Es noticia
La Liga es del Barça pero se acortan las distancias con el Madrid
  1. Deportes
MOURINHO PLANTEO EL PARTIDO CON SU ESTILO MÁS GENUINO

La Liga es del Barça pero se acortan las distancias con el Madrid

El combate nulo del primero de la serie de cuatro clásicos deja al Barcelona con la Liga en el bolsillo, ocho puntos de ventaja con seis

Foto: La Liga es del Barça pero se acortan las distancias con el Madrid
La Liga es del Barça pero se acortan las distancias con el Madrid

El combate nulo del primero de la serie de cuatro clásicos deja al Barcelona con la Liga en el bolsillo, ocho puntos de ventaja con seis partidos para el término del campeonato son muchos y a día de hoy parece imposible que el equipo de Guardiola pierda tres de esos seis partidos que restan. La sensación que transmite el partido celebrado este sábado en el Bernabéu es la de un Real Madrid preparado para la batalla, la que planteó su técnico al decidir tirar de fuerza antes que de técnica.

El portugués supo llevar el partido al límite, sacando a pasear el fútbol directo que tanto le gusta. El Barcelona no supo elaborar y ahí la balanza parece que está igualada. La primera final ha teminado en tablas (goles de Messi y Ronaldo de penalti) que valen para el equipo azulgrana y no para el madridista, pero lo curioso es que los aficionados del Real Madrid se marcharon contentos por la imagen de entrega y pelea ofrecida por su equipo.

 Ahora más que nunca ven posible el triunfo en Valencia y en la Champions. La distancia se ha acortado y el Real Madrid ha sido capaz de cortar la racha de cinco victorias consecutivas del Barcelona en los clásicos.

Mourinho tiró de sus argumentos, de su fútbol, los mismos que le han hecho campeón de Europa con Oporto e Inter, para frenar al Barcelona o por lo menos para igualar el juego de uno y otro equipo. Para ello decidió colocar a Pepe de mediocentro y renunciar a Özil. Restó creación para meter músculo, presión. De esta manera colocó una línea de cinco, también colaboraron Di María en la presión, para intentar ahogar el talento azulgrana. La idea era clara: robo de balón y rápida búsqueda bien del portugués o bien del argentino. Y lo cierto es que durante muchos minutos, el Barcelona no supo superar esa línea de contención, pero ni CR7 ni Di María, en especial este último que se mostró individualista al máximo, estuvieron a la altura de lo que requería el esfuerzo físico de sus compañeros.

Los de Guardiola, que preparó la sorpresa de Puyol, no se sintieron cómodos en ningún momento y el mejor dato es que hasta el minuto quince no se acercaron al área de Casillas con peligro. Eso sí, tres minutos después se pusieron a tocarla y lo hicieron por espacio de sesenta segundos, culminando la jugada Messi con una vaselina que el capitán madridista detuvo con la punta de los dedos. A partir de ese momento, intercambio de golpes con más ocasiones para el Real Madrid, en especial un cabezazo de Ronaldo que salva Adriano con Valdés fuera de la portería.

Un mal control de Ronaldo, un tirito de Villa en el 41, poco más. Acto seguido contestó Messi, encontrándose de nuevo al portero blanco, que instantes antes había tenido un choque con Villa y por el cual los azulgrana reclamaron penalti. Xavi, Iniesta y Busquets no la tocaban como otras veces. Y se notaba.

Al Barça le costaba horrores

El Barcelona tenía la pelota, pero le pesaba horrores, no circulaba como otros días y todo por culpa del planteamiento de Mourinho. El portugués lo tuvo claro y tiró de practicidad. Nada de juego bonito y sí pelea, entrega y velocidad. Las armas que le valieron hace un año para que el Inter eliminara al Barcelona. No le importó colocar a Pepe como sombra de Messi y la apuesta no le salió mal del todo. Al menos en la primera parte.

La segunda parte parecía transcurrir por idénticos parámetros, pero un mal bote de una pelota cambió el panorama. Albiol se tragó un  balón y no le quedó más remedio que derribar a Villa. Penalti y expulsión. Justas las dos. El Bernabéu se le vino encima al defensa, que no encontró consuelo alguno en esos cuarenta metros que le llevaron hasta el vestuario. Nadie se acercó. El penalti sirvió para que Messi ya supiera lo que es marcar un gol a Mourinho y para envalentonar aún más al Real Madrid, que tras diez minutos tocado, sacó la casta y ese orgullo que siempre ha caracterizado al equipo blanco. Fútbol poco, furia toda.

El Barcelona se creía ganador y no supo rematar al Real Madrid. Y eso en el Bernabéu se paga. Sólo Xavi con un tiro al larguero tentó la suerte. Los de Mourinho se acercaban en oleadas, muy de su gusto, en especial en los últimos años. En una de esas Marcelo sorprendió a todos, incluido a Múñiz Fernández al que equivocó con un piscinazo ante el cruce de Alves. El árbitro se equivocó por partida doble. Primero al pitar el penalti y después al no expulsar a Alves. Era amarilla, la segunda, por lo que tenía que haber visto la roja. Minuto 82 y otra vez tablas.

Hasta el final, más intercambio de golpes. El Barcelona volvió a tener la pelota pero no quería perder, se conformaba con el empate. El Real Madrid lo intentó, pero lo cierto es que en los minutos finales apenas se jugó. Los nervios de unos y otros salieron a relucir. Un tiro de Kedhira y otra de Villa (lleva nueve partidos sin marcar con el Barcelona) sirvieron para cerrar el partido con empate.

- Ficha técnica:

1 - Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Raúl Albiol, Carvalho, Marcelo; Pepe, Khedira, Xabi Alonso (Adebayor, m.66); Di María (Arbeloa, m.66), Cristiano Ronaldo y Benzema (Özil, m.57).

1 - Barcelona: Valdés; Alves, Puyol (Keita, m.57), Piqué, Adriano (Maxwell, m.80); Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro (Afellay, m.66); Messi y Villa.

Goles: 0-1, m.53: Messi, de penalti. 1-1, m.82: Cristiano, de penalti.

Árbitro: Muñoz Fernández (colegio asturiano). Amonestó a Marcelo (31) y Arbeloa (76) por el Real Madrid, y a Adriano (9), Piqué (26), Álves (78), Valdés (81) y Xavi (90) por el Barcelona. Expulsó por roja directa en el minuto 52 a Raúl Albiol.

Incidencias: encuentro correspondiente a la 32a jornada de Liga disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 79.500 espectadores.

El combate nulo del primero de la serie de cuatro clásicos deja al Barcelona con la Liga en el bolsillo, ocho puntos de ventaja con seis partidos para el término del campeonato son muchos y a día de hoy parece imposible que el equipo de Guardiola pierda tres de esos seis partidos que restan. La sensación que transmite el partido celebrado este sábado en el Bernabéu es la de un Real Madrid preparado para la batalla, la que planteó su técnico al decidir tirar de fuerza antes que de técnica.

Pep Guardiola