La inédita llegada a Annecy-Semnoz, última bala para Contador, Quintana y 'Purito'

Tres mil kilómetros después, con las fuerzas al límite y con ganas de vacaciones, aún quedan cosas por decidir en este Tour de Francia. Con el ganador prácticamente decidido, nada hace pensar que Chris Froome pueda ceder el maillot amarillo salvo pájara descomunal, la gran batalla se presenta en la lucha por los otros dos puestos en el cajón de los Campos Elíseos de París, un privilegio que muy pocos corredores son capaces de saborear. A uno de ellos, Alberto Contador, le sabría a poco, habida cuenta que llegaba a esta centenaria edición con la firme intención de repetir triunfo como ya hiciera en 2007 y 2009. Pero las cosas no han ido como esperaba el ciclista de Pinto, por lo que defender su actual segundo plaza se antoja como mal menor, aunque con la perspectiva del tiempo lo verá con otros ojos. Y es que, quedar segundo en la mejor ronda mundial por etapas es todo un logro. 

La llegada a Annecy-Semnoz será la última batalla de la carrera (la última etapa en París es siempre un puro trámite y una fiesta para los supervivientes) y varios corredores optan a una de esas posiciones de honor. Los grandes rivales de Contador serán Nairo Quintana y 'Purito' Rodríguez, tercer y quinto en la general respectivamente. Ambos están acabando de manera fabulosa el Tour y llegan con ganas a este envite. Es más, ayer tenía previsto plantear guerra el corredor colombiano, pero "la lluvia cambió los planes". Así pues, el espectáculo está garantizado este sábado, ya que al 'escarabajo' se une un Joaquim que tiene una oportunidad de oro para sumar a su currículum otro podio en uno de las grandes. El catalán lo tiene más difícil, pero no cejará en el intento.

Cinco puertos (uno de primero, otro de segunda y tres de tercera) precederán a la última gran ascensión, donde a buen seguro se destapará la caja de los truenos. La ventaja es para Contador y Nairo, que ahora mismo son podio. Kreuziger (4º) y 'Purito' (5º) son los obligados a ganar posiciones. Dado que el checo es compañero del pinteño, sus opciones se reducen a que el desarrollo de la carrera le favorezca, pero su actitud será reservona y de sumisión a su jefe de filas. El hombre del Katusha es el encargado de lanzar la ofensiva, y dado cómo ha llegado a esta recta final, está en condiciones de armar un buen taco.

Ninguno de ellos se plantea aquello de lanzar sus ataques contra el líder. La fortaleza demostrada por Froome (excepción hecha del lapsus camino de Alpe d'Huez) invita a no tentar mucho a la suerte. El británico se limitará a controlar a sus más inmediatos perseguidores pero sin necesidad de cebarse y con la garantía de sus más de cinco minutos de diferencia.

¿Sin victoria española?

Y por primera vez en muchos años, el ciclismo español se presenta a estas alturas de la carrera sin ninguna victoria. El equipo español del Movistar, con dos triunfos del portugués Rui Costa, es lo único que nos hemos podido llevar a la boca. La de este sábado es una buena oportunidad para que los aspirantes a podio traten de amarrar esa ansiada victoria o que segundos espadas, como los corredores del Euskaltel Mikel Nieve o Igor Antón, traten de que nuestro ciclismo no se vaya de vacío.

Aún así, mantenemos a cuatro corredores entre los diez primeros de la general, mérito extraordinario. Y es que, tras haber ganado diez de los últimos 22 Tour, quizá estemos muy mal acostumbrados. Contador, 'Purito', Dani Navarro y Alejandro Valverde confirman que el ciclismo español goza de buena salud. Una victoria de etapa sería la guida al pastel, y es que Froome compite en otra dimensión.