Hamilton: "Si Raikkonen no tiene huevos, ese no es mi problema"

Lewis Hamilton está dolido. Muy dolido. Y es que la decisión de la FIA de sancionarle con 25 segundos tras una maniobra indebida con la que sacó ventaja para adelantar al piloto de Ferrari Kimi Raikkonen al final de la carrera en el pasado GP de Bélgica, le han sacado de quicio hasta el punto de que ha justificado su manera de conducir comparándola con la del finlandés. “Es su manera de conducir, la forma en la que pilota. Si no tiene huevos para frenar más tarde, ese es su problema”. Hamilton había ganado la carrera, pero la polémica maniobra le relegó a la tercera posición.

 

Está claro que Hamilton no ha digerido la sanción que le impuso la FIA y ha regresado a su pasado más inmediato en el que su soberbia estaba por encima de todo. Parece que al piloto británico se le han subido los humos hasta la cabeza. Sin embargo, y pese a que ha asegurado que no tiene ánimos de revancha con ‘Kimi’, su estrategia podría estar enfocada a desestablizar a Ferrari de cara al próximo Gran Premio que se disputará en Italia, casa de la escudería 'escarlata'. “No siento necesidad de venganza. Lo cierto es que estamos realizando una gran temporada y la lucha con los Ferrari está siendo un auténtico placer. De todas formas, el venir aquí (Monza) y ganar, repitiendo lo logrado el año pasado, sería genial”.

La mesa está puesta. La temperatura irá aumentado conforme se acerque la carrera del próximo domingo. Hamilton ha levantado la voz y no en buen tono. A Raikkonen le caracteriza su frialdad, pero seguro que las palabras del piloto de McLaren-Mercedes no le han sentado nada bien. Si Ferrari tenía motivos para ganar en casa, ahora tiene de sobra. Más sabiendo cómo está la clasificación. Hamilton sigue líder con 76 puntos, seguido del brasileño Felipe Massa (Ferrari) que tiene 74, le siguen Robert Kubica (BMW) con 58 y Kimi Raikkonen con 57. El GP de Italia está que arde y los Ferrari no tendrán piedad en el asfalto. Están conscientes de que ésta puede ser su mejor oportunidad para ponerse al frente a falta de cinco carreras para la conclusión del campeonato.