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Madrid 2020, la resurrección de los proyectos 'muertos' de Gallardón
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LAS OBRAS DEL ANILLO OLÍMPICO LLEVAN AÑOS PARADAS

Madrid 2020, la resurrección de los proyectos 'muertos' de Gallardón

Casi dos años después del batacazo de Madrid 2016, Alberto Ruiz Gallardón ha vuelto a retomar lo que ya se puede llamar su particular obsesión olímpica.

Foto: Madrid 2020, la resurrección de los proyectos 'muertos' de Gallardón
Madrid 2020, la resurrección de los proyectos 'muertos' de Gallardón

Casi dos años después del batacazo de Madrid 2016, Alberto Ruiz Gallardón ha vuelto a retomar lo que ya se puede llamar su particular obsesión olímpica. No cuenta con el apoyo popular para volver a presentar a la capital como candidata a los Juegos de 2020, pero sí con el económico. El alcalde justifica su tercer intento de organizar unos Juegos insistiendo en que el 80% del proyecto olímpico está terminado y que no se embarcará en ninguna otra obra hasta saber si Madrid es elegida o no. En su intento de no perder el respaldo que le pueda quedar, ya ha pedido la colaboración de los grandes empresarios para que el capital privado sea quien sufrague los gastos pendientes.  No tendrá que partir de cero, pero deberá resucitar los proyectos enterrados como el Estadio Olímpico, la Villa Olímpica o el Centro Acuático y acondicionar el resto de instalaciones. Una inversión nada desdeñable.

De los casi 38 millones de euros que el Ayuntamiento madrileño invirtió en la candidatura olímpica, cerca de 17 salieron del bolsillo de los ciudadanos y éstos no están dispuestos a seguir financiando el capricho del alcalde. El apoyo popular en el que se sustentaba la 'corazonada' se desinfló en el mismo momento del triunfo de Río de Janeiro y Gallardón sabe que el esfuerzo económico que realice debe alejarse del listón que colocó en la anterior ocasión.

Madrid tiene nueve años por delante. Mucho tiempo, pero también mucho trabajo pendiente. El Estadio Olímpico, la Caja Mágica o la Villa Olímpica son algunos de los proyectos que necesitan un gran impulso para resurgir de sus cenizas. Otros, como los pabellones del recinto ferial IFEMA, tendrán que ser acondicionados para acoger las diferentes modalidades deportivas, pero ofrece muchas posibilidades. El Palacio de los Deportes y el nuevo estadio Santiago Bernabéu, en el que se disputarían las finales de fútbol, son de los pocos emplazamientos deportivos que ya están en pie.

El Atlético tirará parte de la abandonada Peineta

El mejor ejemplo del abandono de algunas de las instalaciones es La Peineta, nombre con el que se conoce popularmente al Estadio Olímpico y estandarte del proyecto de Gallardón. Desde su inauguración en 1994, impulsada por el entonces consejero de Educación, Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, Jaime Lissavetzky, no se le ha dado el uso esperado puesto que la capital no ha logrado nunca los objetivos marcados: los Mundiales de atletismo de 1997 y los Juegos de 2012 y 2016. Aunque acogió algunos eventos deportivos y culturales y se presentaba como el futuro estadio del Atlético de Madrid, su estado actual es desastroso. Hace años que allí no se celebra ninguna competición y los atletas ya ni siquiera se entrenan en sus pistas. La maleza invade los accesos, aún por terminar, y el interior del recinto deportivo permanece inacabado.

El club rojiblanco, tras el acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para mudarse a la Peineta, ha ido retrasando su traslado hasta fijar la fecha de su instalación en el nuevo estadio en el año 2014. El presidente del Atlético anunció que este invierno comenzarían por fin las obras de reconstrucción, las cuales se estima que se prolongarán durante 36 meses. Tras los trabajos de señalización, implantación de equipos técnicos, desbroce y estudios del suelo se procederá al vaciado, cimentación, y demolición parcial de la actual construcción, según anunció el propio Cerezo. No obstante, la remodelación se llevará a cabo al margen de la posibilidad de que la ciudad acoja los Juegos.

El Centro Acuático debía estar terminado antes de 2008

Junto a la Peineta se encuentra otro de los proyectos incluidos en la candidatura olímpica de Madrid 2016. Las obras del Centro Acuático comenzaron a finales de 2004 y aunque el plazo de construcción era de tres años y medio, permanecen paralizadas desde 2008, desde antes incluso de que la capital perdiera los Juegos por segunda vez. Incumplida la promesa de terminar las obras, la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos se tomó en 2010 un tiempo para replantear la finalidad del complejo.

Más de 100.000 metros cuadrados en los que se encuentran un edificio que acogería dos piscinas de entrenamiento, otro que preveía la construcción de las piscinas para las pruebas olímpicas, y un tercero destinado a usos administrativos. Allí se celebrarían los campeonatos de natación, salto y waterpolo, pero las críticas se centran en la poca utilidad de las instalaciones para los vecinos. Según los responsables, las obras no deberían prolongarse más de un año.

La Caja Mágica costó 194 millones más y aún faltan reformas

Otro proyecto que se podría recuperar es el de la Villa Olímpica. La idea era crear viviendas para alojar hasta 18.000 atletas durante los Juegos para después utilizar el 15% de las infraestructuras para los deportistas y el resto emplearlas en alquileres sociales. Actualmente las obras están en suspenso.

La otra joya olímpica con la que Madrid contó para sus candidaturas es la Caja Mágica. La diferencia con las anteriores infraestructuras es que ésta sí ha sido inaugurada y desde 2009 es la sede oficial del Torneo Masters de Tenis, aunque se concibió para albergar otro tipo de eventos. El Real Madrid de baloncesto se trasladó allí puede que en un intento del alcalde de justificar la desorbitada cantidad de dinero que supuso su construcción. Superó el presupuesto inicial de 100 millones de euros y el Ayuntamiento se gastó un total de 294 millones.

 

Casi dos años después del batacazo de Madrid 2016, Alberto Ruiz Gallardón ha vuelto a retomar lo que ya se puede llamar su particular obsesión olímpica. No cuenta con el apoyo popular para volver a presentar a la capital como candidata a los Juegos de 2020, pero sí con el económico. El alcalde justifica su tercer intento de organizar unos Juegos insistiendo en que el 80% del proyecto olímpico está terminado y que no se embarcará en ninguna otra obra hasta saber si Madrid es elegida o no. En su intento de no perder el respaldo que le pueda quedar, ya ha pedido la colaboración de los grandes empresarios para que el capital privado sea quien sufrague los gastos pendientes.  No tendrá que partir de cero, pero deberá resucitar los proyectos enterrados como el Estadio Olímpico, la Villa Olímpica o el Centro Acuático y acondicionar el resto de instalaciones. Una inversión nada desdeñable.

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