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Semillas para plantar en tu huerto urbano
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SIEMBRA O COME DIRECTAMENTE

Semillas para plantar en tu huerto urbano

Cultivar semillas en el jardín o en casa es una actividad gratificante y saludable. Descubre la satisfacción que genera ver crecer los tomates y hacerlos en ensalada

Foto: Cultiva tus propias semillas en casa (Foto: Pixabay)
Cultiva tus propias semillas en casa (Foto: Pixabay)

Plantar semillas en tu huerto, jardín o terraza es una actividad muy gratificante. De hecho, pocas sensaciones más satisfactorias hay que disfrutar de las verduras y frutas y que tú mismo has sembrado. Es un proceso lento, que requiere de atención y cuidado en forma de riego y abono constante, pero que da resultados excelentes incluso en macetas y jardineras rellenas con un sustrato de calidad.

Estas semillas de tomate Prademir son un buen ejemplo. En concreto, la oferta se compone de 10 unidades de 16 variedades diferentes para que puedas cultivar todas las plantas que quieras. Pero, si lo que quieres es disfrutar de las propiedades alimenticias de este alimento, prueba estas semillas VidiFood. Se venden en bolsas de 1 kg envasadas al vacío y tienen propiedades nutricionales excelentes.

El mejor, nuestra elección: Semillas de girasol VidiFood

Con un 4,7 sobre 5 y un 85 % de valoraciones de 5 estrellas, estas son las mejores semillas de la marca VidiFood según las opiniones de los usuarios de Amazon. Se venden en bolsas de 1 kg y las hay de girasol, calabaza, trigo sarraceno o quinoa. En total, son 13 variedades. Según Emilio, “están exquisitas. Son de muy buena calidad y tienen un sabor muy particular. A mí me encantan”. Se entregan envasadas al vacío para conservar mejor sus propiedades y son perfectas como aperitivo.

placeholder Semillas de girasol VidiFood
Semillas de girasol VidiFood
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Segunda opción: Semillas de lino ecológicas Happy Belly

Las mejores semillas de lino de la marca Happy Belly. Sus compradores en Amazon les otorgan un 4,3 sobre 5 y un 68 % de reseñas de 5 estrellas. “Son totalmente ecológicas y muy saludables. Soy vegana y me ayudan a complementar mi dieta gracias a las excelentes propiedades nutritivas de la linaza” dice Cris sobre ellas. El envase es hermético y cuenta con una atmósfera protectora para mantener su frescura.

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Semillas de lino ecológicas Happy Belly
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Alternativa: Mezcla de semillas de 12 vegetales

Terminamos con las mejores semillas de la marca Herbal Age, según las valoraciones de los clientes de Amazon. Lucen un 4,8 sobre 5 y un 82 % de análisis de 5 estrellas. En concreto, se trata de un pack con semillas de 12 tipos distintos de vegetales que, por su alta capacidad de adaptación, se pueden sembrar tanto en huertos como en terrazas. Se trata de una gran oferta porque se pueden llegar a conseguir hasta 5.000 semillas.

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Mezcla de semillas de 12 vegetales
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¿Cómo elegir semillas y qué tener en cuenta antes de comprarlas?

En esta comparativa de semillas hemos comprobado que, para elegir adecuadamente, es necesario tener en cuenta estos aspectos:

  • Tipo. Aquí nos referimos a la variedad. Puedes comprar semillas de mostaza, de verduras como son las acelgas o las espinacas, de tomates o de cualquier otra cosa que se te imagine. Así podrás tener un maravilloso huerto y cosechar tu propia comida.
  • ¿Para plantar o para comer? No es lo mismo. Hay semillas específicas para cultivar en macetas y huertos, mientras que otras son exclusivas para comer directamente. Es el caso de las semillas de girasol (las 'pipas') o de las de calabaza, por ejemplo.
  • Cuidados. No todas las semillas tienen las mismas necesidades de riego, de abono o de luz. Ten en cuenta las características de tu terraza o jardín a la hora de elegir las más idóneas.
  • Cantidad. Cuantas más tenga el envase, mejor. Las semillas, mientras no las plantes y riegues, permanecen en un estado de latencia capaz de durar años, por lo que podrás usar las que compres durante bastante tiempo. Así te saldrán más baratas.
  • Precio de las semillas. Por entre 10 € y 12 € puedes comprar un buen número de semillas ecológicas de la máxima calidad.
  • Mejores marcas de semillas. VidiFood, Happy Belly y Prademir han sido las preferidas de los usuarios al realizar esta comparativa.

