Oscar Pistorius, en libertad bajo fianza por el asesinato de su novia

El juez instructor del caso del atleta Oscar Pistorius, Desmond Nair, ha concedido la libertad bajo fianza de 113.000 dólares (unos 85.500 euros) al corredor, acusado formalmente de asesinar a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, a expensas del juicio que tendrá lugar a partir del próximo 4 de junio. Hasta que se celebre la vista, el deportista sudafricano no podrá acercarse a su casa ni hablar con testigos. Además, le ha sido retirado el pasaporte y deberá comparecer en comisaría dos veces a la semana, al mismo tiempo que tiene prohibido consumir alcohol y manejar armas de fuego.

La decisión del Tribunal de la Magistratura de Pretoria había sido aplazada anteriormente hasta en cuatro ocasiones ante la necesidad de nuevos testigos y aportación de más pruebas (en las tres primeras) y tras la destitución en el cargo de Hilton Botha, policía encargado de investigar a Oscar Pistorius e imputado por siete cargos de asesinato.

La defensa del atleta sudafricano ha argumentado en todo momento que el fallecimiento de Reeva Steenkamp se debió a un hecho fortuito y accidental. Siempre según la versión del abogado de ‘Blade Runner’, éste habría disparado contra su novia al confundirla con un ladrón en el domicilio de la pareja.

En el mismo momento de producirse los hechos (jueves, 14 de febrero), Pistorius fue detenido y ha permanecido en prisión preventiva desde entonces. El atleta siempre ha reconocido que fue él quien disparó el arma, pero en ningún momento ha aceptado que la muerte de Reeva haya sido un acto premeditado por su parte.

Todo lo sucedido en la última semana ha supuesto un duro golpe para uno de los grandes mitos del deporte actual. Ya no sólo por sus logros deportivos, sino también por su espíritu de superación sin precedentes, el atleta era un ídolo en su país y un ejemplo para muchas personas. Oscar Pistorius se convirtió en Londres en el primer atleta paralímpico capaz de disputar unos Juegos Olímpicos. Por esas hazañas deportivas y por sus condicionantes personales, no era de extrañar que su figura fuera el reclamo perfecto para grandes firmas comerciales. Una de las más potentes a la que el atleta prestaba su imagen, Nike, decidió suspenderle el patrocinio.