Cuando el músculo da un toque de atención al talento

El pasado jueves, Genaro Gattuso, futbolista del Milan y paradigma del jugador que basa toda su valía en el físico y el pundonor, realizó unas declaraciones duras contra el Real Madrid. Al ser preguntado por el estado de forma actual de su ex compañero y amigo Kaká, Gattuso afirmó que “por lo que yo sé, el Real Madrid no trabaja lo suficiente la preparación física”, para después sentenciar que, por esta razón, el brasileño “no es ni la sombra de lo que era en el Milan”.

El internacional italiano destacó que Kaká era de los que más se entrenaban en Milanello: “Solía trabajar incluso cuando teníamos dos o tres días de descanso. Recuerdo que nuestro preparador físico le hizo correr mucho”.  

Si extrapolamos sus palabras, el centrocampista milanista dejó entrever el que, para él, es el principal problema del Real Madrid. Y no es el primer miembro del calcio que critica el poco trabajo físico que se hace en España (sobre todo en los equipos grandes) comparado con el que se realiza a diario en Italia.

El runrún lleva oyéndose desde la primera etapa de Fabio Capello a mediados de los ’90. Y también algún jugador italiano del Barça, tras arribar en la Liga, mostró en público su sorpresa por el poco tiempo que se le dedicaba al entrenamiento, precisamente, durante el ocaso de la ‘era Rijkaard’.

Atendiendo a la situación actual del criticado Madrid de Manuel Pellegrini, muchos analistas han hecho referencia a los evidentes bajones físicos que sufre el equipo durante los partidos para explicar sus irregulares resultados. Los blancos han sido incapaces de mostrar un dominio uniforme durante 90 minutos, consiguiendo muchas de sus victorias gracias a ráfagas de juego esporádicas, momentos en los cuales aparece la superioridad técnica de sus jugadores. Y a uno de los que más se le ha notado este bajón ha sido a Kaká.

En la debacle copera de Alcorcón, quedó patente cómo equipo de Segunda B doblegó sobradamente con ritmo e intensidad a un Real Madrid totalmente incapaz. Es evidente que en el famoso 4-0 se deben analizar más aspectos que la simple preparación física, pero no deja de llamar la atención que en 180 minutos de eliminatoria, los blancos no impusieran en ningún momento su lógica superioridad futbolística.

Nunca hay que olvidar la preparación física

Jugar bien al fútbol (si entendemos por esta difusa y manida idea realizar un juego de asociación constante, circulación rápida y precisa de balón y agresividad atacante) requiere de múltiples factores. Sólo por disponer de una constelación de estrellas reunidas a golpe de talonario no está garantizada, ni mucho menos, la excelencia futbolística que se le pide a los grandes equipos. Entre todos los factores mejorables de un equipo a base de entrenamiento, el que nunca hay que olvidar es la preparación física. Los ejemplos más cercanos y clarificadores son el Barça de Guardiola y el Sevilla de los cinco títulos.

Tampoco el talento y la calidad técnica por sí solos garantizan que se logre una buena actuación durante un partido, y mucho menos durante una temporada. Los estados de forma y de ánimo, tan importantes en cualquier deporte, dependen fundamentalmente del estado físico del deportista, esto es, las “buenas” o “malas sensaciones” a que tanto recurren los profesionales al ser preguntados por cómo se encuentran.

Hay jugadores que poseen, además, una calidad física superior a la media y a los cuales una mala preparación no les afecta tan negativamente como a otros. Cristiano Ronaldo o Dani Alves serían buenos ejemplos de estos jugadores ‘superdotados’. Pero hay otros muchos a los que el trabajo bien hecho es lo único que les coloca entre los mejores del mundo. Y, según Gattuso, Kaká es uno de estos futbolistas.