tarde la razón a Peter O’Toole, que cuatro años después del premio a toda su carrera volvió a ser nominado como mejor actor en 2007 por Venus. Era la octava vez que optaba a él, y parecía que por fin llegaría el momento de otorgarle su ansiado Oscar. Sin embargo, Forrest Whitaker apareció en su camino y le arrebató el galardón. Pese a todo, O’Toole demostró a todos que seguía con fuerzas para seguir activo y continuar regalando grandes interpretaciones.

Por desgracia, su salud, siempre lastrada por sus problemas pasados con el alcohol, dijo hace poco más de un año que ya era suficiente. En un comunicado, O’Toole anunció su retirada dejando pendiente de estreno su última actuación en el filme Catalina de Alejandría.

El mundo del cine dice adiós a los ojos azules más hipnóticos de la historia del séptimo arte y con él a muchos personajes que quedarán para siempre en el recuerdo de los espectadores. Quién podría olvidar a su mítico oficial de la armada británica en Lawrence de Arabia, un icono de la elegancia y la rebeldía que cayó en sus manos de rebote, tras la renuncia al papel de Marlon Brando y Albert Finney, pero que ahora nadie imagina sin sus rasgos. Sin duda, el filme de David Lean es por el que todo el mundo recordara a Peter O’Toole, a pesar de que su dilatada carrera ha estado plagada de grandes personajes.

Sólo dos años después (1964) también optaría al premio por su papel del rey Enrique II en Becket, un personaje que le trajo suerte, ya que al interpretar de nuevo a Enrique II en El león en invierno consiguió su tercera nominación al Oscar. Este fue de sus filmes más representativos y nos brindóla dicha de poder disfrutar junto a dos de los mejores actores del séptimo arte: O’Toole y Katherine Hepburn.

Uno de los rasgos que caracterizaban al británico era su versatilidad. Era capaz de enfrentarse a cualquier reto y a cualquier papel. Así, se encargó de llevar a la vida al maestro Miguel de Cervantes, y a don Quijote, en la adaptación del musical El hombre de la Mancha que realizó junto a Sofía Loren. Su profunda voz y su perfecta dicción (como buen actor de teatro que se precie) le hicieron encajar perfectamente en la película. Esa valentía le hizo protagonizar también la polémica Calígula, de Tinto Brass, junto a Helen Mirren y Malcom McDowell, una película que escandalizó a toda una época por sus escenas de sexo y que amenazó con sepultar la carrera de sus intérpretes.

Su gran amigo Richard Burton, uno de los que mejor le conocieron, ofreció una de las definiciones más completa que se hayan hecho del intérprete “es el actor más original salido de Gran Bretaña desde la guerra, que posee algo raro, místico y perturbador”.

En los últimos años, Peter O’Toole había quedado relegado a secundario de lujo de muchas producciones de Hollywood. Es el lugar natural de todas las grandes estrellas que salieron del cine clásico y que han resistido hasta nuestros días. Para ellos se reservan pequeños papeles que hacen que la película gane peso sólo por incluir su nombre en el cartel promocional. O’Toole, sin embargo, nunca se conformó con eso y demostró que siguen existiendo papeles para los actores de más de 70 años, como hizo con Venus (su última nominación al Oscar) y con su aparición estelar durante ocho episodios en la serie televisiva Los Tudor.

Antes de morir, regaló también uno de los mejores personajes animados de las últimas décadas: Anton Ego. Un villano delicioso para Ratatouille, que nunca habría sido lo mismo sin la voz de ese actor que fue capaz de rechazar un Oscar durante unos días.

El carisma y el magnetismo de Peter O’Toole (Connemara, Irlanda, 2 de agosto de 1932 - Londres, Inglaterra, 14 de diciembre de 2013) iban más allá de los papeles que interpretaba. No hay más que recordar cómo, en 2003, rechazó el Oscar honorífico que la academia le concedía tras siete nominaciones fallidas. El irlandéscontestó a Hollywood diciendo que todavía tenía tiempo para “ganar ese cabronazo encantador”. Finalmente accedió a recogerlo y vio a todos sus colegas de profesión ponerse en pie y dedicarle una de las ovaciones más cerradas que se han visto en la historia de los premios. El gesto de O’Toole, que en otros hubiera sido visto como una falta de respeto, fue simplemente una muestra más de una personalidad fuerte pero irresistible. Elegante y provocador, como su personaje de T.E. Lawrence en Lawrence de Arabia, sin duda su papel más emblemático.

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