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El caso Ferrari obliga a la FIA a revisar la prohibición de las órdenes de equipo
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NO AMPLÍA LA SANCIÓN POR LA MANIOBRA DE SUS PILOTOS

El caso Ferrari obliga a la FIA a revisar la prohibición de las órdenes de equipo

Ferrari no solo ha conseguido esquivar una posible ampliación de la sanción impuesta en el pasado Gran Premio de Alemania, sino que ha logrado que la

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El caso Ferrari obliga a la FIA a revisar la prohibición de las órdenes de equipo

Ferrari no solo ha conseguido esquivar una posible ampliación de la sanción impuesta en el pasado Gran Premio de Alemania, sino que ha logrado que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) por fin se replantee la normativa de las órdenes de equipo. El máximo organismo de la Fórmula 1 no ha tenido más remedio que reconocer la ineficacia de la prohibición que, tal y como está redactada, es de complicado cumplimiento. Así, el veredicto del Consejo Mundial de la FIA deja a la escudería como estaba: con una multa de 100.000 dólares que se certificó al término de la carrera y su puesto en la clasificación inalterado.

El caso ha de entenderse, más que como un castigo a Ferrari, como una oportunidad para clarificar un reglamento difuso e inútil a juzgar por la facilidad de los equipos para burlarla y la cantidad de casos en los que actúan contra las ‘reglas’. La FIA revisará a final de temporada el artículo 39. 1 de su reglamento que reza: “Las órdenes de equipo que interfieran en el resultado de una carrera están prohibidas”. La opinión generalizada es que deben desaparecer, pero aún está por ver si la FIA retirará la prohibición que se mantiene vigente desde 2003.

Que los pilotos implicados, Fernando Alonso y Felipe Massa, no hayan sido sancionados en términos de puntos no ha sido ninguna sorpresa. Los comisarios de la carrera impusieron a Ferrari una multa de 100.000 dólares al término del Gran Premio de Alemania por saltarse claramente la prohibición que, por ineficaz que resulte, las escuderías han de cumplir. El asturiano fue el más rápido en el circuito de Hockenheim, pero con una salvedad. Su compañero recibió una orden de los ingenieros de la escudería y debía dejar pasar a Alonso en la vuelta 46. Para no perjudicar a los pilotos, se barajaba amonestar al equipo con otra multa económica, con una sanción menor (puntos de Constructores) o un apercibimiento de suspensión en caso de incurrir. Ferrari estaba dispuesta a apelar pero al final, ni una ni otra.

Ferrari y otros infractores

Se habla de favoritismos hacia Ferrari y de juego sucio, pero precedentes los hay a patadas, y además impunes. El más reciente, en el Gran Premio de Turquía, con Lewis Hamilton y Jenson Button como protagonistas de la estrategia trazada por McLaren. Las conversaciones entre ingenieros y piloto pasaron desapercibidas para el Consejo Mundial. No fue tan descarado como lo de Ferrari, pero igualmente ilegal. Otro ejemplo: dos años atrás, el propio Hamilton reconoció las órdenes procedentes de Ron Dennis en el Gran Premio de Alemania de 2008. Kovalainen iba por delante, pero aflojó para que el inglés -mejor situado en la clasificación- le adelantara y consiguiera unos puntos que resultaron determinantes para la consecución del campeonato. De nuevo se trataba de órdenes para beneficiar al equipo.

Gracias a la victoria en Alemania, Fernando Alonso pudo amarrar sus posibilidades de luchar por la corona de campeón que de otra manera se hubieran esfumado. Con este tipo de estrategias se han ganado tantas otras carreras e incluso títulos. Por eso, y a falta de una remodelación y concreción del reglamento, puede que no sea el último episodio de este tipo que presencie la Fórmula 1.

Ferrari no solo ha conseguido esquivar una posible ampliación de la sanción impuesta en el pasado Gran Premio de Alemania, sino que ha logrado que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) por fin se replantee la normativa de las órdenes de equipo. El máximo organismo de la Fórmula 1 no ha tenido más remedio que reconocer la ineficacia de la prohibición que, tal y como está redactada, es de complicado cumplimiento. Así, el veredicto del Consejo Mundial de la FIA deja a la escudería como estaba: con una multa de 100.000 dólares que se certificó al término de la carrera y su puesto en la clasificación inalterado.