La plantilla se conjura para que Casillas bata un record de imbatibilidad

Fabio Cannavaro está en todo. Se podrá estar de acuerdo o no con ese Balón de Oro que le concedieron el pasado año, pero en el vestuario, todos sus compañeros se han rendido a su capacidad de liderazgo, a sus ganas de vencer, a su contagioso optimismo y a su profesionalidad. El pasado domingo, poco después de acabar el derbi ante el Atlético dio un nuevo ejemplo de detallismo y compañerismo. Se acercó a Iker Casillas y, tras felicitarlo por su nueva exhibición le pregunto directamente: "¿Cuanto te falta para el record?". Iker le contestó que un partido y 62 minutos más. El italiano no se cortó: "Nos vamos a matar para que lo consigas, dalo por hecho, tendrás el record". Sus compañeros le secundaron.

A la vista de que la Liga está más a tiro que nunca, la plantilla madridista comienza a marcarse retos adicionales. Ya hay quien ha soltado en el vestuario el desafío de ir a por los 100 puntos. O quien pide que se ganen los 19 partidos que se jueguen en el Bernabéu, algo que no se logra desde la temporada 85-86, con la quinta del Buitre. Pero de momento, lo que está más a mano es la marca de Casillas, alcanzar los 710 minutos consecutivos sin encajar un gol, que es el registro que impuso el hoy defenestrado Cañizares en la temporada 97-98.

Iker ya acumula nada menos que 558 minutos con la puerta a cero. No ha encajado un gol desde que Munitis marcó para el Racing en el Bernabéu. Desde entonces, el portero y su defensa han construido un muro de hormigón y han convertido en imposible el acceso a la red madridista. Cannavaro y sus lugartenientes se han conjurado, aunque a la larga es el propio arquero el que con sus milagros está cimentando esa plusmarca que llegará si sigue invicto en los 90 minutos contra el Villarreal y en los primeros 62 del siguiente compromiso contra el Almería. El record absoluto en la Liga, el de Abel, con 1.275 minutos, está de momento demasiado lejos. O no.