Calderón renovará a Guti a su pesar

El Real Madrid acaba de anunciar a bombo y platillo el contrato vitalicio para dos de sus máximos estandartes, Raúl y Casillas. En la foto de la Ciudad Deportiva de Valdebebas, los dos jugadores junto a Ramón Calderón y a Alfredo di Stéfano. Miles de aficionados del club blanco echaron de menos en la instantánea a un futbolista: Guti. El segundo capitán del conjunto blanco se encontraba ayer bastante afectado por el feo detalle del presidente al no haberle incluido, aunque fuera sólo como detalle, en una operación que pasará a la historia del Madrid. El presidente fue alertado a primeras horas de la tarde de ayer de que en muchas redacciones se estaban cargando las escopetas contra el mandatario por varias razones: ¿Por qué un acto tan importante se había producido deprisa y corriendo ante los periodistas que cubrían un entrenamiento intrascendente? ¿Por qué había dejado fuera a Guti? Inmediatamente, el aparato del club comenzó a filtrar que el 14 sería el próximo firmar otro de esos contratos vitalicios.

No era la primera vez que Calderón le hacía al 14 blanco un feo gesto. Todo tiene su explicación. Arrastra del año pasado, cuando Guti tensó la cuerda con el club para lograr su renovación. Forzado por la prensa en el momento más delicado de su mandato, cuando el conjunto de Capello se arrastraba por la Liga, el mandatario blanco no tuvo más remedio que tapar esa vía de agua. Le renovó, pero el acto de la firma fue bastante tensa para las dos partes. Se la intentó devolver. Había otra excusa en el club, que no ha visto con buenos ojos la ‘última’ de Guti, la publicación en la portada de la revista de curso rosa 'Cuore' en la que el futbolista parece besar en la boca a otro joven. En los despachos del Bernabéu comenzaron enseguida a surgir bulos y burlas al futbolista, que lleva más de 20 años unido al escudo de su vida. Muchos directivos pinchan día sí y día no a Calderón sobre Guti, al que ponen a caer de un burro por cuestiones de su vida privada. De hecho, durante los partidos en los que juega, son ya famosos los cruces de mensajes entre directivos en los que se comunican cosas como ésta: "¡Vaya juego de la niñata!". No es extraño por lo tanto el trato que Calderón ha brindado a Guti en este último acto. Se la tenía jurada. Y no pasará de largo el día en que se produzca la firma del contrato vitalicio. ¿Será también en Valdebebas y con la misma precipitación que ayer?