La selección necesita cinco goles y que Serbia no gane para lograr la clasificación directa para el Mundial de Alemania 2006.

España se juega hoy ante San Marino su última oportunidad de lograr la clasificación directa para el Mundial de Alemania 2006. La selección está relajada, pese al mal juego mostrado durante la primera parte del partido contra Bélgica del pasado sábado y la tensión vivida en el entrenamiento del lunes, con un conato de pelea entre Puyol y Vicente. Los jugadores españoles confían en que Bosnia-Herzegovina pueda sacar al menos un punto de su partido contra Serbia-Montenegro en Belgrado. Los bosnios todavía tienen opciones de ir al Mundial y por lo que los futbolistas del seleccionador Luis Aragonés creen que pueden "echarles una mano" para terminar primeros de grupo. Para ello, España deberá lograr cinco goles en el encuentro decisivo contra San Marino.

Los números están a favor del equipo nacional, que se ha enfrentado a San Marino sólo en tres ocasiones, en las que siempre ha goleado y no ha encajado ningún tanto. Los jugadores no se plantean la posibilidad de fallar. Son conscientes de que en el fútbol actual no se gana a nadie sin esfuerzo, pero la enorme distancia técnica que les separa de los sanmarinenses fortalece su convencimiento de que van a golearles.

Los nervios mostrados en el entrenamiento del lunes, con un intercambio de empujones entre Vicente y Puyol tras una entrada del valencianista, habían desaparecido el martes en el aeropuerto de Barajas. Luis Aragonés restó importancia al asunto en una conferencia de prensa y todos los jugadores, incluidos los dos protagonistas, demostraron tranquilidad y buen humor, firmaron autógrafos y se hicieron fotos con los aficionados.

"Fue una disputa normal por un balón y un pequeño toque que acabó en empujones, pero nada importante. Todo el mundo quiere ganar y es así que a veces suceden estas cosas. No creo que fuera un incidente tan importante como para tomar una determinación", afirmó el seleccionador.

Aragonés dejó claro que todo estaba arreglado "en nuestra cocina" y que en el equipo "no le han dado la importancia que ha tenido en la prensa", donde, en su opinión, "se ha exagerado".

Para el seleccionador estos incidentes no guardan relación con los posibles nervios en el grupo ante lo que se juega, ya que el haber ganado en Bélgica "les ha tranquilizado un poco más, sobre todo en el tema de no sentirse presionados".

Respecto a los posibles cambios en el once que jugará ante San Marino, el 'Sabio de Hortaleza' dejó claro que los únicos que tiene claro son los de Michel Salgado y Xavi, que están sancionados. El lunes, Aragonés anuncio un equipo repleto de cambios respecto al de Bélgica, con la entrada en el once titular de Pablo, Sergio Ramos, De La Peña, Reyes y Villa.

Dado que España necesita cinco goles y que Serbia y Montenegro no gane a Bosnia para su clasificación directa, Aragonés planteó un equipo titular muy ofensivo con Raúl González junto a Jose Antonio Reyes, David Villa y Fernando Torres juntos.

"Hay dos cambios que no queda más remedio que hacer, pero los demás a veces sabéis más que yo. Todavía ni lo sé porque queda un entrenamiento, puede haber alguna lesión. Yo ahora mismo todavía no lo tengo muy claro hasta que no termine el último entrenamiento", subrayó.

En lo que se refiere al sistema de juego, Aragonés sólo tiene claro que la baza debe ser la posesión de balón. "Los extremos es usar bien la banda. Los sistemas para mí no son tan importantes como la idea del juego, y esa es la de tener la posesión, ya que técnicamente somos de los cuatro o cinco mejores de Europa", comentó.