Margot Robbie se enfrentó al lado oscuro de la fama con esta película: estuvo a punto de tirar la toalla

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Margot Robbie venía de participar en la comedia romántica Una cuestión de tiempo y en la serie australiana Neighbours, donde también nacieron icónicas estrellas como Kylie Minogue, cuando en 2013 el público asistió a su consagración como actriz. Mucho antes de ver la vida en color rosa y convertirse en fenómeno mundial por su papel de Barbie, estuvo a punto de tirar la toalla. La experiencia en El lobo de Wall Street fue una de las peores que recuerda de su profesión.

La película basada en hechos reales sigue la vida del corredor de bolsa neoyorkino Jordan Belfort, que persigue el sueño americano en un mundo lleno de tentaciones. Robbie interpreta a Naomi, la carismática esposa del protagonista. En una entrevista reciente con Vanity Fair, la actriz australiana confesó que casi abandona la actuación después de su papel en la cinta de Martin Scorsese.

La película de 2013 nominada a cinco premios Oscar y protagonizada por Leonardo DiCaprio, catapultó a Robbie al estrellato, pero también le hundió en una crisis personal debido a la presión y la intensa atención mediática. "Algo estaba sucediendo en esas primeras etapas y todo fue bastante horrible", dijo.

No quería seguir actuando

Robbie confesó que su ascenso a la fama fue abrumador (solo tenía 23 años) y le llevó a cuestionar su carrera. "Recuerdo haberle dicho a mi madre: No creo que quiera hacer esto", comentó la actriz. Su madre, sin embargo, la animó a seguir adelante, recordándole que ya había llegado demasiado lejos para dar marcha atrás.

La productora que prepara una versión cinematográfica sobre Los Sims también habló sobre las dificultades de lidiar con la prensa y los paparazzi, describiendo situaciones peligrosas y estresantes. "Si mi madre muere en un accidente de coche porque alguien quiere una foto mía, es muy peligroso", expresó Robbie, subrayando el lado oscuro de la fama que rara vez se discute.

A pesar de estos desafíos, Margot Robbie ha continuado sumando nuevos retos en su carrera, participando en proyectos exitosos como El escuadrón suicida y Yo, Tonya. Su historia es un recordatorio del precio de la fama y la resiliencia necesaria para mantenerse en la industria del entretenimiento.