El ciclismo español, a reivindicarse de nuevo en el Giro tras la sentencia de la Operación Puerto

Nápoles se viste de gala para dar el pistoletazo de salida a la primera gran ronda por etapas de la temporada. El Giro de Italia se pone en marcha esta tarde en la capital de la región de Campania para recorrer un total de 3.405,3 kilómetros hasta la inusual meta final en Brescia, donde el corredor más fuerte de la carrera se enfundará una 'maglia' rosa a la que optan un buen ramillete de ciclistas, entre los que destacan Bradley Wiggins, Ryder Hesjedal y Vincenzo Nibali, y donde nuestra gran esperanza reside en el asturiano del Euskaltel, Samuel Sánchez.

Por delante, veintiuna etapas y un recorrido francamente espectacular, hecho a medida para el disfrute de los aficionados. La organización ha diseñado un total de tres etapas contrarreloj (individual, por equipos y cronoescalada), seis finales en alto y otras siete jornadas propicias para una llegada al sprint, donde los Cavendish, Goss y Degenkolb se jugarán, no sólo las victorias de etapa, sino probablemente el 'maillot' de la regularidad.

Si bien los finales en Montasio (10ª), Vajont (11ª), Bardonecchia (14ª), Galibier (15ª), Val Martello (19ª) y Tres Cimas de Lavaredo (20ª) deben marcar diferencias importantes entre los grandes favoritos, la contrarreloj individual entre Gabicce Mare-Saltara, de 55 kilómetros de recorrido y situada en la octava etapa, es otro de los grandes momentos de esta edición del Giro y que beneficia lógicamente a hombres como Wiggins, Hesjedal o Evans en detrimento de los Nibali, Samuel y compañía.

Las quinielas apuntan al vencedor del Tour de Francia del año pasado como máximo favorito al triunfo final. El británico ha preparado a conciencia la carrera italiana y llega en un gran estado de forma, al margen de verse beneficiado por un recorrido que le resulta idóneo. Enfrente, un hombre como Hesjedal, verdugo del español 'Purito' Rodríguez en la edición del año pasado, y el 'Tiburón' de Mesina, gran esperanza de los italianos para que la maglia se quede en casa, toda vez que se confirmó la baja de Ivan Basso, ídolo local y ganador del Giro en dos ediciones (2006 y 2010), por un quiste perineal que le impide siquiera subirse a la bicicleta.

Los españoles, sin los grandes espadas

Tras la reciente y fuertemente criticada sentencia de la Operación Puerto, a la que presuntamente estaban vinculados varios ciclistas, los españoles buscan una vez más que sólo se hable de deporte y que sus éxitos vuelvan a llenar portadas y minutos en los respectivos medios de comunicación. Quieren acabar con las sospechas que nunca parecen abandonar este apasionante y magnífico deporte. Y lo buscarán con las ausencias de Alberto Contador y ‘Purito’, por lo que el citado Samuel Sánchez deberá ejercer la condición de líder de nuestra delegación, brillantemente secundado por el ciclista vizcaíno del Movistar, Beñat Intxausti.

Es más, los nuestros pretenden vengar el ‘casi’ que obtuvimos la temporada pasada con Joaquim, a quien se le fue de las manos el Giro por escasos segundos, concretamente 16, y en la última etapa. Quién sabe si con una victoria final, hazaña que se antoja más que complicada, pero sí con espectáculo, victorias de etapa y volviendo hacer vibrar a los aficionados al ciclismo, que vienen de una temporada pasada absolutamente magnífica y que aspiran revivir en ésta.