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Oriol Romeu o el sueño de la Masía que no siempre acaba en el Camp Nou
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VILLAS BOAS PIDIÓ EXPRESAMENTE SU FICHAJE POR EL CHELSEA

Oriol Romeu o el sueño de la Masía que no siempre acaba en el Camp Nou

El tiempo del fútbol ha cambiado. Los procesos se han acelerado. La paciencia es algo del pasado. Ahora, en los grandes clubes del fútbol español, los

Foto: Oriol Romeu o el sueño de la Masía que no siempre acaba en el Camp Nou
Oriol Romeu o el sueño de la Masía que no siempre acaba en el Camp Nou

El tiempo del fútbol ha cambiado. Los procesos se han acelerado. La paciencia es algo del pasado. Ahora, en los grandes clubes del fútbol español, los jugadores de la cantera valen o no si a los dieciocho años ya han debutado con el primer equipo. En caso contrario la mayoría toma decisiones precipitadas en algún caso y muy meditadas en otros. A estos últimos pertenece el caso de Oriol Romeu (19 años), recién llegado a la Premier tras dejar atrás al Barcelona, club al que todos quieren pertenecer por lo que ofrece cada semana y por el buen trato que suelen recibir los más jóvenes. El centrocampista intuyó durante la pasada temporada que las puertas del primer equipo se habían cerrado para él y los dirigentes del club, con Guardiola de cómplice, tampoco hicieron mucho para hacerle ver que estaba equivocado.

Apareció el Chelsea. Glamour, dinero y proyecto deportivo de la mano de Villas Boas. Para él y para el Barcelona. El acuerdo tarda, pero Oriol termina firmando por el equipo londinense durante el Mundial sub 20 de Colombia del pasado mes de agosto. Cinco millones de euros, aunque eso sí, se guarda una opción de recompra por diez y quince durante las dos primeras temporadas de Oriol en la Premier. Hay vida tras la muerte que diría aquel. Busquets y la llegada de Mascherano hicieron de ese muro que otros no ven, pero el que hoy jugador del Chelsea sabía que no podría derribar. Además, la presencia de jugadores como Sergi Roberto, favorito de Guardiola, llevaron a Oriol a tomar la decisión de su vida. "Sabía que este era mi tren".

La cantera del Barcelona luce, presume, saca pecho, pero la ausencia de paciencia por parte de unos y otros hacen imposible que se repitan las escenas de antaño, esas que veían como un jugador salido de la cantera antes de dar el salto al primer equipo, iniciaba una peregrinación de varios años antes de encontrar acomodo junto a los mayores. Ahora, el cambio de modelo de negocio impide que se repitan movimientos así. Vicente del Bosque, por ejemplo, pasó por tres cesiones antes de quedarse de una manera definitiva en el primer equipo blanco durante nueve temporadas. Castellón, Córdoba y de nuevo Castellón fueron sus destinos hasta que con 23 años se hizo un hueco en la plantilla madridista. ¿Se imaginan algo así en la actualidad? Imposible.

Pese a los momentos de gloria que vive La Masía y sus muchachos que tienen sitio junto a Guardiola en el primer equipo azulgrana, no todos los jugadores de la cantera ven claro su futuro y prefieren cambiar de aires, buscarse la vida lejos de la Ciudad Condal, antes que perpetuarse como eterna promesa, de esas que se quedan en el camino. El jefe de la camada actual ha sido Oriol Romeu. Tras dar sus primeros pasos en la cantera del Espanyol, el centrocampista pasó a vivir en La Masía hasta que siete años después comprendió que su sitio no estaba en el Camp Nou. "No me costó dejar el Barça. Me lo pensé un poco pero enseguida me di cuenta que tenía aceptar la oferta, que no podía dejar pasar este momento. Además, en el club tampoco pusieron mucha resistencia", afirma el jugador del Chelsea que ayer vio desde el banquillo cómo su equipo perdía ante el Manchester United.

Villas Boas, gran artífice de su fichaje

Oriol alucinó cuando supo que el equipo inglés pretendía su fichaje, más aún cuando en toda la temporada solo había recibido una oportunidad con el primer equipo azulgrana. Fue en la Supercopa en Sevilla, con derrota por tres goles a uno. La llegada de Villas Boas no fue si no la confirmación de su fichaje por el Chelsea, ya que el entrenador ya le quiso incorporar al Oporto. "No me lo esperaba. Querían un refuerzo para suplir la ausencia de Essien y se fijaron en mí. ¡Vaya!". Romeu sigue hablando de lo que es el juego en la Premier. "Es más intenso. No se para y se entrena durante la semana. Se corre más sin la pelota".

Su caso no ha sido el único, pero si que sorprendió que el Barcelona aceptara negociar su salida y más aún a un rival directo por la Champions. Las otras salidas de jugadores más o menos importantes tuvieron un planteamiento bien diferente. Bellerín (16 años) y Toral (16 años)  se marcharon con destino al Arsenal siendo cadetes. Al primero le movió el asunto económico. El dinero que le ofrecían le venía estupendamente, al convertirse en el jefe de la familia pese a ser no más que un niño. El Barcelona ni quiso ni pudo igualar la oferta para no romper la armonía dentro de La Masía. El segundo aspiraba a jugar en la Premier y nada le detuvo a la hora de repetir el camino iniciado por Cesc en 2003. Ignasi Miquel (18 años), central que ya ha debutado con el primer equipo gunner, emigró a Londres desde el Cornellá previo paso por el Barcelona.

El camerunés Gael Etock (18 años) también dejó el Barcelona el pasado verano con destino al Chelsea. Su progresión se frenó y tanto el club como él decidieron que lo mejor era cambiar de aires. Producto del acuerdo firmado por la Fundación Etoo y el club azulgrana, ahora figura en el Sporting de Portugal cedido por el equipo de Londres. Pol García (16 años) ha sido la última fuga de La Masía. En este caso su destino ha sido la Juventus, a caballo entre el juvenil y el equipo primavera. Formado en la cantera del Espanyol dio el salto al Barcelona tres años atrás. "Veía complicado hasta dar el paso al segundo equipo". Y es que Rosell y compañía no quisieron igualar ni acercarse a la oferta hecha desde Turín.

El tiempo del fútbol ha cambiado. Los procesos se han acelerado. La paciencia es algo del pasado. Ahora, en los grandes clubes del fútbol español, los jugadores de la cantera valen o no si a los dieciocho años ya han debutado con el primer equipo. En caso contrario la mayoría toma decisiones precipitadas en algún caso y muy meditadas en otros. A estos últimos pertenece el caso de Oriol Romeu (19 años), recién llegado a la Premier tras dejar atrás al Barcelona, club al que todos quieren pertenecer por lo que ofrece cada semana y por el buen trato que suelen recibir los más jóvenes. El centrocampista intuyó durante la pasada temporada que las puertas del primer equipo se habían cerrado para él y los dirigentes del club, con Guardiola de cómplice, tampoco hicieron mucho para hacerle ver que estaba equivocado.