'Los hombres libres de Jones': ¡gloria al hombre blanco!

Los libros de historia no se ponen de acuerdo acerca de Newton Knight, que para unos fue un héroe valiente y abnegado de la Guerra de Secesión americana y para otros un asesino oportunista y sediento de poder. Al parecer, incluso sus propios descendientes han escrito libros con visiones opuestas sobre el tema. 'Los hombres libres de Jones', en cambio, no tiene dudas: lo retrata como un ímprobo cruzado en pos de la justicia, una mezcla imposible entre Robin Hood, el Che Guevara y Bernie Sanders.

Knight era un humilde granjero blanco que se alistó en el ejército confederado pero que posteriormente desertó, y que creó una guerrilla junto a otros granjeros y esclavos fugitivos para combatir la Confederación desde dentro. Finalmente, los rebeldes incluso llegaron a establecer un estado independiente dentro del Estado, basado en la libertad individual y en la idea de que un hombre es un hombre independientemente del color de su piel. A lo largo de los primeros 20 minutos de metraje, vemos a Knight liberar a una serie de imposiblemente confiados esclavos de sus cadenas, darles armas y enseñarles a leer; lo vemos también desarrollando la sobrehumana capacidad de reclutar hombres blancos para que se codeen de igual a igual con hombres negros y, en el proceso, lo vemos exudando un cegador halo de santidad.

Knight era un humilde granjero blanco que se alistó en el ejército confederado pero que posteriormente desertó, y que creó una guerrilla junto a otros granjeros y esclavos fugitivos

Dirigida por Gary Ross, la película resulta hasta cierto punto intrépida, al reformular la Guerra de Secesión en términos más de clase que de raza. Lo que mueve inicialmente a Knight es descubrir que los propietarios de 20 o más esclavos están exentos de cumplir el servicio militar, y que él y otros granjeros pobres van al campo de batalla a morir para proteger el algodón de los ricos mientras, en casa, sus pequeñas granjas son saqueadas por los recaudadores de impuestos. El problema —uno de ellos— es que por mucha que sea la solemnidad de que lo envuelve, la odisea de su héroe carece de pulso dramático. Al margen de un breve pero impactante tiroteo entre los rebeldes y los confederados, la película tiene la capacidad para generar tensión de un libro de historia ilustrado, en buena medida por la sucesión de letreros sobreimpresos en pantalla que aportan contexto histórico y de ocasionales discursos informativos.

Una deforme miniserie comprimida

Asimismo, sus 139 minutos de duración incluyen tanta trama que el resultado acaba presentando el aspecto deforme de una miniserie comprimida —tiene que haber una versión de 'Los hombres libres de Jones' de cinco horas—. Ross no se contenta con retratar la guerra sino que acompaña a su héroe durante la reconstrucción, cuando los intentos de los afroamericanos de obtener derechos políticos y sociales se toparon con una brutal oposición, y hasta viaja 85 años adelante en el tiempo ocasionalmente para contemplar cómo un descendiente de Knight se enfrenta a los tribunales por participar en un matrimonio interracial. La idea es demostrar hasta qué punto los conflictos que originaron la Guerra de Secesión han continuado reverberando en Estados Unidos para siempre, pero al mismo tiempo crea la sensación de que la película misma podría durar para siempre.

'Los hombres libres de Jones' es una película más sobre la esclavitud dedicada esencialmente a glorificar a un hombre blanco

Por último, 'Los hombres libres de Jones' es una película más sobre la esclavitud dedicada esencialmente a glorificar a un hombre blanco. En ella vemos a afroamericanos sufriendo torturas y linchamientos, pero es Knight quien está en todo momento en el centro, pontificando sobre lo que está bien y lo que está mal, o llorando frustrado ante las injusticias que contempla.

Es una coincidencia poco afortunada que lo interprete Matthew McConaughey poco después de ganar el Oscar por 'Dallas Buyers Club', una película sobre la causa homosexual que se las arregló para rendir tributo a un hombre hetero. El actor, cómo no, despliega con soltura sus enfáticos arqueos de cejas y sus intensas miradas de determinación, pero ni siquiera eso puede evitar que, al contemplarle en pantalla, sintamos la tentación de chequear en la Wikipedia si realmente merecía la pena llevar al cine la historia de este héroe y estos hechos. Y el caso es que sí, la merecía, solo que no a través de esta película.

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