¿Qué son las semillas?

Las semillas son las estructuras mediante las cuales se reproducen las plantas espermatofitas. Generalmente, se trata de granos contenidos en el interior de un fruto que, cuando obtienen las condiciones ambientales adecuadas (humedad, luz, nutrientes, etc.) germinan y da origen a un nuevo ejemplar de la misma especie.

¿Cómo se siembra y dónde?

Los lugares más comunes para sembrar semillas son el jardín, un huerto o una maceta o jardinera. Pero ¿cómo se hace? Es muy sencillo:

  1. Vierte el sustrato. Probablemente, en un jardín o huerto podrás saltarte este paso, pero no así en una maceta o jardinera. El recipiente debe quedar lleno de tierra en un 85-90 % de su capacidad. Eso sí, no la apelmaces ni la comprimas. Debe estar suelta.
  2. Remueve el sustrato. Para que quede suelto y se oxigene. Así creará un entorno adecuado para las futuras raíces de la semilla. Puedes hacerlo con una simple azada o rastrillo.
  3. Cava un pequeño agujero. De entre 2 y 3 centímetros de profundidad. Coloca la tierra a los lados.
  4. Introduce las semillas en el agujero. En función de las características de la planta, puedes colocar una o varias de ellas. Por ejemplo, las semillas de tomate se siembran juntas, mientras que las de girasol o árboles de frutas van solas.
  5. Tapa el agujero. Con el sustrato que retiraste al hacer el agujero. Una vez más, no comprimas la tierra.
  6. Riega. La tierra debe estar húmeda, pero no en exceso. Además, no todas las semillas tardan lo mismo en germinar. Es posible que necesites regar varias veces hasta que veas el primer tallo brotar de la tierra.
  7. Abona. Solo en caso de que ya hayas usado ese sustrato en anteriores ocasiones o de que la semilla tenga unas necesidades específicas.
  8. ¡Listo! Ya solo tienes que esperar a que las semillas germinen.

Tipos de semillas

Hay multitud de tipos de semillas que puedes utilizar para sembrar tu huerto, jardín o maceta. Podemos clasificarlas del siguiente modo:

  • Semillas de hortalizas. Son aquellas que dan lugar a las verduras que solemos incluir en nuestra dieta. Hablamos, por ejemplo, de las semillas de apio, de lechuga, de calabacín o de cualquier variedad de pimiento. Requieren de humedad constante para germinar y crecer.
  • Semillas de hierbas. Son, por un lado, las destinadas a cultivar especias. Este sería el caso de las semillas de cilantro, de hinojo o de laurel. Por otro, debemos hablar de las semillas de césped utilizadas para los jardines.
  • Semillas de flores. Como, por ejemplo, las semillas de amapola, de girasol o de lavanda. Tienen una apariencia muy distinta a las demás en términos de color, forma y textura. De hecho, muchas de ellas son tan pequeñas que una simple racha de aire puede transportarlas a un lugar lejano.
  • Semillas comestibles. Son aquellas que se pueden cultivar o comer directamente para su elevado contenido nutricional. Este sería el caso de las semillas de sésamo o de girasol (las 'pipas' de toda la vida), que tienen un alto contenido en vitamina B y E.
  • Semillas de frutas. Son las que, al germinal, da lugar a un árbol, arbusto o planta frutal. Aquí nos encontramos ante las semillas de uvas, de pera, de manzana, etc.
  • Semillas de árboles. Las destinadas a cultivar árboles de cualquier tipo (naranjos, manzanos, limoneros, etc.). También hay que citar aquí las semillas de bonsái.
  • Semillas feminizadas. Se trata de un tipo de semilla modificada para producir exclusivamente plantas genéticamente hembras. Por ejemplo, se trata de las semillas de marihuana más vendidas.
  • Semillas híbridas. Se trata de cruces de semillas de variedades puras, lo que hace que crezcan más rápido, que den frutos de mayor calidad y que ofrezcan más resistencia a las condiciones climáticas adversas. También son más fuertes ante las plagas.
  • Semillas mejoradas. Para obtenerlas, las plantas son sometidas a procesos de polinización controladas por la mano del hombre, de modo que ofrecen un mejor rendimiento tras germinar. Al igual que las híbridas, dan mayor rendimiento y son más resistentes a enfermedades y plagas.

