Los Goya apuestan por la risa para combatir la depresión

Resumen en cifras de los premios del cine español: La gran familia española (oncenominaciones), Caníbal (ocho), Vivir es fácil con los ojos cerrados (siete),Quince años y un día (siete) y La herida (seis) competirán por el Goya a la mejor película española del año. Pese a no estar nominadas ni a mejor película ni a mejor director, Las brujas de Zugarramurdi y Tres bodas de mástriunfaron en las categorías intermedias condiez y ocho nominaciones, respectivamente. La Academia, por tanto, ha apostado por repartir juego en una edición muy disputada.

Pese a que todo apunta a que la pelea por el Goya a la mejor película se decidirá este año por unos pocos votos, La gran familia española parte como favorita por delante de Caníbal y La herida.He aquí las claves de unos Goya que se celebrarán el próximo 9 de febrero.

Lascomedias arrasan

"La comedia sirve de alivio en tiempos de crisis". Lo dijo ayer Daniel Sánchez Arévalo. El director de la tragicomedia La gran familia española resumía así (sin querer) la apuesta de la Academia: 34 nominaciones para las comediasen el año más deprimente para la industria del cine en España. Al mal tiempo, buena cara.

Las comedias fueron las únicas que aguantaron el chaparrón de la taquilla en 2013. Los Goya reconocierondichalabor comercial encabezando susnominaciones con tres comedias: La gran familia española, Las brujas de Zugarramurdi y Tres bodas de más. La paradoja es que sólouna, la dirigida por DanielSánchez Arévalo, competiráen las categorías de mejor película y mejor director. Como si la Academia de Cine hubiera querido hacer bueno el tópico de que los dramas puntúan más que las comedias cuando hablamos de premios prestigiosos.

El otro cine español pide paso

En 2013 se habló muchosobre la consagracióndel otro cine español. Películas alternativas hechas en los márgenes (económicos y estéticos) de una industria que vivió entre la depresión y la reconversión. La Academia no podía ignorar este fenómeno artístico. La herida, de Fernando Franco, se llevó seisnominaciones y podría ser la gran tapada de los Goya. El título a la película revelación se lo llevó otro hito reciente del cine low cost: Stockholm, de Rodrigo Sorogoyen, que sumó tres nominaciones.

Rodrigo Sorogoyen, por cierto, dijo ayer que el cine de presupuesto cero puede ser unmedio, pero no debe convertirse enun fin: "Puede ser un trampolín cuando no te queda otro remedio, pero si se convierte en algo sistemático... pobre industria del cine español".

Sánchez Arévalo, director de éxito respaldado por la industria, se acordó también de la periferia en su encuentro con la prensa: "Es muy importante que la Academia se acuerde deese otro cine, alternativo ylow cost, películas fundamentales que se ruedancon mucho esfuerzo".

Con todo, el largometraje periférico que más ruido hizo en 2013, Gente en sitios (Juan Cavestany, 2013) se fue de vacío. Una apuesta demasiado arriesgada para los gustos del académico medio (y eso que medio cine español participó desinteresadamente en el experimento cinematográfico de Cavestany).

Relevo generacional

Rodrigo Sorogoyen y Fernando Franco no son los únicos nuevos rostros del cine español que podrían hacerse con un Goya. La categoría de mejor actrizignoró a las intérpretesmás premiadas (Carmen Maura, Belén Rueda, Candela Peña) para apostar por sangre más fresca: Marian Álvarez (La herida), Inma Cuesta (Tres bodas de más), Aura Garrido (Stockholm) y Nora Navas (Todos queremos lo mejor para ella).

Más previsible resultó la categoría de mejor actor principal: Antonio de la Torre (Caníbal), Eduard Fernández (Todas las mujeres), Javier Cámara (Vivir es fácil con los ojos cerrados) y Tito Valverde (15 años y un día).

Los olvidados: Almodóvar (ignorado) y De la Iglesia (rebajado)

Fue una de las grandes paradojas de las nominaciones: pese a su apuesta por la comedia, la Academia ignoróolímpicamente el regreso al género de Pedro Almodóvar. Los amantes pasajeros, una de las películas españolas más taquilleras del año, casi se fue de vacío (una única nominación a mejor vestuario). Se veía venir dado el varapalo crítico recibido por el filme, pero no deja de ser un batacazo sin precedentes en la carrera de Almodóvar. Nuevo desencuentro entre la casa del cine español y su director más internacional.

Las diez nominaciones acumuladas por Las brujas de Zugarramurdi hacen aún más extraño que la Academia no la nominara ni a mejor película ni a mejor director. Álex de la Iglesia, ex convulso director de la Academia, continúa pues con su tira y afloja con la institución.

Isabel Coixet, por su parte, también se fue de vacío. Ayer no termina nunca no consiguió ni una sola nominación. Parece que laAcademia de Cine no está este año para muchos más dramas.