El éxito del Rayo: el factor humano de Sandoval

"Lo primero que hago es buscar jugadores que se involucren en el proyecto que quiero crear. No tienen que ser los mejores, pero sí estar implicados y creer en el objetivo". A través de esta idea José Ramón Sandoval comenzó a construir el pasado verano un equipo que ha alcanzado un éxito que pocos esperaban.

Ocho años después, el Rayo Vallecano vuelve de su mano a Primera división precisamente en el peor momento a nivel institucional de la entidad después de que se destapara en mitad de la temporada la mala gestión repleta de deudas que había realizado durante años la familia Ruiz-Mateos.

Cuando se le pregunta a Sandoval cuál es la clave para que ese grupo de futbolistas haya rozado la perfección en lo deportivo mientras pasaban auténticas penurias económicas en lo personal a consecuencia de que el club no les pagaba sus nóminas desde hacía meses, él lo tiene muy claro: la gran calidad humana de la plantilla.

Y es que este técnico sin pelos en la lengua destaca que el factor humano está por encima del profesional, así lo entendía en la empresa de restauración que dirigió hasta que su éxito en el fútbol modesto le llevó a merecerse un puesto entre los entrenadores de la Liga BBVA. Se desvive por sus hombres y estos le responden.

Se entera de la situación personal de los jugadores

"Cuando me ofrecen a un jugador, miro si me gusta como futbolista, y acto seguido pregunto cómo es como persona y en qué situación está. Si está a punto de ser padre, me gusta. Si está casado, también me gusta, etc. Busco personas más o menos equilibradas en su vida personal y luego hablo con ellas para que se empapen de mi proyecto. Tienen que creer en él, defender esa idea", asegura Sandoval con su tremenda y característica expresividad.

Así apostó por el díscolo Óscar Trejo, por ejemplo, una promesa argentina que se empezaba a deslucir en el Mallorca y que cedido en el Rayo ha firmado una gran temporada. Sandoval cuenta que "valoramos su situación familiar, que es complicada, y pensamos que en Madrid, con su novia, encontraría la estabilidad que necesitaba. Creímos en él y nos ha respondido".

Considera que su primer año en la élite le ha valido como diez años de carrera de otros entrenadores. La situación económica del Rayo estalló cuando el equipo marchaba líder de la Liga Adelante, pero ha conseguido que la nave que capitanea, como le gusta decir al propio Sandoval, haya superado el temporal y llegado a puerto, consiguiendo el objetivo automarcado por sí mismo nada más hacerse cargo del equipo el verano pasado.

Tecnología punta junto a métodos caseros

Sus métodos de trabajo se pueden definir como el fútbol que hace su equipo. Es una mezcla de varias artes. Utiliza desde los sistemas más punteros de entrenamiento, como la medición por sistema GPS de los desplazamientos de los jugadores en los entrenamientos, hasta los más básicos y primitivos del fútbol como son la motivación constante de los suyos. La charla del crucial partido ante el Celta en Vigo la realizó como se hace en el fútbol base y modesto, en el vestuario del estadio y con una pizarra y una tiza.

Graba los entrenamientos y todos sus partidos, usando una moderna aplicación que le permite sacar multitud de conclusiones tácticas en tiempo real. Sandoval ha llegado a usar esas conclusiones en los descansos de los partidos para corregir errores de la primera parte.

El entrenador revelación de la temporada, que se ganó el puesto el año pasado tras ascender a 2ªB al filial rayista, se vanagloria de que con estas y otras medidas y junto al resto del cuerpo técnico (segundo entrenador, entrenador de porteros y dos preparadores físicos) le da todas las facilidades al futbolista para que éste obtenga su mejor versión. "El jugador sólo tiene que poner las ganas de ser el mejor, que eso lo quiere ser todo el mundo", dice Sandoval, alguien que tiene una fe inmensa en que trabajando se alcanza cualquier objetivo.

Imagina a su Rayo plantando cara a los grandes de Primera

De momento, su futuro es tan incierto como el del club. Le gustaría disfrutar en Primera con su Rayo pero tiene claro que no desea otra temporada como ésta, donde ha sufrido un gran desgaste a nivel anímico. Mientras se desvela su futuro, imagina a este bloque con cuatro retoques plantando cara a los grandes de Primera y piensa, aunque no lo dice, que su Rayo podría ser una de las revelaciones del próximo año.

El sábado cierra una temporada con excelentes números que son muy difíciles de ver en la Segunda división española. Con el ascenso en el bolsillo, quiere ganar la Liga. Le separa un punto del líder, el Betis, y Sandoval ha trabajado esta semana como si jugara una final. No se conforma con lo conseguido, es un ganador nato y tiene hambre de más. Y generalmente, los ganadores natos suelen ganar. Atentos a Sandoval y su factor humano.

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