¿Cuáles son las semillas comestibles?

Las semillas comestibles son aquellas que pueden ser consumidas directamente debido a su composición no tóxica y a su carácter nutritivo. De hecho, al contrario de lo que muchos creen, no todas son inocuas para el organismo. Por ejemplo, las semillas de manzana contienen pequeñas cantidades de cianuro, por lo que no se recomienda su ingestión directa.

Foto: Abonar bien la tierra ayudará a germinar las semillas (Foto: Pixabay)

En líneas generales, las semillas comestibles son muy ricas en fibra, vitaminas del grupo B y antioxidantes. Sin embargo, muchas de ellas también contienen grandes cantidades de ácidos grasos omega 3.

¿Por qué son tan importantes?

En primer lugar, porque las semillas suponen el principal método de propagación y reproducción de las plantas. Sin ellas, la mayoría de las especies que conocemos y consumimos no existirían. Pero, además, es una de las fuentes de alimento más importantes para el ser humano. Tanto a nivel directo (comiéndolas en su estado natural) como indirecto (a través de las plantas y frutos que germinan de ellas).

¿Cuáles son las mejores semillas para el consumo?

De entre todas las semillas comestibles que existen, estas son las más saludables:

  • Semillas de chía. Muy ricas en omega 3, proteínas y antioxidantes. De hecho, tiene mayor valor nutricional respecto a este ácido graso que pescados azules como el salmón o la caballa.
  • Semillas de linaza. También contienen grandes cantidades de omega 3. Además, son ideales para perder peso ya que proporcionan una gran sensación de saciedad de forma casi inmediata. Son buenas para el corazón y aportan mucha energía, por lo que su consumo se recomienda también a los deportistas.
  • Semillas de sésamo. Especialmente ricas en minerales básicos para el organismo como, por ejemplo, el cobre, el manganeso, el zinc, el hierro, el fósforo y, sobre todo, el calcio. Además, son muy saludables para el hígado y ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL o 'colesterol malo'.
  • Semillas de calabaza. Contienen prácticamente todas las vitaminas del grupo B en grandes cantidades, así como antioxidantes y un aminoácido esencial llamado triptófano. Este es indispensable para la liberación de la serotonina, una sustancia asociada al placer. Su consumo es de gran ayuda para combatir el insomnio y gozar de mejor humor.
  • Semillas de quinoa. Una excelente fuente de magnesio, hierro, fósforo, grasas insaturadas, proteínas y fibra. Lo mejor de todo es que crece por igual en casi todo el mundo y se puede incluir en todo tipo de recetas.
  • Semillas de uva. Muchas personas se las quitan antes de las campanadas de Nochevieja o cuando, simplemente, les apetece degustar este fruto. Sin embargo, su alto contenido en ácido linoleico, vitamina E, polifenoles y flavonoides no hace recomendable hacerlo. Esto hace que sea perfectas para prevenir problemas de corazón..

¿Cómo hacer un huerto orgánico en casa?

Es más fácil de lo que imaginas. Incluso aunque vivas en una gran ciudad. Lo primero que debes tener en cuenta es el lugar en el que lo pondrás. Debe recibir la suficiente luz solar (una terraza o un balcón es la mejor opción) y ofrecer espacio suficiente. Además, has de elegir aquellos cultivos que mejor se adapten a las condiciones ofrecidas por el sitio.

A continuación, tienes que elegir dónde vas a cultivar. Tienes las siguientes opciones:

  • Semilleros. Es la mejor opción para garantizar que la semilla germina. Eso sí, te exigirá trasplantar el cultivo en poco tiempo. Un proceso delicado y para el que necesitarás otro recipiente más grande. Si no quieres comprar los semilleros de germinación, puedes usar el cartón en el que venden los huevos y cultivar una planta en cada recipiente. Recuerda que debes hacer agujeros en la base para el drenaje.
  • Recipientes. Hablamos, fundamentalmente, de macetas y jardineras. En ellas también puedes sembrar las semillas directamente. Solo tienes que rellenarlas de sustrato, cavar 2-3 cm en la tierra, agregar las semillas, cubrirlas y regar. Eso sí, asegúrate de que garantizan que el aire circula adecuadamente y de que drenan bien la humedad.
  • Cultivo en el suelo. Si tienes un jardín solo debes reservar un espacio de tierra para tus plantas. En caso contrario, puedes usar un cajón revestido de plástico. Una alternativa muy interesante es cubrir los laterales de un palé, rellenar el interior de sustrato y cultivar en los espacios disponibles entre tablas.

