Ecclestone en el punto de mira de la justicia por un supuesto caso de corrupción y soborno

Bernie Ecclestone y la polémica siempre han caminado muy cerca. El magnate de la Fórmula 1 tiene abiertos varios frentes y todos se codean con temas de soborno, evasión de impuestos, corrupción... Asuntos que están lejos de la legalidad y la transparencia y que salpican, una vez más, a Ecclestone.

Toda historia tiene un principio y ésta no iba a ser menos. El escándalo salta debido a los fuertes rumores que afirman que CVC podría vender los derechos de la F-1 a una sociedad integrada por la escudería italiana Ferrari y News Corp, propiedad de Rupert Murdoch. En 2005 el banco BayernLB vende su parte de los derechos de la Fórmula 1 a CVC, empresa de capital de riesgo favorecida por Bernie Ecclestone, por 1.700 millones de dólares. Aquí es la primera vez que el inglés entra en escena. Pero falta otro personaje más, Gerhard Gribkowsky, el ejecutivo que organizó la venta. El alemán fue detenido en enero. Lo que provocó su arresto fue su declaración en la fiscalía de Múnich donde explicó porque tenía dos empresas de fideicomiso en Austria y de dónde venía el dinero que hay en ellas. El testimonio de Gribkowsky fue el detonante para que la justicia alemana comenzase a investigar a Bernie.

La fiscalía se pregunta de dónde viene el dinero que el banquero alemán tiene en sus empresas austriacas. Descubre que llega desde las Islas Mauricio y las Islas Vírgenes y que el ingreso lo hace Bernard E. Este personaje no es otro que Bernie Ecclestone. Utilizan este proceso para que ambos acaben 'limpios' en la operación, es decir, que nadie sepa de dónde procedían los 44 millones de dólares que el inglés ingresa a Gribkowsky. Pero ¿cuál es la razón por la que Ecclestone dona generosamente tal cantidad? Ese es el segundo capítulo de la trama.

Irregularidades en los impuestos y extorsión

El magnate de la Fórmula 1 no 'regala' dinero sin razón. Detrás de esta misteriosa transferencia se esconde una historia de extorsión e irregularidades en los impuestos. El alemán descubrió diversas irregularidades en los impuestos del inglés según ha confesado Ecclestone al Daily Telegraph este viernes: "Me amenazó con que iba a decir lo que estaba pasando. Gribkowsky me estaba extorsionando y no quería correr ningún riesgo". Por su parte, Gribkowsky habló con los fiscales en su momento y afirmó que recibió el dinero de Bernie Ecclestone y de Bambino Trust (una empresa de la familia del inglés) pero en agradecimiento por su trabajo como asesor en la venta de los derechos de BayernLB a CVC y no por temas de soborno.

Bernie Ecclestone deberá demostrar su inocencia ante la fiscalía de Múnich donde tendrá que aportar pruebas que demuestren que Gribkowsky lo extorsionó en el momento de la compra de los derechos de la Fórmula 1. Esta es una de las dos hipótesis que se manejan. La otra es que Bernie pagó al banquero alemán a modo de soborno para que disminuyera el valor de los derechos comerciales de la categoría reina del automovilismo. La justicia alemana podría acusar a Bernie de corrupción pero el británico asegura estar tranquilo.

Ahora será un tribunal alemán el que decida el final de esta historia: si Gribkowsky se enfrenta a un juicio por pago de sobornos, malversación de fondos y fraude fiscal, Bernie podría ser citado a declarar en la causa por delito de cooperación en malversación de fondos. Y todo esto sin saber de dónde proceden los 41'4 millones que recibió Ecclestone y los 25 que obtuvo Bambino Trust por parte del banco BayernLB en forma de "comisiones". Ese será otro capítulo de la historia sin fin de Bernie Ecclestone.