Ecclestone tendrá el GP de Bahrein y sus 30 millones si la revuelta no es mediática

"Ya no ves en televisión noticias sobre Bahrein", contestaba Bernie Ecclestone a un reportero de la BBC ayer cuando le planteó la posibilidad de buscar una fecha al GP de Bahrein. ‘Si no aparece en televisión, es que no existe’, ha dado a entender el magnate británico. De seguir el conflicto del país árabe supondría la pérdida de 30 millones de euros para la Fórmula 1 y Ecclestone ya ha asegurado que “si hay paz, habrá Gran Premio”. Lo incluirá de cualquier manera con tal de no perder ese pellizco económico. De hecho, fue el Príncipe de Bahrein quien comunicó a Ecclestone que no habría carrera, el británico no perdió la esperanza hasta el último momento. 

Buscando fechas lo más fácil sería agosto pero han descartado el verano por las temperaturas que un piloto sufriría. La fecha que baraja el ‘boss’ es el 20 de noviembre. Entre Abu Dabi (14 de noviembre) y Brasil. De esta manera, la carrera suramericana se podría trasladar una semana, al 4 de diciembre. Todo esto debe aprobarse en la próxima reunión de la FIA en París este martes. De aquí tiene que salir una decisión que estará siempre condicionada porque las revueltas en Bahrein hayan remitido. De lo contrario, todo se quedará como estaba.

2011 es el año con mayor número de carreras en la historia de F1. La inclusión de India ha supuesto que el calendario lo formen 20 grandes premios, uno más que el año pasado. Bahrein tiene la palabra para cumplir este récord (ver el calendario cuando se aprobó).

Ecclestone se fía de lo que digan los informativos

Ecclestone, capaz de sacar dinero debajo de las piedras, tiene en la mente hacer todo lo posible para que Bahrein pague el canon de 30 millones de euros. Tiene la capacidad de controlar lo que ocurra dentro del Gran Circo; fuera de él, en este caso la política interior de Bahrein, se le escapa. Aunque, por la conclusión de Ecclestone (que hemos mencionado al principio del artículo) gran parte de la decisión se deberá a la situación mediática en la que se encuentre Bahrein: 'si no aparecen en televisión las revueltas, el país está en orden para los esspectadores y, por tanto, habrá Fórmula 1'.

Como mucho, podrá ejercer una influencia a la población desde el micrófono. Al igual que hizo cuando aseguró que sólo llevaría la Fórmula 1 a Valencia si en las elecciones autonómicas que había en mayo de 2007, salía de presidente Francisco Camps, “no firmaré el contrato hasta que salga elegido Camps. Creo en las personas”. Llegó a decir Ecclestone en la presentación del nuevo GP de Europa.

A la espera de acontecimientos, Bahrein tendrá un ojo puesto en la reunión de la FIA del martes para saber si el automovilismo da un voto de confianza y una segunda oportunidad a su país. Estando Ecclestone y 30 millones de por medio, seguro. En cualquier caso, los ‘rebeldes’ tienen la última palabra.