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Las lágrimas de David Beckham: el adiós del primer icono mediático del siglo XXI
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EL FUTBOLISTA INGLÉS PONE FIN A DOS DÉCADAS DE ÉXITOS

Las lágrimas de David Beckham: el adiós del primer icono mediático del siglo XXI

Sir David Beckham se despedía del Parque de los Príncipes este sábado tras anunciar su retirada como futbolista al final de esta temporada. El futbolista inglés,

Sir David Beckham se despedía del Parque de los Príncipes este sábado tras anunciar su retirada como futbolista al final de esta temporada. El futbolista inglés, de 38 años, pone fin de esta manera a una brillante carrera de dos décadas. Eclipsadas sus virtudes futbolísticas por su faceta de icono mediático, se va el futbolista que significó la consagración de la industria del fútbol como gran potencia económica. Nunca un jugador de fútbol tuvo la transcendencia del internacional inglés. Referente del Real Madrid de los Galácticos, su figura encarna como ninguna el fútbol contemporáneo del siglo XXI. Una industria, la del fútbol, cuya relevancia hace tiempo que dejó de limitarse al rectángulo de juego.

El destino de David Beckham siempre escapó a la simple condición de futbolista. Casado con una Spice Girl, su relevancia mediática siempre eclipsó al buen futbolista que ha sido. Profesional modélico, fue parte activa del y uno de los artífices de la famosa Liga de las remontadas, conquistada por el Madrid de Capello en 2007. Más allá de su personaje, el icono durante años del fútbol inglés se va dejando la impronta de buen tipo, algo a destacar en el endiosado mundo del fútbol.

Nacido en Leytonstone en 1975, David Beckham aterrizaba el pasado mes de enero en el París Sant Germain para dar los últimos coletazos a una carrera brillante. En el Manchester, club en el que debutó como profesional, alzó la Premier League hasta en seis ocasiones (1996,1997,1999,2000,2001 y 2003). Miembro del histórico Manchester United que arrebataría en la final del Camp Nou la Copa de Europa al Bayern de Múnich, siempre será recordado por sus ‘bananas’. Dotado de un golpeo de balón exquisito, siempre fue indiscutible para todos sus entrenadores.

Ferguson, Queiroz, Camacho, García Remón, Wanderlei Luxemburgo, López Caro o Fabio Capello siempre contaron con el centrocampista inglés. Su despliegue físico siempre tuvo el aplauso del aficionado al fútbol. "Si me hubieran dicho cuando era un niño que jugaría y ganaría trofeos para el club del que era aficionado, el Manchester United, que sería el capitán de la selección y jugaría con mi país más de 100 encuentros, y que estaría en la alineación de algunos de los mejores equipos del mundo, les hubiera contestado que era imposible", dijo Beckham.

Beckham, que tras su ‘exilio’ deportivo en la MLS quería volver a un club europeo competitivo, pone fin en París a su cuento de hadas. Un cuento que le ha llevado a ser 115 encuentros internacional con Inglaterra, disputar tres Mundiales ( 1998, 2002, 2006). Su consideración de ‘popballer’ (estrella del pop y futbolista) no podrá ocultar el buen futbolista que fue. Quizá no a la altura que su estatus mediático le predispuso, pero ante todo un jugador de equipo. Se retira el futbolista de la eterna sonrisa. Nunca será recordado por innovar el juego, pero si por honrarlo. No se puede decir de muchos otros, con más talento pero cuya estela fue fugaz. Ante todo, se retira un caballero. El fútbol te da la gracias David.

Sir David Beckham se despedía del Parque de los Príncipes este sábado tras anunciar su retirada como futbolista al final de esta temporada. El futbolista inglés, de 38 años, pone fin de esta manera a una brillante carrera de dos décadas. Eclipsadas sus virtudes futbolísticas por su faceta de icono mediático, se va el futbolista que significó la consagración de la industria del fútbol como gran potencia económica. Nunca un jugador de fútbol tuvo la transcendencia del internacional inglés. Referente del Real Madrid de los Galácticos, su figura encarna como ninguna el fútbol contemporáneo del siglo XXI. Una industria, la del fútbol, cuya relevancia hace tiempo que dejó de limitarse al rectángulo de juego.