Y, finalmente, Ronaldinho acabó en el banquillo

La decisión más esperada de Frank Rijkaard: dejar en el banquillo a Ronaldinho, finalmente se ha concretado en el partido de anoche en el campo de Lyon, sin que ello haya generado, por el momento, el conflicto que se podría esperar. Rijkaard le quitó toda la trascendencia al cambio y evitó cualquier conato de polémica en su comparecencia ante los medios informativos, tras el encuentro contra el Olympique de Lyon. "A 'Ronnie' le he preguntado en el descanso si quería jugar y me ha dicho que sí. Estaba muy motivado", apuntó el entrenador del Barça.

Ni castigo ni represalia. Para Rijkaard, la decisión fue puramente deportiva, pero ello no impide concluir en que el entrenador del Barcelona tomó una de las decisiones más comprometidas y que más se le habían solicitado desde muchos altavoces del barcelonismo. Precisamente, el rendimiento de Ronaldinho no ha parado de generar un encendido debate en el club catalán, en donde se considera que el brasileño está atravesando por uno de sus peores momentos deportivos como azulgrana.

A pesar de haber descansado este verano (no participó en la Copa América) y de que en el vestuario barcelonista se le está tratando con toda clase de complacencias, el astro brasileño no ha recuperado un nivel futbolístico que le acerque a sus grandes actuaciones en el Barça. Por este motivo, y dado que el jugador ha bajado muchos enteros en su condición física, su alienación empezó a peligrar y a cuestionarse ya sin más reservas desde hace unas tres semanas, cuando el Barça firmó un nuevo tropiezo, contra el Getafe (2-0), partido en el que el brasileño fue sustituido por el mexicano Giovani en el minuto 61. Desde aquel partido, que Ronaldinho iba a ser suplente en breve, representaba una apuesta fácil de acertar, ya que era un clamor en el club y en buena parte de la afición que al brasileño se le debía aplicar el castigo que más duele a un futbolista; la suplencia.

La primera oportunidad llegó en el partido del Barça contra el Recreativo (3-0) en el Camp Nou el pasado sábado pero, después de ser convocado Ronaldinho, se cayó de la lista el mismo día, tras una explicación aportada desde la dirección técnica que causó aún más desconcierto, ya que se expuso que el jugador estaba cansado de su participación con la selección de Brasil. En la segunda oportunidad, a Rikjaard no le tembló el pulso y colocó anoche al astro brasileño en el banquillo, la que representaba su tercera suplencia desde que es barcelonista. Ronaldinho ha jugado un total de 217 partidos como barcelonista, 136 de Liga española, 29 en competición europea (UEFA y Liga de Campeones) y 12 de Copa del Rey.

Casi tres años sin ir al banquillo

La primera vez que Ronaldinho fue suplente como jugador del Barcelona fue el 7 de diciembre de 2003, en la primera eliminatoria de la Copa del Rey, frente al Gramanet. El Barça ganó 0-1, precisamente con gol del '10', que sustituyó a Overmars en el descanso. Una temporada después, Ronaldinho también ocupó una plaza en el banquillo frente al Shakhtar Donetsk, en la última jornada del grupo de la Liga de Campeones, el 7 de diciembre de 2004. En aquel partido, intrascendente para los intereses del Barcelona, Ronaldinho ni siquiera jugó y su equipo perdió 2-0. Desde entonces, Ronaldinho no ha vuelto a ser suplente. Siempre que ha estado en disposición de jugar, ha sido titular, tanto en Liga como en competición europea y Copa del Rey.