España llega a Barcelona en pleno debate soberanista en busca de un puesto en la final

Generalmente, deporte y política no suelen mezclar bien. Pero hay un hecho objetivo, y es que la selección española de balonmano visita hoy Barcelona en plena campaña nacionalista por parte de la Generalitat. Este miércoles, el Govern aprobaba la declaración de soberanía, con los votos de CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP, que define a Cataluña como "sujeto político y jurídico soberano" y da luz verde a iniciar un proceso para hacer efectivo el "derecho a decidir" o derecho de autodeterminación”.

Así llegan los hombres de Valero Rivera, lógicamente ajenos a todos estos asuntos, con la intención de derrotar a Eslovenia y plantarse en la gran final de nuestro Mundial. ¿Recibirán el mismo apoyo y calor que han tenido en Madrid y Zaragoza? Todos esperan que así sea y que el Palau Sant Jordi haga efectiva esa condición de anfitrión que tiene España en esta edición 2013. Por su tradición balomanística, la Ciudad Condal ha sido elegida para albergar las semifinales y la gran final del campeonato y se espera que la respuesta sea la habitual cuando el combinado nacional ha visitado la capital catalana (la de baloncesto ha sido la última que ha recibido ese apoyo).

Pero claro, como hay gente que no sabe separar una cosa de otra y aprovecha eventos de tanta repercusión para reivindicar sus posturas políticas, nadie se atreve a asegurar que no haya ningún acto parecido al que se diera en el último Barça-Madrid de Liga, cuando el Camp Nou aprovechó para poblarse de esteladas y reclamar a Cataluña como nación independiente y al margen de España. Mensajes del estilo 'Catalonia next European state' fueron numerosos en el estadio del FC Barcelona.

Ahora llega el Mundial de balonmano y todos quieren que, como es lógico, no se traspase el ámbito deportivo. ¿Será posible? A partir de las 19:15 horas seremos testigos de ello. Las 16.000 localidades del Palau dictarán sentencia a partir de ese momento en función de la actitud de los aficionados que acudan al recinto.

La presión del favorito

En lo meramente deportivo, España se mide al conjunto de menor cartel en estas semifinales. Eslovenia ya ha hecho historia por el mero hecho de pasar a semifinales (su mejor actuación fue un décimo puesto en el Mundial de 2007) y jugará sin ninguna presión, todo lo contrario que los 'Hispanos', que parten como claros favoritos y para los que una derrota supondría una gran decepción. Todos colocan ya a la Selección de Valero Rivera en la final, pero antes hay que jugar y ganar.

Por eso, España no quiere infravalorar a un rival que acude a esta fase sin haber perdido ningún partido y con un juego basado en el elevado ritmo y los contragolpes, algo muy similar a lo que nos encontramos contra Alemania y que tanto se atragantó al combinado nacional en algunas fases del choque de cuartos de final.

Ahora bien, aunque Eslovenia se pone la piel de cordero, no quiere desaprovechar esta ocasión histórica. "Es obvio para todos que es la primera vez que llegamos tan lejos y estamos muy satisfechos, pero intentaremos prepararnos lo mejor posible ante un rival tan fuerte. España es favorita, pero vamos a luchar por estar en esa gran final", comenta Boris Denic, técnico del conjunto esloveno.

El objetivo de la medalla está muy cerca para los nuestros, pero una vez llegados a este punto, el oro y la segunda estrella en la elástica de la Roja se antoja un deseo añorado y esperado por todos. La respuesta de Barcelona y su público se antoja importante para conquistar el objetivo.