La razón por la que Chris Hemsworth casi deja el cine: nunca habría sido Thor

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Desde que se enfundó la armadura de hierro y se convirtió en el dios del trueno, Chris Hemsworth se ha convertido en uno de los actores más codiciados de la industria de Hollywood. Las secuencias de acción de Thor (2011) de Kenneth Branagh devolvieron la fe en Marvel, el universo cinematográfico de superhéroes que le brindó al actor australiano fama mundial. La mitología nórdica le trajo suerte.

Sin embargo, su escalada en el séptimo arte no siempre ha estado reñida con su compromiso laboral. El camino hasta llegar a los blockbusters más reveladores del panorama audiovisual no ha sido fácil. Hemsworth atravesó una mala racha antes de que le ofrecieran el papel del asgardiano hijo de Odín, al lado de Natalie Portman.

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Dos años antes de su gloria profesional, el actor estuvo a punto de abandonar la actuación por una problemática personal, como confesó en una entrevista con la revista Men's Health. "Estaba a punto de rendirme. Siempre había querido actuar y una de las primeras cosas que quise hacer cuando tuviera dinero era pagar la casa de mis padres. Le pregunté a mi padre que cuándo creía que podría pagarla y me respondió: 'Sinceramente, probablemente nunca'. Hay mucha gente en su situación y yo quería cambiar eso", confesó, convencido con ayudar a su familia: se merecían una vida tranquila y sin preocupaciones económicas.

Mentalidad ganadora

Hemsworth siempre se sintió en deuda con sus padres, que le dieron la mejor educación posible, aunque para eso tuvieran que hacer horas extra en sus respectivos trabajos. Su gran desafío se enfrentaba en su propia casa, una que respiraba inquietud en cada rincón. "Me puse a hacer audiciones. Entonces, en ese período de ocho meses, me dio más y más ansiedad, hasta el punto en que no tenía fuerzas para seguir", expresó. Su exigencia era demasiado alta, y eso le hacía alejarse de su sueño con la presión añadida que supone ser lo suficientemente bueno para tu familia. Por eso, su estado de salud se vio resentido, especialmente a nivel emocional.

Sin embargo, el actor sabía que en el fondo su mentalidad estaba llena de fortaleza y era capaz de conseguir metas que, hasta ese momento, veía lejanas. "Estaba tratando de convencerme a mí mismo de que no estaba nervioso antes de las audiciones en lugar de usarlo para decirme: 'Céntrate ahora, agudiza tu enfoque'. Entonces, mi mentalidad cambió cuando llegué al punto en el que pensé: 'Voy a volver a Australia'", señaló.

Después de varios intentos fallidos, Chris Hemsworth consiguió su primer trabajo: La cabaña en el bosque (2011) fue su debut, antesala de proyectos con los que se abrió paso en Hollywood como Amanecer rojo (2012) y Thor, una película que le daría la oportunidad de interpretar al superhéroe hasta en una decena de ocasiones. Antes de estos protagónicos, el actor tuvo una breve participación en Star Trek como George Kirk, el padre de Chris Pine en la ficción.