Es noticia
Mil mentiras repetidas, una verdad
  1. Deportes

Mil mentiras repetidas, una verdad

Los programas electorales están para no ser cumplidos. Esa es una máxima que siguen al pie de la letra todos los políticos. Especialmente en este país.

Foto: Mil mentiras repetidas, una verdad
Mil mentiras repetidas, una verdad

Los programas electorales están para no ser cumplidos. Esa es una máxima que siguen al pie de la letra todos los políticos. Especialmente en este país. El problema llega cuando algún que otro dirigente deportivo exprime esta sentencia incluso durante todos sus años de mandato. Es el problema de sentirse siempre en campaña electoral, de acudir a ocho actos diarios para hacer ver que se está trabajando en algo, de no parar de hablar y de actuar siemore de cara a la galería. Ramón Calderón es el ejemplo viviente de este especimen político deportivo. Fue conocido sobre todo por no cumplir sus primeras promesas deportivas, los fichajes de Kaká, Cesc y Robben. Sólo el holandés llegó al segundo año. Y con más agujeros en forma de lesiones que la M-30 de Gallardón en pleno periodo de obras.

El todavía presidente del Real Madrid lleva más de un año anunciando el mismo acto, la colocación de la primera piedra de la nueva residencia de la cantera y el primer equipo en Valdebebas, así como el arranque de la construcción del nuevo pabellón Arena. A través de sus medios afines, las fechas han ido bailando y retrasándose hasta el infinito. Antes del verano, los titulares eran: "En septiembre se colocará la primera piedra". Pasó septiembre. Y llegó el momento de soltar una nueva fecha. "La primera piedra y el arranque de la construcción del pabellón serán en diciembre". Lo dijo el presidente y lo dijeron sus palmeros. Y fue el pasado martes, en la sede amiga de la Fundación Ferrándiz, cuando todos los que estábamos impacientes por asistir a estos prodigios, a estos faraónicos proyectos, nos llevábamos una nueva decepción: "en marzo colocaremos la primera piedra de la residencia", dijo Calderón. Con la primavera y las flores. No aclaró si en marzo de 2008 o de 2028. Para el pabellón, ahora resulta que "estamos buscando financiaciación". Todavía no hay dinero. Con dos bemoles. Y lo dijo sin ruborizarse. Por cierto, Calderón ha viajado a Japón para ver el Mundialito y algunos de sus palmeros ya han dicho que se traerá a Kaká debajo del brazo y con lacito. El caso es seguir dando noticias. Aunque sean patrañas.

Los programas electorales están para no ser cumplidos. Esa es una máxima que siguen al pie de la letra todos los políticos. Especialmente en este país. El problema llega cuando algún que otro dirigente deportivo exprime esta sentencia incluso durante todos sus años de mandato. Es el problema de sentirse siempre en campaña electoral, de acudir a ocho actos diarios para hacer ver que se está trabajando en algo, de no parar de hablar y de actuar siemore de cara a la galería. Ramón Calderón es el ejemplo viviente de este especimen político deportivo. Fue conocido sobre todo por no cumplir sus primeras promesas deportivas, los fichajes de Kaká, Cesc y Robben. Sólo el holandés llegó al segundo año. Y con más agujeros en forma de lesiones que la M-30 de Gallardón en pleno periodo de obras.