No había seguro para las 'macroprimas'

No lo va a reconocer nunca, pero Ramón Calderón tenía un pequeño, o gran motivo para desear que, al menos, la Copa del Rey no entrara en las vitrinas del Santiago Bernabéu. Él sabe que si caen la Liga o la Champions, todo el mundo olvidará la mala noche copera ante el Mallorca y pisará La Cibeles sin tener en cuenta el décimo quinto disgusto consecutivo en el torneo del k.o. Y el gran problema de ganar este título y los que importan de verdad era hacer frente a la 'macroprima' que había prometido por ganarlo todo. En el horizonte se dibujaba un panorama peligroso en lo económico, ya que ninguna compañía se atrevía a sufragar el seguro de un premio semejante, nada menos que 900.000 euros por cabeza.

El órdago de Calderón habría salido de las arcas del club y de los premios por títulos. En las últimas semanas, los contactos con las empresas aseguradoras no dieron sus frutos. Siempre se hacía referencia a una póliza multimillonaria, en consonancia con la macroprima calderoniana, por lo que en el club blanco no tenían muy claro que compensara suscribir finalmente un seguro en condiciones leoninas.

Ya en la época de Florentino se planteó este premio para un hipotético triplete.Y, curiosamente se llegó a la misma cifra, 900.000 euros por jugador. En esa campaña, sólo se pudo ganar la Liga. Y en la siguiente, la del hundimiento con Queiroz y, ojo, con Walter di Salvo como preparador físico también entonces, sólo se ganó la Supercopa. No cayó ninguno de los grandes títulos.

Pese a todo, los futbolistas de la primera plantilla madridista se acercarán mucho a ese premio si ganan la Liga y la Champions. Por el torneo continental tienen apalabrado un premio de 500.000 euros. Y la Liga se pagaría igual que el año pasado, a 300.000 por barba. En total, 800.000, es decir, una cantidad muy cercana a la del órdago y que provoca que se siga buscando un seguro para cubrir eventualidades. Eso sí, el Madrid juega con la seguridad de que recibirá casi 50 millones de euros si gana la Champions. Por cierto, muchos jugadores estaban recelosos de esa ‘macroprima’ porque pensaban que denotaba un exceso de arrogancia.