Consigue que germinen tus semillas en semilleros, recipientes o con siembra directa

Pero, más allá de esto, debes tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • La tierra. Emplea siempre un sustrato orgánico, ligero y con un alto índice de porosidad, nutrientes y retención de agua.
  • El riego. Si no tienes claro cuánta agua necesita una semilla, lo mejor es que la riegues poco a poco. Agrega un poco de líquido siempre que notes el sustrato seco.
  • El abono. Los nutrientes del sustrato se agotan con los cultivos. Por ello, has de restaurarlo utilizando compost u otros abonos orgánicos. Es recomendable que, tras realizar una siembra exigente, cambies el ciclo por otra menos intensiva para que la tierra se regenere.
  • La asociación de los cultivos. Por ejemplo, puedes plantar acelgas junto a pimientos, tomates y zanahorias, pero no al lado de espárragos ya que son cultivos que se perjudican mutuamente.

¿Qué semillas se remojan?

Todas las semillas se encuentran recubiertas por una sustancia inhibidora. Esta impide que los nutrientes se asimilen y que se activen sus enzimas para germinar. Se trata de un mecanismo ancestral de defensa ante los depredadores.

Foto: Los cobertizos son esenciales para almacenar herramientas de jardín (Foto: Pixabay)

El problema es que, si las semillas no se activan, sus nutrientes no pueden ser aprovechados durante la digestión. Es por eso que deben remojarse durante una cantidad determinada de tiempo. El agua deshace esa película inhibidora y las enzimas se activan acto seguido. Posteriormente, ya pueden ser consumidas.

Sin embargo, la cantidad de tiempo que necesitan estar en remojo las semillas varía en función del tipo. Aquí te damos algunos ejemplos habituales:

  • Almendras, maíz, garbanzos y guisantes. 12 horas.
  • Arroz, centeno, sésamo, alfalfa, espelta, avena, semillas de calabaza y linaza. 8-9 horas.
  • Semillas de girasol, nueces, quina. Entre 2 y 4 horas.

¿Cuáles son las semillas más recomendadas?

Las semillas recomendadas para tu huerto o maceta variarán en función del clima y del espacio disponible. Generalmente, las más cultivadas son las de tomate, seguidas por las de girasol y lino. Esto se debe a su alta resistencia y adaptabilidad. Pero, realmente, si las condiciones son buenas, puedes plantar lo que quieras.

Come con orgullo los tomates sembrados y cuidados en casa

Eso sí, a la hora de comprar semillas, es importante que tengas en cuenta la marca. Estas son las mejor valoradas por los usuarios y las más vendidas del mercado:

  • VidiFood. Una marca especializada en la venta de semillas comestibles de la más alta calidad. Dentro de su catálogo es posible encontrar bolsas con magnífica relación calidad-precio de semillas de calabaza, de quinoa, de trigo sarraceno, etc.
  • Happy Belly. Según las opiniones en semillas analizadas, esta es la mejor opción para comprar este alimento de origen ecológico. Las vende envasadas al vacío y con diversos elementos protectores para garantizar su frescura.
  • Prademir. ¿Te apetece cultivar tomates o cualquier otra verdura? Pues esta marca vende semillas a granel de todo tipo. En esta comparativa se situado como una magnífica opción para crear un huerto urbano.
Foto: Los huertos urbanos cada vez son más populares en casas y jardines privados (Foto: Pixabay)

Ya sean para comer o para cultivar, esperamos haberte ayudado a encontrar las mejores semillas para ti.

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Plantar semillas en tu huerto, jardín o terraza es una actividad muy gratificante. De hecho, pocas sensaciones más satisfactorias hay que disfrutar de las verduras y frutas y que tú mismo has sembrado. Es un proceso lento, que requiere de atención y cuidado en forma de riego y abono constante, pero que da resultados excelentes incluso en macetas y jardineras rellenas con un sustrato de calidad.

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